El Camino del Norte comienza su periplo final por Galicia desde Ribadeo. La etapa entre Ribadeo y Lourenzá del Camino de Santiago es una etapa asequible de casi 30 kilómetros, aunque eso sí, ya empezaremos a notar los rigores de las montañas gallegas. Los retos del día se encuentran en A Ponte Arante y en el acceso a Lourenzá, con dos pendientes que pondrán a prueba al peregrino.
Etapa
27
Longitud
28,4 Km
Dificultad
Alta
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La etapa entre Ribadeo y Lourenzá del Camino de Santiago es bastante asequible donde el principal desafío será la falta de servicios a partir de Vilela, durante 15 kilómetros aproximadamente.
Los peregrinos en bicicleta y las personas con movilidad reducida deben tener cuidado en la subida a Ponte Arante y algún que otro tramo, pues pueden estar embarrados o en mal estado, principalmente en época de lluvias. En cualquier caso, es posible desviarse entre Vilela y A Ponte por la LU-133 hasta la ermita de Nosa Señora das Virtudes.
La etapa entre Ribadeo y Lourenzá del Camino de Santiago guarda varios puntos de interés que a continuación te detallaremos. En Lourenzá, destaca el monasterio de San Salvador, unido a la historia y desarrollo de la villa. Referente del barroco gallego, fue fundado en el siglo X por el conde Osorio Gutiérrez, conocido como el Conde Santo. También merece la pena acercarse a ver templos como la iglesia parroquial de San Xurxo, la iglesia de San Tomé y la iglesia de Santa María, en cuyo interior se encuentra el Museo de Arte Sacro.
En cuanto a la gastronomía, en estas primeras etapas en tierras gallegas podremos degustar ya los platos más tradicionales de la cocina gallega, como el lacón con grelos, el cocido y la empanada. También es muy buena idea comer o cenar racións, como raxo con patatas, zorza, orella. Aunque sin duda, la gran protagonista es la «faba de Lourenzá», producida en el valle homónimo y con una gran fama.
En la etapa entre Ribadeo y Lourenzá del Camino del Norte dejamos atrás definitivamente el Cantábrico y nos adentramos en el interior rural lucense. Caminaremos entre zonas ganaderas rodeados de pastos y bosques de eucaliptos y afrontando sucesivas subidas y bajadas. Los peregrinos que lo prefieran tienen la posibilidad de acortar la etapa en alguno de los albergues intermedios, aunque aconsejamos continuar hasta la bonita villa de Lourenzá.