En la etapa entre Pontevedra y Caldas de Reis del Camino Portugués dejamos atrás la histórica ciudad de Pontevedra para adentrarnos en el interior de la provincia de Pontevedra. Atravesaremos numerosos pueblos y aldeas típicos del rural gallego cruzándonos en algunos puntos con la carretera nacional. Durante la jornada no afrontaremos desniveles de consideración. El plácido tramo final, llano, entre senderos de tierra y viñedos de uva Albariño, nos llevará a la histórica villa de Caldas de Reis, conocida por sus aguas termales.
Etapa
23
Longitud
21,1 Km
Dificultad
Baja

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Con poco más de 20 kilómetros y una orografía de lo más suave, esta etapa del Camino Portugués entre Pontevedra y Caldas de Reis no presenta apenas complicaciones. Eso sí, habrá que tener en cuenta las debidas precauciones al cruzar la carretera N-550, algo que haremos en varias ocasiones, así como un paso a nivel sin barrera situado a la salida de Pontevedra, en la población de Alba.
Por lo demás, tanto los peregrinos en bicicleta como las personas con movilidad reducida, no encontrarán ninguna dificultad para completar la etapa.
Esta etapa entre Pontevedra y Caldas de Reis del Camino de Santiago nos tendrá reservados varios puntos de interés a lo largo del recorrido. Y es que al interés monumental y patrimonial de la villa caldense, se unen entornos naturales de gran belleza.
Para empezar, antes de llegar a Caldas, tendremos la ocasión de desviarnos apenas 400 metros de la ruta jacobea para visitar el Parque Natural Ría Barosa, un conjunto de cascadas y molinos situado entre A Portela y Briallos. Un lugar ideal para descansar o comer a la sombra y reponer fuerzas para el resto del camino.
Una vez en Caldas de Reis, esta pequeña villa nos sorprenderá con varios puntos de interés, pues la villa hunde sus raíces en la época romana. Destaca el puente romano sobre el río Bermaña, construido en el siglo I y que además se encuentra en pleno trazado de la ruta jacobea.
Asimismo, te recomendamos dar un paseo por el pueblo y descubrir la fuente de las Burgas y el lavadero público de aguas termales. Por último, también merece la pena la visita a la plaza de las Palmeras, con la bonita iglesia de Santo Tomás Becket, la única que venera a este santo en toda Galicia.
En cuanto a la gastronomía, el río Umia, es el encargado de surtir algunos de los productos locales más destacados de la población, como las truchas o la lamprea. Además, la villa es conocida por la calidad de sus panaderías, que elaboran aún el tradicional pan de maíz con mantequilla y el roscón de Semana Santa. Imprescindible probar también las empanadas, con rellenos tan diversos como la lamprea, las sardinas, el bonito, las zamburiñas o la carne.
La etapa entre Pontevedra y Caldas de Reis del Camino Portugués sigue el eje marcado por la N-550. El recorrido, por cómodas pistas de asfalto y tierra, no presenta desniveles de consideración. Los peregrinos más valientes y ansiosos por llegar a Santiago de Compostela, pueden optar por atravesar Caldas de Reis y hacer noche en Valga, a escasos 30 kilómetros de la capital gallega.