Por qué hacer el Camino del Norte y su historia
Este año es verdaderamente especial para el Camino de Santiago y para todos los peregrinos. En 2021 se celebró el Año Santo número 120 de la historia, pero debido al excepcional contexto de pandemia mundial, el Papa Francisco ha prolongado el Año Santo hasta el 2022.
Por eso que duda cabe que tal excepción invita a recorrer alguna de las Rutas Jacobeas ya sea en verano o en invierno, a pie o en bicicleta. Si aún no sabes que ruta hacer hoy te damos 6 razones por las que hacer el Camino del Norte ahora. Y también te contaremos su historia, para que acabes de enamorarte de él.
6 motivos para hacer el Camino del Norte
Si bien es cierto que unas rutas son más famosas que otras y que el Camino Francés es el más conocido, también es cierto que no existe un Camino de Santiago mejor o más bonito que otro. Todos ellos tienen su magia particular y es por ello por lo que si preguntamos a cada peregrino nos dirá su favorito y no coincidirá con la opinión de otros.
Sin embargo, sí que es justo decir que el Camino del Norte a Santiago es una de las rutas que mejor conserva la esencia ancestral del Camino como el paso por bonitos paisajes solitarios, caminos embarrados o lugares donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Si aún con todo, no te hace tilín esta ruta jacobea, te dejamos con unas cuantas que acabarán de convencerte definitivamente.
Peregrinar en un Año Santo especial
Como saben todos los apasionados del Camino, para celebrar un Año Santo el Día del Apóstol tiene que coincidir un domingo, algo que se da más de 10 veces cada siglo. Pero debido a la prolongación dictada por el Vaticano a causa del coronavirus que imposibilitó a muchas personas peregrinar en 2021, el año 2022 también será Año Santo.
Todo esto hará que tanto Santiago de Compostela como todo aquello relacionado con el Camino se vista con sus mejores galas y acoja a peregrinos de todo el planeta.
Vivir una experiencia más auténtica
Los peregrinos que hacen esta ruta se encuentran con un camino menos masificado que la variante francesa en la que lamentablemente la masiva afluencia ya no permite vivir plenamente la auténtica experiencia jacobea. A cambio y como todo tiene su contraparte, también es una de las rutas con una infraestructura de servicios más limitada, principalmente en las zonas rurales alejadas de los focos turísticos.
Aventura
Sin duda el Camino del Norte es un reto de lo más apasionante, ya que no es, ni mucho menos, una de las rutas más sencillas que llevan a Compostela. Más bien al contrario, pues tiene una dificultad extra y características singulares respecto a otras rutas, como una complicada orografía caracterizada por las constantes subidas y bajadas.
Durante su peregrinaje el peregrino vivirá momentos inolvidables como llegar a la preciosa localidad vasca de Pasaia en barca, atravesar la ría de Bilbao desde Portugalete en un puente transbordador o cruzar también en barca de Laredo a Santoña. Por si no fuese suficiente, también hay la opción de hacer otras variantes legendarias como la que lleva a Santo Toribio de Liébana.
Contemplar impresionantes paisajes
Al discurrir entre el mar y la montaña y atravesar España de Este a Oeste, esta ruta es una de las que mayor cantidad y diversidad de paisajes ofrece. El peregrino podrá ver recompensado su esfuerzo diario al ver numerosos ríos y arroyos, pero también abruptos acantilados, kilométricas playas o frondosos bosques. También merece la pena disfrutar de las vistas de los diversos caseríos y pequeñas aldeas vascas, cántabras, asturianas o gallegas que hacen de la experiencia algo inolvidable.
Una ruta bien señalizada
Esta es sin duda una de las grandes razones para hacer el Camino del Norte puesto que es una de las rutas jacobeas mejor señalizadas, principalmente en su periplo por el País Vasco y Asturias. Ni mucho menos esto quiere decir que en Galicia o Cantabria la señalización sea peor pues, en general, es una ruta excelentemente indicada.
Disfrutar de la gastronomía del norte de España
Por último, los foodies encontrarán en este camino un el mejor escenario, pues por todos es conocida la fama de la gastronomía del norte de España, sobre todo la del País Vasco, apreciada incluso a nivel interacional. Sin duda, una excelente opción para guardar fantásticos recuerdos de tu paso por el Camino del Norte.
Conoce la historia del Camino del Norte
De igual forma que la mayoría de las rutas de peregrinación a Santiago, el Camino de Santiago del Norte se vincula al descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago en el siglo IX. Se trata, según diversas crónicas, de una de las vías jacobeas con mayor historia, junto al Camino Primitivo y el Camino Francés.
Antes de la Reconquista Cristiana, la ruta fue utilizada durante cientos de años, ya que discurría por terreno seguro para los peregrinos. Fue esto lo que la convirtió en una de las más populares provocando que la mayor parte de la nobleza y realeza de Europa emplease sus senderos para visitar la tumba del Apóstol.
Sin embargo, cuando la península volvió a manos de los cristianos y los tradicionales caminos se volvieron menos hostiles, la ruta jacobea del norte fue perdiendo lenta e inexorablemente todo su protagonismo. Además, a su declive se sumó la apuesta definitiva de la monarquía del siglo XII por el trazado francés.
Con todo, esta vía no quedó nunca en el olvido. A lo largo de los siglos siempre hubo peregrinos que después de desembarcar en los puertos del Cantábrico decidían continuar con su camino a Santiago por la ruta. También aportaron su granito de arena distinguidos romeros como fue San Francisco de Asís, que emprendió camino a San Salvador de Oviedo y a Compostela, dejando a su paso su legado con la construcción de varios templos franciscanos.
En la actualidad, las últimas décadas del siglo pasado han sido definitivamente fundamentales para el renacimiento y fortalecimiento del Camino del Norte. La ruta jacobea ha recuperado toda su vitalidad y ya se ha colocado como una de las alternativas favoritas de los peregrinos debido a la belleza de sus enclaves entre el mar y la montaña.