Santillana del Mar, una de las villas medievales más bonitas de España
Santillana del Mar es una localidad de la Costa Occidental cántabra que atrapa al viajero, además de por su enorme legado histórico representado en la célebre cueva de Altamira, por su privilegiado entorno natural entre prados y colinas a escasos kilómetros del mar.
No sabemos si es su aspecto medieval, sus calles empedradas, sus torres, sus palacios señoriales o las numerosas casas de hidalgos que podemos ver en el pueblo.
Pero lo que es indudable es que Santillana tiene algo especial que atrapa al visitante y que, en su momento, hizo de ella un destino de turismo rural incluso, mucho antes, de que existiese el turismo rural propiamente dicho.
Sin duda, una avanzada a su tiempo. ¡Y hoy te la descubrimos!
Santillana del Mar, uno de los pueblos más bonitos de España
Lo cierto es que cuando se trata de elegir el pueblo más bonito cada uno tiene siempre sus preferencias. Suele gustar lo propio, lo local o aquellos pueblos que nos traen recuerdos. Sin embargo, lo estético es casi siempre una razón de peso para decantarse. Y Santillana del Mar, con su arquitectura típica y su historia, se alzó en 2019 como la capital del Turismo Rural. La villa siempre acaba estando en las quinielas para estos galardones, así que por algo será, ¿no?
Este encantador enclave cántabro es conocida como la villa de las tres mentiras, pues ni es santa, ni mucho menos es llana, ni está al lado del mar, aunque el municipio si es bañado por el Cantábrico. Aunque más allá de estas mentiras, si algo ha hecho famosa en todo el mundo a Santillana del Mar es la Cueva de Altamira, conocida como la «Capilla Sixtina» del arte rupestre del Paleolítico y un lugar único en el mundo considerado Patrimonio de la Humanidad.
La villa de Santillana del Mar se disfruta paseando por sus calles. De hecho, es la mejor forma, ya que por ellas solo pueden rodar los coches de los residentes, lo que permite deleitarse con cada uno de sus rincones, cada uno de sus edificios o cada una de sus plazas. Caminando lentamente, con calma.
Un buen punto de inicio para el paseo por Santillana del Mar es empezar desde el aparcamiento de la villa. En primer lugar, llagaremos a la plaza de Ramón Pelayo, la Plaza Mayor de la villa donde el visitante puede hacer una visita al parador Gil Blas, un bonito hotel situado en una casa de finales del siglo XVII o visitar la Torre de Don Borja, de origen medieval y declarado Bien de Interés Cultural en 1943.
A partir de aquí lo ideal es callejear y remolonear por el pueblo. Sin rumbo. Perderse y encontrarse, ya que en Santillana del Mar todas las calles llevan a la de la Carrera que, aunque cambie de nombre con el discurrir del paseo, sigue siendo la arteria principal de la villa.
Aquí podremos ver una hilera de antiguas casas llenas de historia, como se desprende de sus placas con el año de construcción. Antaño casas de labriego con cuadras en la planta baja, ahora son usadas como emplazamiento de restaurantes y variadas tiendas de souvenirs. Esta calle finaliza en la Colegiata de Santa Juliana, uno de los emblemas de la villa y una de las maravillas del románico cántabro.
Pero, como en la mayoría de lugares de Cantabria, todas las bondades de esta villa no estarían completas si no se comiese bien. Muy bien. Y es que pocas aldeas están en mejor sitio que Santillana del Mar: entre la montaña y el mar. La calidad y frescura de los pescados y mariscos locales, adquiridos en subasta en las cercanas lonjas de Comillas y Suances, está siempre asegurada y forma parte de deliciosas recetas marineras. Y, por otra parte, las recetas montañesas requieren de las mejores carnes, que se crían en los verdes pastos, de los que aquí hay de sobra.
¿Qué ver en Santillana del Mar?
Santillana del Mar es una localidad que merece mucho más que un fin de semana, pues pese a no ser demasiado grande, tiene mucho que ofrecer al visitante. Arte, arquitectura, cultura, naturaleza o gastronomía son solo algunas de las atracciones de la villa.
Es por ello que esta guía con los mejores lugares que ver en Santillana del Mar te ayudará a aprovechar el tiempo al máximo visitando uno de los pueblos medievales con más encanto de toda España.
Museo y Cueva de Altamira, la historia en Santillana del Mar
Si hay un lugar famoso mundialmente en Santillana del Mar ese es la Cueva de Altamira, considerada la «Capilla Sixtina del Arte Rupestre». Se trata del summum del arte rupestre paleolítico, un lugar de peregrinaje para los apasionados de la historia, el arte y la paleontología.
La cueva fue descubierta en 1868 por Modesto Cubillas y posteriormente estudiada por Marcelino Sanz de Sautuola, que encontró en ella pinturas y manifestaciones artísticas de hace más de 36.000 años. El techo de la sala de los polícromos, donde se pueden ver pinturas de bisontes de hace casi 15.000 años, es un lugar único designado Patrimonio de la Humanidad.
