La etapa entre Laredo y Güemes del Camino del Norte es una etapa larga, pero que a cambio no tiene demasiados desniveles de consideración. Comenzando en Laredo, el recorrido guarda sorpresas, como cruzar la ría en barca hacia Santoña, una experiencia única en la que podremos contemplar unas vistas espectaculares. En caso de peregrinar en invierno habrá que desviarse por la variante interior que pasa por Colindres, única alternativa disponible. Sea como sea, cualquiera de los dos trazados discurre por bellos parajes y siempre rodeados de las interesantes marismas de Santoña y Noja.
Etapa
11
Longitud
29 Km
Dificultad
Media
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En la etapa entre Laredo y Güemes del Camino del Norte nos encontramos ante una etapa de lo más sencilla de esta ruta jacobea, aunque con sus particularidades. En caso de viajar en invierno, no se encontrará operativo el paso de barca de Santoña, por lo que no quedará más remedio que tomar un autobús entre Laredo y Santoña o tomar la variante que pasa por Colindres. Una vez pasada esta localidad, el Camino del Norte se bifurca de nuevo, pues podremos optar por girar a la derecha y volver al camino original entre Santoña y Berria; o bien seguir de frente y enlazar en San Miguel de Meruelo.
También habrá que estar atento a la salida de Santoña en el ascenso a la colina de El Brusco, cuyo firme se encuentra en bastante mal estado, algo que se acentúa con las lluvias y el mal tiempo.
Estas anteriores recomendaciones habrán de tenerlas muy en cuenta para planificar su itinerario tanto los peregrinos en bicicleta como las personas con movilidad reducida.
Durante esta etapa entre Laredo y Güemes del Camino del Norte pasaremos por varias villas marineras de lo más interesantes. Los principales puntos de interés de tipo cultural se centran en la iglesia románica de Santa María del Puerto, en Santoña y la magnífica iglesia románica de Bareyo, muy cerca de la ruta jacobea. En Noja merece la pena visitar la iglesia de San Pedro y el palacio de los Marqueses de Albaicín. Ya en Güemes recomendamos la visita a la ermita de San Julián, la iglesia de San Vicente y el palacio de Güemes.
En el terreno gastronómico, el peregrino amante del buen comer se encontrará aquí casi en el paraíso. Y es que los pueblos de la zona son bien conocidos por la calidad de sus pescados y mariscos. Santoña es famosa por sus anchoas, de las que dicen que son las mejores de Cantabria, aunque otras villas también tienen excelente materia prima.
Asimismo, en los restaurantes locales podrás encontrar platos típicos como la marmita de bonito, similar al marmitako vasco, el cocido montanés, el sorropotún y una gran variedad de pescados de calidad como la lubina, merluza, lenguado, bacalao, etc. Y si decides parar en Noja, será imprescindible que pruebes sus nécoras, pescadas aún de la manera más tradicional. Por último, en el postre el toque dulce lo ponen delicias como las corbatas de Unquera, un delicioso dulce de hojaldre y almendra.
La etapa entre Laredo y Güemes del Camino del Norte pasa por la capital de la anchoa, Santoña. El recorrido será plácido y por terreno llano, aunque eso sí, exige concentración y paciencia ante los continuos cambios de dirección que tendremos que tomar entre las pequeñas aldeas de los municipios de Arnuero y Meruelo. Atentos también a la subida a la colina de El Brusco, con el firme en bastante mal estado. Todo el esfuerzo tendrá la recompensa de llegar a la tranquilada de la aldea de Güemes, en el municipio de Bareyo.