Cueva de Altamira, una maravillosa joya del arte rupestre paleolítico
La cueva de Altamira, situada muy cerca de la encantadora Santillana del Mar, es una cavidad natural formada en la roca donde se conserva una de las mayores y mejores representaciones pictóricas de la prehistoria. Si te encanta la historia y la cautivadora comunidad autónoma de Cantabria, la cueva de Altamira es uno de los sitios que debes apuntar en tu agenda.
No obstante, esta cueva es mundialmente conocida como la «Capilla Sixtina del arte rupestre». Sin duda, Altamira representa una oportunidad única de viajar al período Paleolítico en apenas unos segundos y maravillarse con el arte del hombre de la prehistoria. Hoy te contamos la historia y todo lo que debes saber sobre este fascinante lugar.
Historia de la Cueva de Altamira
La cueva de Altamira, considerada el primer conjunto de pinturas prehistóricas de gran extensión conocido en el mundo, fue descubierta en 1868 por Modesto Cubillas. Se dice que, estando de caza, dio con la entrada de la gruta al intentar liberar a su perro, atrapado entre unas rocas al perseguir a una presa. Sin embargo, su hallazgo no resultó muy relevante, puesto que en toda la zona hay decenas de grutas y cuevas, al ser un terreno kárstico, algo conocido por los vecinos de la época.
Sin embargo, Modesto se lo contó a Marcelino Sanz de Sautuola que, a posteriori, fue el hombre clave en el descubrimiento de las pinturas. Marcelino, un hidalgo santanderino aficionado a la paleontología, no la visitó hasta 1875. En su primera incursión, no reparó en nada relevante. Fue 4 años más tarde, acompañado de su hija, cuando esta última realizó un hallazgo increíble: las pinturas rupestres de la cueva de Altamira.
Al año siguiente, en 1880, Marcelino presentó las pinturas y sus conclusiones sobre los hallazgos en un trabajo titulado «Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander». Esta publicación, que causó un gran impacto, fue rechazada por muchas de las autoridades en prehistoria de la época, incluso llegando a especular algunos de ellos con el hecho de que fuesen pintadas por el propio Marcelino en una de sus múltiples incursiones. De este modo, las pinturas de esta cueva fueron condenadas al ostracismo durante más de veinte años.
Tuvieron que ser descubiertas las cuevas de Pair-non-Pair, La Mouthe y Font de Gaume, en el sur de Francia, para que el mundo entero por fin creyera a Marcelino Sanz de Sautuola y el origen prehistórico de las pinturas que el mismo descubrió. Corría ya el año 1902, momento a partir del cual los principales prehistoriadores excavaron y estudiaron esta maravilla histórica y acabaron admitiendo su pertenencia al Paleolítico.
Historiadores como Cartailhac, Alcalde del Río, Obermaier y Breuil publicaron los resultados de sus estudios desde 1906 hasta 1935, constituyendo estos trabajos la mejor referencia y bibliografía existente sobre la cueva de Altamira hasta la actualidad.
Finalmente, en 1985, la cueva de Altamira fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En 2008 su reconocimiento fue ampliado para integrar otras 17 cuevas situadas en el País Vasco, Asturias y Cantabria, formando la agrupación «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España».
¿Qué puedes ver en la cueva de Altamira?
La cueva de Altamira es relativamente pequeña, ya que solo tiene 270 metros de longitud, pero su interior está repleto de diversas manifestaciones de arte rupestre. Tiene una forma sencilla compuesta por una galería con escasas ramificaciones que termina en una larga galería estrecha por la que no es muy fácil moverse.
Los grabados y las pinturas de la cueva de Altamira pertenecen a los periodos Magdaleniense, Solutrense y, en menor proporción, al Gravetiense y al Auriñaciense. Esto demuestra que fue utilizada durante varios periodos, aproximadamente durante 22.000 años, desde hace 35.600 hasta hace unos 13.000, cuando dejó de ser ocupada a consecuencia de un derrumbe.
El estilo de la mayor parte de sus pinturas se distingue por el realismo de las figuras representadas y por la gran precisión que tenían estos artistas prehistóricos. La mayoría de expresiones representan animales y figuras antropomorfas, pero también dibujos abstractos, realizados de forma detallada, algo que demuestra que conocían a la perfección sus formas.
Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira
A principios de los 70, esta cueva era visitada cada año por más de 170.000 personas, lo que ponía en serio riesgo las características condiciones ambientales que la habían preservado durante miles de años. Es por ello que en 1977 las autoridades decidieron cerrarla hasta 1982, año en que reabrió, pero con restricciones a la visita de máximo 8.500 personas al año.
La medida duró hasta el 2002, año en que el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira acabó la construcción del Museo de Altamira, donde se creó la Neocueva, una réplica tridimensional, fidedigna y minuciosa que representa con todo detalle la cueva original. En la actualidad, más de 250.000 personas al año visitan la Neocueva de Altamira, buena prueba de su interés y su atractivo turístico.
Si tienes en tu agenda visitar la cueva de Altamira, te recomendamos que busques hoteles en Santillana del Mar. El entorno y la ubicación del encantador pueblo de Santillana del Mar es ideal para conocer otros sitios increíbles de Cantabria como, por ejemplo, el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal o el precioso pueblo de Comillas y su famoso Capricho de Gaudí.
Cómo visitar la cueva original de Altamira
Aunque las visitas a la cueva original se acabaron en 2002, visitar la cueva original de Altamira aún sigue siendo posible. Eso si, para ello deberás tener la suerte de tu lado ya que el nuevo programa de visitas solo permite a unos pocos elegidos adentrarse en la cueva original de Altamira.
Desde abril de 2015, mediante un sorteo, solo pueden entrar cinco personas una vez a la semana y durante una visita guiada de solo 37 minutos. Estas personas irán acompañadas en todo momento por dos guías con la intención de preservar el máximo exponente mundial del arte rupestre paleolítico.
Cómo llegar a la Cueva de Altamira
La cueva de Altamira se encuentra situada a apenas 2 kilómetros de Santillana del Mar y es uno de los lugares más visitados en Cantabria. Para llegar a este encantador pueblo lo más sencillo es hacerlo o a través de la autovía A-8 en caso de venir del Norte o por la A-67 en caso de venir desde el Sur. En cualquiera de los dos casos, será necesario desviarse por la carretera CA-133 que lleva directamente a la villa.
Una vez en Santillana del Mar, será necesario conducir por la CA-134 para llegar a la cueva de Altamira.