Logroño

La Concatedral de Santa María de la Redonda está enclavada en pleno centro del casco antiguo de Logroño. Está construida sobre una primitiva iglesia románica que en 1435 adquirió el rango de Colegiata, al fusionarse con la de San Martín de Albelda. Según diversos estudios, la antigua iglesia tenía forma de círculo, por lo que de ahí viene su nombre, Santa María de la Redonda. Su fachada destaca por las dos torres de estilo barroco conocidas popularmente con el nombre de “torres gemelas”, a pesar de que una de ellas es un par de metros más alta que la otra.

Aunque no se encuentra exactamente en la ciudad de Logroño, el castillo de Clavijo está muy cercano (apenas 15 kilómetros desde el centro) y es una de las mejores cosas qué ver en Logroño. Una visita obligada para todo peregrino que tenga tiempo para hacerlo. Sus actuales restos se asientan sobre una colina rocosa en la cercana localidad de Clavijo. Según la tradición Jacobea, tuvo lugar la batalla en la que se apareció el apóstol Santiago, montando sobre un caballo blanco, en apoyo de las huestes cristianas que luchaban contra las hordas musulmanas en el año 844.

Aunque no sea exactamente algo qué ver en Logroño, lo cierto es que disfrutar de unos pinchos y un buen vino D.O. Rioja en la calle más popular de Logroño, es un imprescindible para aquellos que desean disfrutar de lo más auténtico de la ciudad.

Llamado Paseo del Príncipe de Vergara, pero conocido popularmente como Paseo del Espolón, fue durante muchos años el centro de Logroño y sigue siendo de las plazas más emblemáticas. En él podemos encontrar la estatua ecuestre del general Baldomero Espartero. Asimismo, también se encuentra la Concha del Espolón, que se usa como escenario en las fiestas de San Mateo para llevar a cabo la ofrenda del primer mosto de la temporada de vendimia a la Virgen De Valvanera, la patrona de La Rioja.

El puente de piedra arenisca que es necesario cruzar para entrar en Logroño tiene 140 metros de largo y 7 arcos. El viaducto actual es de 1884, sin embargo, el antiguo puente construido por San Juan de Ortega, tenía 12 arcos y fue derribado en 1871 por una riada. Este hermoso puente se construyó en el siglo XII para facilitar el paso de los peregrinos que llegaban a la ciudad y es todo un símbolo de Logroño, como demuestra el hecho de que desde 1285 aparezca en su escudo. Flanqueando el puente a uno y otro lado, también se pueden observar las casas de arbitrios, construidas a finales del siglo XIX para cobrar los tributos a las personas accedían a la ciudad y cobijar a los carabineros que vigilaban el puente.