Llega el momento de disfrutar de una etapa sencilla entre Coímbra y Mealhada del Camino Portugués central. Después de la visita a la preciosa ciudad de Coímbra continuaremos nuestro Camino a Santiago siguiendo el curso del río Mondego. Los primeros kilómetros de la etapa serán de carácter urbano y posteriormente atravesaremos algunos pequeños pueblos hasta llegar a Mealhada. Esta sosegada ciudad, poblada ya desde época del Imperio romano, como demuestra su Miliario del siglo I, es elegida por la mayoría de peregrinos para pernoctar, pues tiene todos los servicios necesarios.
Etapa
9
Longitud
23,3 Km
Dificultad
Media
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En esta novena etapa entre Coímbra y Mealhada del Camino Portugués no encontraremos grandes dificultades. Lo único reseñable es un sendero de arena fina de poco más de kilómetro y medio entre las poblaciones de Santa Luzía y Mala, que puede representar dificultades, especialmente para bicigrinos y peregrinos con movilidad reducida. Sin duda, una etapa sencilla del Camino de Santiago.
Aunque algo apartado del Camino Portugués, en la etapa entre Coímbra y Melhada se encuentra la Mata do Buçaco, conocido como el bosque encantado de Portugal. Este conjunto monumental compuesto por jardines, un palacio y un convento, además de otros monumentos, es un lugar precioso donde perderse en verdes bosques con especies arbóreas únicas. ¡Recomendadísimo!
En el apartado gastronómico, en los restaurantes de la zona predominan los platos hechos con leitão, lechón en español. Aquí se cocina «á Bairrada», en horno de leña, ensartado en un espeto, aunque también se puede comer en formato bocadillo, conocido como sande de leitão. también destacan otras especialidades como el arroz á antiga o los caramujos (bígaros). Para finalizar, el toque dulce tiene nombre propio: cavacas, una especie de bizcochito glaseado, muy similar a los melindres o rosquillas.
Acostumbrados a las largas etapas anteriores, esta etapa del Camino Portugués entre Coímbra y Mealhada no supondrá dificultad alguna para los ya experimentados peregrinos. A mitad de camino tendremos la posibilidad de visitar la Mata do Buçaco, un conjunto arquitectónico, botánico y paisajístico único donde se encuentra el Palácio Real, considerado el último legado de los Reyes de Portugal.