Ya sea por caminos de tierra o por pistas de asfalto, recorreremos los cerca de 24 kilómetros que separan Alhandra de Azambuja en la etapa del Camino Portugués, con la constante compañía de la vía del ferrocarril y la cercana autovía. Al final de la etapa, Azambuja nos recibirá con su bonita iglesia dedicada a la Asunción de María.
Etapa
2
Longitud
23,5 Km
Dificultad
Media

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Como hemos mencionado, las indicaciones en la etapa entre Alhandra y Azambuja y de esta ruta jacobea en general, pueden a veces generar confusiones. Y es que algunas de las flechas son todavía las originales del primer marcaje realizado, por lo que pueden verse mal o ser poco identificables. En caso de que no sepas por donde continuar, lo más inteligente será continuar de frente en paralelo al ferrocarril, pues será bastante fácil volver de nuevo al itinerario oficial.
La etapa, desde Alhandra, no supone dificultades añadidas para ciclistas o personas con movilidad reducida. Aunque eso sí, deberán planificar la jornada teniendo en cuenta que al pasar por las estaciones de ferrocarril puede haber escaleras y ascensores.
Azambuja es un pequeño e histórico pueblo que suele ser parada habitual de los peregrinos. Si decides hacer noche aquí, te recomendamos la visita a la Iglesia de Nossa Senhora da Assunçao, el principal templo del pueblo. También resultan interesantes las visitas a Vila Museu do Vinho, donde conocer un poco más sobre la tradición vitivinícola de estas tierras; y a la Vila Quinta de Vale de Fornos, una de las bodegas más antiguas de la zona.
En cuanto a la gastronomía, estamos en tierras de buen comer. En los restaurantes locales te encontrarás con platos típicos como la caldeirada á fragateira, el arroz de lamprea, cabidela de galinha o la manta saloia, además de diversos platos preparados con anguilas como el ensopado de enguias o las enguias fritas. Además, destaca un producto local de Azambuja, como es el queijo de Maçussa. Asimismo, resulta obligatorio rematar la comida con el postre portugués más popular, los pasteles de Belém, además de un café, que en Portugal suele ser de calidad.
La etapa entre Alhandra y Azambuja, al igual que el resto del Camino Portugués, está en general bien señalizada. Sin embargo, convendrá estar atento a los continuos cambios de dirección, sobre todo en zonas urbanas. Además, será necesario atravesar varias pasarelas peatonales sobre estaciones de tren, subiendo y bajando escaleras o utilizando elevadores.