Qué ver en Corcubión y su ría: ruta en busca del finis terrae
Con apenas 6 kilómetros cuadrados de extensión no deja de resultar llamativo que Corcubión, el ayuntamiento más pequeño de la provincia de A Coruña, sea sin embargo uno de los más interesantes para visitar en cualquier viaje por la costa coruñesa.
Y es que tanto Corcubión como la ría a la que da nombre son un destino turístico para todos los gustos. Aquí hay de todo: cascadas espectaculares, playas de ensueño, impresionantes acantilados, faros, lugares legendarios, monumentos y, por supuesto, pueblos encantadores.
Sin duda, se trata de un destino ideal para una escapada por Galicia. Por eso hoy vamos a contarte en este artículo cuáles son los mejores lugares que ver en Corcubión y su ría. ¿Te vienes?
Qué ver en Corcubión: ruta por la más septentrional de las Rías Baixas
La ría de Corcubión, que comprende un amplio territorio desde el cabo de Finisterre a la playa de Carnota, es la situada más al norte de todas las Rías Baixas gallegas.
Quizás sea por eso que es la más singular. Y no solo por su fascinante naturaleza, sino también por la apariencia de su paisaje, muy diferente a los grandes núcleos urbanos situados una decena más de kilómetros al sur. Este cóctel de ingredientes da lugar a una región llena de naturaleza con muchos secretos por descubrir. ¡Conozcámoslos!
Monte Louro y municipio de Muros
Si bien Muros técnicamente forma parte de la ría de Muros y Noia, no se nos ocurre mejor forma de comenzar una ruta por la ría de Corcubión que en esta histórica villa marinera.

Nos encontramos ante uno de los pueblos más bonitos y con más historia de la provincia de A Coruña cuyo casco histórico de trazas medievales fue catalogado como Conjunto Histórico Artístico en el año 1970.
Tras visitar la villa muradana seguimos rodeando la costa en dirección al norte para sumergirnos en uno de los paisajes naturales más cautivadores de la ría. Y es que nos espera el mítico monte Louro que junto a la Lagoa das Xalfas conforma un conjunto natural de elevado valor paisajístico y ambiental.

Carnota, paraíso natural de la ría de Corcubión
Muy cerca, ya en el término municipal de Carnota, se encuentra también la hermosa playa de Lariño, un buen anticipo de los arenales que nos esperan en la zona. Y es que tras pasar punta dos Remedios comienza técnicamente la ría de Corcubión.
Primero podemos hacer una parada en la playa de Lira aunque lo que más merece la pena aquí se encuentra tierra adentro a un par de kilómetros de la costa, ya que tendremos ocasión de visitar uno de los hórreos más largos de Galicia: el hórreo de Lira.
Aunque en el municipio carnotano la playa con mayúsculas tiene nombre y se llama playa de Carnota, la playa más larga de Galicia. Este inmenso arenal de 7 kilómetros de largo llega a alcanzar en bajamar llega en algunas zonas más de 1 kilómetro de anchura. Sin duda un auténtico paraíso natural en el que la naturaleza alcanza su máxima expresión.
Este idílico emplazamiento donde el azul del mar se mezcla con la blanca arena supone el hábitat ideal para decenas y decenas de aves acuáticas que encuentran en esta inmensa bahía unas maravillosas condiciones naturales.
Pero no es la única playa que merece la pena ver de camino a Corcubión. Una de las más bellas es la playa de Boca do Río que varía su forma en función de la marea creando unas paradisíacas piscinas de agua natural perfectas para un refrescante chapuzón.
Aunque antes de proseguir la ruta conviene hacer una parada para visitar uno de los grandes símbolos de Galicia: el hórreo de Carnota. Si bien en la particular batalla por tener el hórreo más largo Carnota solo ha logrado posicionar el suyo como el tercero lo cierto es que es sin discusión el más famoso de todos.

El hórreo, propiedad del clero en la antigüedad para cobrar el diezmo, forma junto a la casa rectoral y la iglesia de Santa Comba un conjunto arquitectónico declarado Monumento Nacional por su importancia arquitectónica y excelente estado de conservación.
O Pindo, Ézaro y la costa de Cee
La carretera AC-550 nos lleva ahora pegaditos al mar por la preciosa costa de Caldebarcos, un recorrido que es una delica hacer por las espectaculares vistas que podemos contemplar donde el verde del monte y el mar se mezclan en perfecta armonía con los acantilados de la ría de Corcubión.
Casi sin darnos cuenta, en un pequeño entrante de mar, nos encontramos con el bonito pueblo marinero de O Pindo. Vigilado permanentemente por el monte homónimo, uno de los más místicos y legendarios de Galicia, forma una estampa preciosa.
O Pindo es la perfecta antesala de nuestra próxima parada: la impresionante cascada del Ézaro. El río Xallas desemboca directamente en el mar sobre impresionantes paredes de más de 100 metros de altura, formando un paisaje único en Europa que atrae cada año a decenas de miles de turistas.
Puede verse en todo su esplendor desde abajo gracias a las pasarelas habilitadas que se llenan los fines de semana de verano cuando el ayuntamiento de Dumbría engalana la cascada con un potente espectáculo audiovisual de luz y color.
Merece la pena también subir al mirador cuya subida se hizo famosas desde el paso de la Vuelta Ciclista a España. Y es que desde lo alto se pueden contemplar unas magníficas vistas de esta parte de la ría de Corcubión.