En la actualidad la cueva de Altamira original se encuentra cerrada al público con el fin de prolongar su conservación, pero es posible ver una réplica original en el Museo de Altamira. Sin duda, uno de los lugares que, si o si, debes ver en Santillana del Mar.
Colegiata de Santa Juliana, la joya del románico de Santillana del Mar
La Colegiata de Santa Juliana, Patrimonio de la Humanidad y Monumento Nacional, ha estado asociada siempre a la villa. Es más, el enclave ha crecido en torno a este edificio y toma su nombre de su advocación, ya que la localidad recibió el nombre del monasterio, que derivó de Santa Juliana a Santillana. Así que resulta que sí, que Santillana del Mar sí tiene algo de santa y que el dicho no es del todo cierto.
Este templo es una de las joyas del románico del norte de España y, sin duda, el monumento románico más notable de Cantabria. Su construcción se remonta a principios del siglo XII y el claustro es de finales del mismo siglo. La colegiata creció con la importancia del Camino de Santiago, hasta convertirse en lo que es hoy en día, el corazón de Santillana del Mar.
Lo más destacado de la colegiata es indudablemente su interior, excelentemente conservado, con un retablo mayor con influencias flamencas, una pila románica del siglo XIII y, por supuesto, su fascinante claustro con 43 capiteles grabados en el que se entremezclan animales y seres fantásticos con escenas religiosas. Una espectacular obra de arte en si misma.
El casco antiguo de Santillana del Mar
Aunque ya te hemos descubierto antes la importancia monumental y arquitectónica de la villa, lo cierto es que bien se merece un apartado único. Santillana del Mar es una joya arquitectónica que conviene disfrutar con calma. Conocida por ser la villa de los escudos, sus calles adoquinadas están salpicadas de casas señoriales y monumentos notables que hablan por sí mismo.
Mención aparte merece el conjunto de la Plaza Mayor, quizás una de las plazas rurales más bonitas de España. En esta pintoresca plaza se encuentran, además del ayuntamiento, algunos de los principales atractivos de la villa como la Casa del Águila y la Parra y la Casa del Cura que, con sus balcones engalanados con flores, es quizás la casa más fotografiada de toda Santillana del Mar. No te pierdas tampoco otros símbolos como la Torre de Don Borja y la Torre de Merino, dos preciosas atalayas medievales.
Pero además de los citados anteriormente y la bella Colegiata románica de Santa Juliana, la villa está repleta de muestras de arquitectura de diferentes épocas de tipo civil, religioso y popular. Algunos de ellos están restaurados y en buen estado de conservación, mientras otros están en ruinas, pero sea como sea, representan una excelente muestra de la importancia de esta villa.
Entre los edificios de tipo civil destacan las Casas de los Cossio y los Quevedo, la Casa de Leonor de la Vega, el Palacio de Velarde, la Casona de los Villa en la calle Santo Domingo, la Casona de los Hombrones, el Palacio de Bustamante, el Palacio de la Chamberga o la Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria. Entre las de tipo religioso merecen mención el Convento de San Ildefonso o el Convento de Regina Coeli, que alberga el Museo Diocesano, con más de 600 obras de diferentes iglesias de Cantabria datadas entre el siglo VII y el siglo XX.
¿Cuándo visitar Santillana?
Santillana del Mar es una villa realmente turística que recibe grandes cantidades de visitantes año tras año. Es por ello que, si has anotado en tu agenda una visita a este encantador pueblo, deberías preparar el viaje con antelación, ya que las plazas hoteleras suelen agotarse a menudo, principalmente, en verano. Por ello, te aconsejamos mirar con tiempo los hoteles en Santillana del Mar para que tengas más posibilidades de encontrar uno que se ajuste a tus necesidades y a buen precio.
Este encantador pueblo puede ser el punto es el punto de partida ideal para disfrutar de todo lo que ofrece esta zona de Cantabria y acercarte a ver atracciones como la cercana Cueva de Altamira, el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal, la impresionante villa de Comillas o el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
¿Cómo llegar a Santillana del Mar?
Santillana es una villa excelentemente comunicada, puesto que el aeropuerto de Santander se encuentra a poco más de 30 kilómetros y el tren llega también hasta Santander y la cercana Torrelavega. Si decides visitar la villa en coche existen varias opciones según de donde vengas:
- Desde el Oeste, para lo que vienen de Asturias y Galicia, la mejor opción es la autovía del Cantábrico A-8, en la que es necesario desviarse en la localidad de Puente San Miguel y tomar la carretera autonómica CA-133 que lleva directamente a Santillana.
- Desde el sur, para los que vienen de Burgos o Palencia, lo mejor es tomar la Autovía A-67 en dirección a Santander hasta Torrelavega, donde cambiaremos a la Autovía A-8 en dirección a Cabezón de la Sal. Nuevamente tomaremos la salida de Puente San Miguel y accederemos a Santillana del Mar por la CA-133.
- Finalmente, desde Santander o Bilbao, será necesario tomar la A-67 en dirección a Torrelavega y desviarse por la salida de Suances/Santillana del Mar a través de la carretera N-611 y en Barreda, tomar la CA-131 que lleva directamente a Santillana.