La etapa entre Soto de Luiña y Cadavedo del Camino del Norte, de poco más de 20 kilómetros, brinda dos alternativas nada más salir de Soto de Luiña: seguir hasta Cadavedo caminando muy cerca de la costa o adentrarse en la sierra de Palancas. Elijamos el camino que elijamos no nos arrepentiremos, ya que ambas variantes guardan paisajes naturales de excepción. Por Cadavedo, afrontaremos uno de los itinerarios más singulares de todo el Camino del Norte, pues caminaremos por el Camí Real de las Ballotas, que cruza siete pequeños valles en un sube y baja continuo atravesando pequeñas aldeas y arroyos. En invierno es bastante desaconsejable y se recomienda caminar por la cercana N-632.
Etapa
23
Longitud
18,5 Km
Dificultad
Media
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La etapa entre Soto de Luiña y Cadavedo del Camino del Norte nos ofrece dos alternativas igual de bonitas paisajísticamente: podremos tomar el camino por las Ballotas, en un continuo tobogán cerca del mar; o continuar por la sierra de Las Palancas, que nos mostrará el bonito monte asturiano. Sin embargo, cualquiera de las dos variantes se desaconseja en invierno o en días de muy mal tiempo, puesto que el terreno suele encontrarse en mal estado. La alternativa es hacer el camino por la N-632, siempre teniendo precaución con el tráfico rodado.
Estas recomendaciones deberán ser tenidas en cuenta especialmente por los peregrinos en bicicleta y las personas con movilidad reducida.
Los principales puntos de interés de la etapa entre Soto de Luiña y Cadavedo del Camino de Santiago están en los preciosos parajes naturales que atravesaremos. En el caso de elegir el camino por las Ballotas, en Castañeras tendremos la oportunidad de acercarnos a la paradisíaca a la playa del Silencio, cuyo espectáculo podremos observar ya desde las alturas sin necesidad de bajar a la arena. Se encuentra situada a 700 metros de camino y está considerada una de las más bonitas de España. Muy cerca se encuentra también la playa de Gueirúa y unos kilómetros más adelante la playa de la Ballota, con fabulosas vistas sobre el mar.
Ya en Cadavedo, merecerá la pena hacer un esfuerzo más y acercarse a ver la ermita de La Regalina, situada sobre impresionantes acantilados y con unas vistas de excepción. También en Cadavedo, como en muchas villas de Asturias, podremos maravillarnos con varias casonas de indianos como Villa Hilda.
En cuanto a la gastronomía, ya se empieza a notar la presencia cercana de Galicia. Sigue destacando la fabada, presente en todos los restaurantes, además de otros platos típicos como el cachopo, la sopa de rape o las calderetas de pescados y mariscos. Pero también son protagonistas las empanadas, con distintos rellenos como angulas, caballa, solomillo, etc.
En la etapa entre Soto de Luiña y Cadavedo del Camino del Norte, en caso de tomar el histórico camino por la Sierra de Las Palancas, que finaliza en Villademoros, tendremos la oportunidad de ver paisajes de montaña de inigualable belleza. Eso sí, casi todo el trayecto discurre por pistas de tierra, por lo que en invierno acostumbra a encontrarse en mal estado.