San Vicente de la Sonsierra, una visita a La Rioja más desconocida
Quizás San Vicente de la Sonsierra no sea el pueblo de mayor renombre de la Rioja Alta, pero puede presumir de tener muchas otras cosas que otros no tienen. Para empezar, puede estar orgullosa de poseer las tierras que producen los mejores vinos de la comarca. Y es que estamos en un lugar donde todo el mundo tiene una bodega en su casa. Y donde existe una profunda e intensa cultura alrededor del vino.
Además de todo esto, también nos encontramos en antigua tierra de fronteras. Esto ha dado lugar a un notable patrimonio cultural, monumental y etnográfico. ¿Su mayor exponente? El conjunto fortificado del castillo de San Vicente que rivalizaba con el cercano castillo de Davalillo, propiedad de los reyes castellanos.
Hoy nos vamos de viaje a tierras riojanas para descubrirte todo lo que hay qué ver en San Vicente de la Sonsierra, uno de los pueblos más interesantes de La Rioja y un lugar que debes anotar en tu agenda para una escapada rural inolvidable.
Un poco de historia de San Vicente de la Sonsierra
Si bien la zona estuvo ya habitada durante la Prehistoria, como lo demuestran varios restos arqueológicos encontrados, no fue hasta el siglo X cuando aparece citado por primera vez San Vicente de la Sonsierra. Estas tierras, repletas de minúsculas aldeas alrededor de una iglesia o ermita, estaban bajo dominios de los reyes navarros, que llamaban a todo este vasto territorio Sonsierra.
Algunos de los núcleos antiguos aparecen referenciados como San Martín de Sonsierra, San Pelayo, Doroño, San Román, Artajona, Mutilluri o Peciña, entre muchos otros. No es hasta el siglo X cuando se crea San Vicente de la Sonsierra, que se alza como un pequeño baluarte defensivo. El enclave formaba parte de una poblada línea fronteriza que perseguía detener el avance de los musulmanes, pero también marcar el territorio en la frontera con Castilla.
Posteriormente, a inicios del siglo XI, San Vicente de la Sonsierra y todos sus dominios son donados por Sancho Garcés III al monasterio de Leire. Sin embargo, la época más destacada de este pueblo vino unos cientos de años después. Primero, Sancho el Sabio empezó con la construcción del castillo y concedió fueros, elevando a San Vicente a la categoría de villa. Ya después, en 1194, su hijo Sancho VII amplía el castillo y construye las murallas, levantando un imponente conjunto defensivo para defender estas tierras.
Tiempo después, durante los siglos XIII y XIV la zona se ve involucrada en las luchas de poder entre los reyes castellanos y navarros, que libraron varias batallas en torno al cercano castillo de Briones. Esto tuvo fatales consecuencias para San Vicente, ya que muchas de las aldeas se vieron afectadas por las guerras. Con todo, la villa continuó perteneciendo al reino de Navarra, pero los roces con Castilla eran evidentes y no dejaron de sucederse. No fue hasta 1512, que los Reyes Católicos anexionaron el reino de Navarra que comienza una época de estabilidad para San Vicente de la Sonsierra.
Ya en época contemporánea, aunque San Vicente de la Sonsierra perdió su importancia militar, tampoco fue ajena a los acontecimientos del momento. Por ejemplo, durante la Guerra de la Independencia la población fue ocupada por las tropas francesas desde 1.807 hasta 1.813. Asimismo, las posteriores Guerras Carlistas en las que se vio envuelta España también tuvieron como protagonista a estas tierras y su firme castillo.
Qué ver en San Vicente de la Sonsierra
San Vicente de la Sonsierra no es muy grande, pero para descubrir bien todos sus encantos hay que andarlo y dedicarle un buen tiempo. Y es que producto de su historia, la villa tiene una buena cantidad de monumentos y lugares de lo más interesante. Sigue leyendo y no te pierdas nada en tu viaje.
Plaza Mayor de San Vicente de la Sonsierra
Una excelente idea es comenzar a descubrir sus calles y entresijos desde la Plaza Mayor, comandada por una preciosa fuente con cisnes que miran atentamente a dos de los edificios más importantes de la villa: la Casa Consistorial y el palacio de los Gil Aguiriano, ambos construidos en el siglo XVIII con espectaculares soportales arqueados.
Esto es algo que tampoco debería sorprender al viajero, ya que es muy característico de San Vicente de la Sonsierra. Aquí a cada paso podremos ver decenas de casas blasonadas y palacetes que dejan patente la importancia que tuvo la repoblación en esta zona y la impronta que dejaron las diferentes casas nobiliarias que se asentaron en la villa.
Calle Mayor de San Vicente de la Sonsierra
Saliendo de la plaza a través de la calle Mayor podemos seguir maravillándonos con el patrimonio de la villa en forma de varias casonas de piedra que exhiben con orgullo sus escudos en las fachadas. Algunas de las más interesantes son el palacio de los Agüero o el de los Ramírez de la Piscina, además del Palacio de los López Cano y la Casa de los Davalillo, que podemos encontrar desviándonos por la calle Carnicerías. Si continuamos pronto nos encontraremos con el exterior de la muralla de San Vicente de la Sonsierra y la Puerta de la Primicia, que nos introduce en lo que era la antigua fortaleza.
