Curiosidades del Camino Inglés o Camino de los Ingleses
Es una obviedad que el Camino Inglés no es una de las rutas más populares. Y no llegamos a imaginarnos tampoco el por qué, puesto que regala al romero una experiencia muy diferente al resto de rutas jacobeas.
Y es que, su corto recorrido y duración que permite hacerlo en menos de una semana, puede que resulte en cierto modo algo engañoso. Sin embargo, es una de las mejores opciones para descubrir la Galicia más bella, agreste y genuina.
Por eso hoy vamos a contarte todos los secretos, historias y curiosidades del Camino Inglés. Seguro que algunas de ellas te convencerán de llegar hasta Santiago a través de esta singular ruta jacobea.
Curiosidades del Camino Inglés a Santiago
Un Camino con dos diferentes puntos de partida
Una de las principales curiosidades del Camino Inglés es que puede comenzarse desde dos puntos de partida. Una de las opciones más populares es la de empezar el peregrinaje en la ciudad de Ferrol a aproximadamente 110 kilómetros de Santiago de Compostela, lo que cubre la distancia mínima (100 kilómetros a pie) para obtener la Compostela. La otra opción es empezar en A Coruña, punto clásico de inicio y separada unos 78 kilómetros de la capital gallega.
En la actualidad se está estudiando la posibilidad de conceder la Compostela a los peregrinos que comienzan la ruta en la ciudad herculina. Existen conversaciones en marcha entre las autoridades políticas, el Arzobispado y el Decano de la Catedral para hacer una excepción al mínimo de 100 kilómetros, con el fin de revitalizar la variante. Si esto sale adelante finalmente, sería la primera vez en la historia en darse un caso tan excepcional.
Una ruta con pocos ciclistas
A pesar de su perfil poco exigente y el buen estado del firme en la mayoría de los tramos, una combinación ideal para cualquier amante del ciclismo de montaña, lo cierto es que son muy pocos los ciclistas que completan la ruta. ¿El motivo? Pues básicamente su longitud, inferior de los 200 kilómetros necesarios para conseguir la Compostela. Además de lo anterior, su poca complejidad técnica lo hace muy asequible. Y es que cualquier ciclista algo entrenado es capaz de hacer la ruta en apenas 2 días. No obstante, pese a estas circunstancias, siempre es posible encontrar a alguien pedaleando camino a Santiago.
Betanzos, icono del Camino Inglés
Betanzos es indudablemente una de las paradas más emblemáticas del Camino Inglés. Y en ella es posible visitar el Parque del Pasatiempo, una histórica construcción considerada joya del modernismo. Su existencia se debe a los hermanos García Naveira, emigrados a Sudamérica donde lograron hacer fortuna. A su vuelta a tierras betanceiras, como la mayoría de los indianos, se aseguraron de hacer una gran labor filantrópica y dejar su legado construyendo este parque y otros edificios a lo largo de la villa.
Camino Inglés… y también Irlandés
Vamos ahora con otra de las curiosidades del Camino Inglés. Y es que, si bien la ruta se ha conocido desde siempre como Camino Inglés, lo cierto es que esta denominación oficial nunca contentó del todo a los peregrinos irlandeses, que creían que debería llamarse «Camino de los ingleses y los irlandeses». Un nombre que ellos creían que reconocería la aportación de este pueblo al fervor de la peregrinación jacobea medieval, casi tanta como la de los propios ingleses, como revelaban los registros de barcos y pasajeros en los puertos gallegos. De hecho, en pleno siglo XXI, la tendencia se mantiene y los peregrinos llegados de Irlanda son también casi tantos como los venidos de Inglaterra.
El boom jacobeo en tierras británicas
Fue tal el fenómeno de las peregrinaciones medievales en las islas británicas que se llegaron a construir más de 600 templos dedicados al Apóstol, lo que generó también el interés de los cristianos de peregrinar a la tumba del Apóstol, hallada en la remota Galicia. La concesión de los privilegios jubilares a Compostela no hizo más que incrementar el deseo de muchísimos peregrinos europeos (ingleses, irlandeses, galeses, escoceses, bretones, neerlandeses, alemanes, etc.) por obtener la indulgencia plenaria.
Los motivos del declive del Camino Inglés
La ruptura en el siglo XVI entre el rey Enrique VIII y la Iglesia católica por su divorcio de Catalina de Aragón desencadenó la creación de la Iglesia de Inglaterra y el anglicanismo. Este hecho fue el que puso casi punto final a la peregrinación inglesa, condenando a la ruta jacobea al ostracismo durante cientos y cientos de años.