Cabo Finisterre, maravíllate con un atardecer en el fin del mundo
El Cabo de Finisterre, en gallego llamado Cabo Fisterra, fue considerado durante mucho tiempo el punto más occidental de la tierra. Y es que los romanos, al llegar aquí, llegaron a pensar que verdaderamente era el fin del mundo, por eso lo denominaron «finis terrae».
Hablamos de un lugar cargado de magia y de fascinantes paisajes que cautivan al viajero. No obstante, hasta este lugar se prolonga el Camino de Santiago para los peregrinos que siguen la tradición de quemar junto a la orilla del mar las ropas antes de volver de nuevo a casa. Un mito que lleva atrayendo al hombre desde hace miles de años.
Si te apetece conocer la historia y todo lo que puedes hacer y ver en este maravilloso rincón de Galicia, hoy en nuestro blog te lo contamos todo.
Cabo Finisterre: un lugar con una apasionante historia
Finisterre (en gallego, Fisterra) es un cabo situado en la costa atlántica noroeste de la Península Ibérica, en el municipio gallego de Fisterra, en la provincia de La Coruña. El cabo se emplaza en una península rocosa de granito ubicada en pleno corazón de la Costa da Morte.
No cabe duda de que el cabo Finisterre representa la verdadera esencia de la Costa da Morte. Además del paisaje, formado por zonas agrestes, abruptos acantilados e impresionantes playas, la magia de este lugar reside en que aquí se puede contemplar una de las mejores puestas de sol que cualquiera pueda imaginar. Algo normal teniendo en cuenta que solo estamos nosotros y la inmensidad del Océano Atlántico.
El cabo Fisterra ha sido un lugar admirado desde siempre, atrayendo a viajeros de lejanos países y también, con menos fortuna, a muchos barcos que naufragaron en sus traicioneras aguas.
Fisterra lleva evocando misterios desde tiempos inmemoriales. Estos parajes forman parte de las leyendas mitológicas de los primeros pobladores de Europa, que creían que en esta zona se encontraba la puerta a otra existencia. No en vano, en las leyendas celtas es habitual encontrar a sus protagonistas haciendo su último viaje a este paraíso navegando en una barca de piedra.
Cuando los romanos llegaron al cabo Finisterre, presenciaron por primera vez el fascinante espectáculo de la puesta del sol hundiéndose en la inmensidad del océano. Era para ellos el mar del fin del mundo.
Actualmente, aún sigue existiendo la creencia popular de que es el punto más occidental de la península ibérica. Sin embargo, este honor pertenece al Cabo da Roca en Portugal, que está 16,5 kilómetros más al oeste, siendo el punto más occidental de la Europa continental. Sea como sea, el cabo Finisterre sigue conservando un aura especial que atrapa a todo aquel que lo visita. ¡Hay que vivirlo!
Faro de Fisterra, el más cercano a América
El faro del cabo Finisterre, probablemente uno de los faros más visitados de Europa, fue construido en 1853. La torre del faro está construida en mampostería y tiene una base octogonal. En su cima, se encuentra la bóveda dispuesta en forma de linterna poligonal. La torre mide un total de 17 metros y su luz, que guía a los barcos en estas peligrosas aguas, se encuentra a 143 metros sobre el nivel del mar, con alcance total de más de 30 millas náuticas.
La climatología de la zona, en la que es frecuente la niebla en el invierno, motivó que en 1888 se añadiese una sirena para avisar del peligro a los navegantes.
Aún con todo, este faro ha sido escenario de varios naufragios, como el 7 de septiembre de 1870, cuando el HMS Captain acabó hundiéndose con 482 personas a bordo. En esta tragedia, solo 18 marinos lograron sobrevivir abordando un bote liberado durante el hundimiento y remando durante horas hasta llegar al pueblo de Finisterre.
¿Qué hacer cerca del cabo Finisterre?
Fisterra es mucho más que su cabo y su famoso faro, ya que en esta zona el visitante puede hacer muchas cosas. El propio pueblo de Fisterra es un buen lugar para darse un paseo, mezclarse con las gentes locales y contemplar el ir y venir de sus barcos en el puerto.
Asimismo, desde las inmediaciones del faro es posible acercarse al cementerio municipal, una innovadora obra del arquitecto César Portela, autor de otras maravillas de la costa da Morte, como el faro de Punta Nariga. Muy alejado del concepto habitual, este moderno camposanto está formado por cubos de hormigón situados al borde del mar.
Otro plan que también merece la pena hacer cerca de aquí es subir por la ladera del monte Facho hasta llegar a la cumbre, donde se encuentran los restos de lo que fue la ermita de San Guillermo.
Muy cercana al cabo Finisterre, se encuentra la iglesia de Santa María das Areas, un templo románico relacionado con innumerables leyendas de la tradición local. Este edificio del siglo XII alberga en su interior la imagen del Santo Cristo da Barba Dourada, una talla de estilo gótico encontrada en alta mar y conocida entre los locales por sus propiedades mágicas.
¿Cómo llegar al Cabo Finisterre?
Para llegar al cabo Finisterre es necesario seguir hasta el final de la carretera AC-445 que lleva al pueblo de Fisterra y después al propio cabo. De todos modos, las indicaciones para llegar a este lugar son claras, puesto que se encuentra perfectamente indicado en varios lugares de la localidad. Durante el trayecto por esta carretera podremos contemplar unas impresionantes vistas de la costa y toda la ría de Corcubión.
En caso de que te encuentres planificando una escapada por la costa da Morte te aconsejamos que eches un vistazo a los hoteles en Finisterre, puesto que este pequeño pueblo marinero tiene varias opciones disponibles, entre las que estamos seguros que se encuentra alguna que se adapte a tus necesidades. Desde aquí tendrás un perfecto punto de partida para conocer los innumerables atractivos de la provincia de La Coruña como, por ejemplo, la fervenza del Ézaro, la playa de Carnota, el Castro de Baroña o las Dunas de Corrubedo.