Torre del Reloj, un icono en San Vicente de la Sonsierra
Alzando la mirada es posible divisar la Torre del Reloj y a la que se puede ascender por un pequeño sendero. La torre, construida en el siglo XVII sobre una torre albarrana medieval, se llama así porque el ayuntamiento decidió instalar en su interior el reloj mecánico, ya que era donde mejor se podía escuchar. Tanto la torre como el reloj fueron totalmente restaurados en 2005, por lo que se encuentran en perfecto estado de conservación.
El Castillo de San Vicente de la Sonsierra y su Torre Mayor
Ya en el recinto superior nos encontramos con lo que era el antiguo castillo y su Torre del Homenaje, conocida como Torre Mayor. Esta atalaya fue diseñada como una torre exenta que podía ser usada de refugio para una pequeña guarnición. La torre fue reutilizada en la Edad Moderna y tuvo diversos usos ya que fue cementerio y también sede de la guarnición carlista… Hoy en día ha sido restaurada y convertida en mirador. Una escalera de caracol de metal lleva a lo más alto, desde donde se puede ver una de las mejores panorámicas de estas tierras.
Iglesia de Santa María la Mayor
El recorrido por el conjunto fortificado de San Vicente de la Sonsierra se completa con la visita a este imponente templo, situado en el interior recinto amurallado. La iglesia de Santa María la Mayor es del siglo XVI y fue realizada en estilo gótico tardío. Si por fuera llama la atención, lo que hay en su interior no es para menos. Merece la pena entrar y admirar su pila bautismal del siglo XIII y el retablo Mayor de tres cuerpos del siglo XVI, atribuido al taller de los Beaugrant.
Saliendo del recinto amurallado por la puerta norte nos encaminamos al Mirador del Ebro, un lugar excepcional para la observación de la comarca. La panorámica tiene como telón de fondo el puente medieval, construido en el siglo XII en sillería y mampostería. El viaducto tenía el cometido de defender el paso del Ebro en la frontera de Navarra con Castilla y cobrar los impuestos.
Ermita de San Juan de la Cerca
Una vez terminada la visita a la fortaleza sonserrana es una buena idea volver atrás nuestros pasos y acercarnos hasta la ermita de San Juan de la Cerca. Este templo de estilo gótico primitivo es uno de los primeros que se construyeron en La Rioja y desde la mitad del siglo XVII actúa como sede de la cofradía de la Vera-Cruz de los Disciplinantes. En su interior se guarda la indumentaria que usan los «picaos» en Semana Santa.
Basílica de Nuestra Señora de los Remedios
Acabamos la visita a San Vicente de la Sonsierra parando en la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, que encontraremos si volvemos a la Plaza Mayor por la calle El Remedio. Esta construcción barroca del siglo XVIII custodia en su interior a la Virgen de los Remedios, patrona de la localidad y cuya festividad se celebra del 7 al 12 de septiembre.
¿Qué hacer en San Vicente de la Sonsierra?
Una de las tradiciones por las que San Vicente de la Sonsierra es noticia cada Semana Santa es, sin duda, la tradición de los Picaos. Y es que aquí esta celebración no se entiende sin esta tradición en la que los penitentes, conocidos como disciplinantes, recorren las calles del pueblo vestidos con túnicas blancas azotándose y flagelándose a espalda descubierta con una madeja.
Si bien no existe una fecha exacta de la primera vez que se llevó a cabo esta curiosa tradición, lo que sí se sabe es que la Cofradía de la Santa Vera Cruz de San Vicente existe desde mediados del siglo XVI. Esta costumbre, existente en otros pueblos de España, intentó detenerse en el siglo XVII, pero en la villa siguieron haciéndolo en privado. Hoy en día la de San Vicente es la única cofradía de disciplinantes de Europa.
Recomendaciones para disfrutar al máximo de tu visita a San Vicente de la Sonsierra
Si tienes pensado visitar el precioso pueblo de San Vicente de la Sonsierra te recomendamos que te alojes en alguno de los hoteles y alojamientos de San Vicente de la Sonsierra. No te demores en reservar tu hotel, porque dependiendo de la época, suele haber una alta ocupación y puede que no encuentres el alojamiento que más se adapte a tus necesidades.
Después de que hayas buscado en los mejores hoteles o alojamientos en La Rioja y hayas reservado el tuyo, te recomendamos aprovechar la visita para conocer otros sitios maravillosos de interés turístico como San Asensio, el Jardín Botánico de La Rioja, el Monasterio de Santa María la Real en Nájera, Azofra, el castillo de Davalillo, el Castillo de Cuzcurrita, los Eremitorios de Gobate o Ermita de San Felices.
Si eres de los que necesitas experiencias, te recomendamos que disfrutes de los mejores tours guiados y actividades en La Rioja. Actividades como el free tour por Logroño, pueden hacer de tu viaje una experiencia inolvidable.
¿Cómo llegar a San Vicente de la Sonsierra?
San Vicente de la Sonsierra se encuentra a poco más de media hora de la capital riojana Logroño. Desde esta ciudad hay dos alternativas igual de válidas, ya que el tiempo aproximado es similar y solo dependerá de cuál sea la ruta o los lugares para visitar. La primera es tomar la N-232a, que nos llevará por Laguardia directamente hasta el destino final. La otra, muy recomendada, es conducir por la N-232 que pasa por Briones (uno de los pueblos más bonitos de La Rioja), donde después tomaremos la LR-210 para llegar a San Vicente.