Dejamos atrás Ézaro y continuamos por la carretera bordeando la costa introduciéndonos ya en el término municipal de Cee. Sin embargo, antes de llegar a Corcubión los más aventureros pueden hacer una parada en la playa de Gures.
El acceso es bastante complicado, debe hacerse a pie y no es apto para todos los públicos, pero la recompensa final merece mucho la pena: una playa virgen, casi selvática, donde las aguas son absolutamente cristalinas y tranquilas se abre ante nosotros. ¡Un auténtico paraíso!
La villa de Corcubión
En la parte que más tierra adentro se mete de la ría se encuentran las localidades de Cee y Corcubión que con el crecimiento de la primera han acabado integrando una conurbación.
Cee es un centro de servicios de la Costa da Morte siendo la ciudad más grande de la región. Una urbe moderna bien situada que además ofrece una completa oferta de locales de restauración que sirven el mejor producto del mar.

Es por tanto un buen lugar para hacer una parada en alguno de sus restaurantes. Tras reponer energías estamos listos para seguir bordeando la ría para encontrarnos por fin con Corcubión, cuyo casco antiguo fue catalogado Conjunto Histórico-Artístico en 1985 por sus especiales características y su patrimonio monumental.
Esta hermosa villa nos recibe con su agradable fachada marinera de casas blancas con galerías de madera que entremezclan con casas solariegas que perduran como símbolos de la importante historia medieval de Corcubión. Algo que por otro lado es una estampa muy propia no solo de esta localidad sino de muchas otras a lo largo de la provincia.
Así es que perderse por sus estrechas calles empedradas es todo un placer. Durante la visita no pueden pasarse por alto monumentos como la iglesia románica de San Marcos datada del siglo XII, el Pazo de los Condes de Altamira del siglo XV y el Pazo de los Condes de Traba.
Asimismo, a lo largo de su casco urbano nos llamarán también la atención varias casas de indianos y, sobre todo, sus casas solariegas. Entre las más interesantes se encuentran la Casa Miñones (siglo XIX) y la Casa Teijeira (siglo XVIII) cuya rimbombante fachada neoclásica con escudo da buena cuenta de la importancia de la familia en el pasado.
El cabo Finisterre
Dejamos atrás Corcubión para seguir rodeando la espectacular Costa da Morte que nos sorprende ahora con dos espléndidas ensenadas y sus correspondientes playas. Primero encontramos la de Sardiñeiro, cuyo nombre hace referencia a la riqueza pesquera de esta ría, hoy ya más enfocada en el sector turístico que en la pesca.
La segunda es la de playa Langosteira, que con sus 2 kilómetros de largo y su espectacular paisaje bien merece una parada antes de llegar a nuestro destino final en este recorrido por la ría de Corcubión.

Si, hablamos de Finisterre, ese lugar que los romanos apodaron finis terrae al creer que se trataba del fin de la tierra conocida hasta entonces.
Y hoy, más de 2 milenios después, a la pequeña villa marinera de Fisterra todavía arriban miles de peregrinos a pie en el epílogo del Camino de Santiago para conocer uno de los lugares más mágicos y simbólicos de Galicia: el cabo Finisterre.
Todo el entorno de Finisterre, tanto el cabo como el faro, pueden disfrutarse en cualquier momento. ¡No es para menos teniendo en cuenta la belleza y simbología del lugar!
Pero no cabe duda de que uno de los mejores momentos es la puesta de sol que congrega aquí en los mejores días a cientos de personas que ven como el sol muere en el Océano Atlántico. Sin duda, una forma ideal de poner el broche de oro a esta ruta por Corcubión y su ría.
Recomendaciones para el viaje
Aunque esta ruta te llevará al menos un par de días si quieres disfrutarla al máximo, a continuación, te dejamos con algunas ideas para que además de conocer la ría de Corcubión puedas descubrir todos los atractivos de los alrededores.
En primer lugar sería una pena llegar hasta los confines de la tierra en Finisterre y no seguir la ruta hacía Muxía, etapa final de esta prolongación jacobea tan famosa.
Pero por el camino, antes de llegar a la villa muxiana, te recomendamos parar en Touriñán y a ser posible al final de la tarde. ¿El motivo? Pues que allí tiene lugar durante algunos meses al año la última puesta de sol de la Europa continental. Un espectáculo increíble sobre el que tienes toda la información en nuestro post sobre el cabo Touriñán.
Por último, si aún dispones de más tiempo en tus vacaciones en A Coruña podemos recomendarte más planes. Hacia el norte es una genial idea visitar pueblos como Camariñas o Laxe. Desde este último lugar también puedes llegar a la conocida como playa de los Cristales, uno de los lugares más singulares de la región.
Hacia el sur de la ría de Corcubión tampoco deberías perderte encantadoras villas como Noia o lugares únicos en el mundo como el Castro de Baroña, una antigua aldea celta junto al mar de la que te enamorarás seguro. Como ves, planes sobran, solo queda que organices tu ruta como más te guste.
¿Cómo llegar a Corcubión?
Corcubión se encuentra en el noroeste de Galicia a casi la misma distancia de A Coruña que de Santiago de Compostela. En cualquier caso, nuestra recomendación es comenzar la ruta desde Santiago hacia Muros. El viaje lleva una hora escasa primero por la Ag-56 y después por la AC-550, la carretera que bordea la mayor parte de la ría de Corcubión pegada a la costa.