Calle Laurel de Logroño, descubre el paraíso del tapeo
La Calle Laurel de Logroño es con toda seguridad la calle más conocida de la capital riojana. Y no lo es ni por sus monumentos, edificios o museos, sino por ser el auténtico templo del tapeo.
Y es que tapear en Logroño es, además de toda una tradición, un auténtico placer. Ya sea invierno o verano, logroñeses o foráneos recorren la Calle Laurel, saboreando las especialidades de cada local acompañados de un buen vino. Entre los más de 60 restaurantes establecidos en la zona, hay para elegir. Y todos tienen un pincho famoso, algunos más clásicos, otros más vanguardistas, pero todos ellos deliciosos.
Así que si quieres disfrutar esta calle y su famoso ambiente a fondo, hoy te dejamos con la ruta que necesitas para descubrir por qué es tan famosa. Uno de los mejores planes para hacer en la capital de la comunidad riojana.
La Calle Laurel, un lugar para comérselo (y bebérselo)
Muy cerca de la calle Bretón de los Herreros, en pleno casco antiguo de Logroño y cerca del Mercado de San Blas, se encuentra la Calle Laurel, conocida por los riojanos y también muchos que no lo son simplemente como «La Laurel». Un templo gastronómico para los enamorados del buen comer y el mejor beber.
La Calle Laurel de Logroño no es una sola calle en realidad. Se trata de una zona de la ciudad formada por 4 calles: Laurel y San Agustín (que son paralelas) y dos pequeñas callejuelas más que conectan las dos principales, que son Albornoz y Travesía del Laurel. El itinerario, que tiene poco más de 300 metros, representa una de las rutas de pinchos más famosas de España y también más allá de nuestras fronteras.
Y es que esta zona de la ciudad es para todos los públicos. Sea cual sea la época, siempre se forma una interesante combinación donde se juntan cuadrillas de amigos de Logroño en busca del mejor pincho, familias con niños, gente venida del resto de La Rioja, turistas del resto de España y hasta un buen número de peregrinos extranjeros que recargan pilas mientras hacen parada en la ciudad en su Camino de Santiago. Todos contribuyen a que la Calle Laurel esté siempre con ambiente y animada.
Desde la perspectiva gastronómica, la Calle Laurel es un espacio imprescindible para conocer la merecida fama de los productos de La Rioja. Aquí puede uno deleitarse con algunos de los mejores vinos de España junto a pinchos elaborados con alimentos de temporada como las setas, los pimientos rojos o el queso Camerano con D.O. Sierra de Cameros.
Estamos también en tierra de buenas carnes, por eso resulta obligatorio probar en los restaurantes locales manjares como las chuletitas de cordero al sarmiento o el cordero Chamarito. Asimismo, los excelentes caldos riojanos resultan el mejor complemento para saborear platos como el bacalao y las patatas a la riojana, los caparrones con sacramentos o la menestra de verduras.
Entre bocado y bocado, cada vez más sabroso, seguro que no dejarán de llamarte la atención los curiosos nombres de algunos de los pinchos: cojonudos, quejas, champis, rotos, matrimonio, embuchados, etc. En algunos casos, estos pinchos incluso han dado nombre al local, en lugar del nombre original.
Como último apunte curioso, muchos logroñeses llaman a esta zona la «Senda de los Elefantes». ¿Sabes por qué? Porque se dice que quien va de bar tomando pinchos y vinos lo más seguro es que acabe con una trompa como la de un elefante. Así que ya se sabe, a tapear y comer bien, pero ¡con control!
Ruta por la Calle Laurel de Logroño: 10 lugares TOP para disfrutar del tapeo
Salvo contadas excepciones (que las hay y muy buenas), en la Calle Laurel de Logroño no abundan los locales de postín. Los que vienen aquí no buscan un producto exquisito, complejas elaboraciones o que les den un máster en enología.
En La Laurel la mayoría de los locales son bares en el sentido más literal de su acepción. De barra y mesa alta, taburete, servilletas por el suelo y ruído. Mucho ruido. El de la gente pasándoselo bien comiendo y bebiendo. Aquí te dejamos con nuestras 10 recomendaciones. Igual no están todos los que son, pero ten por seguro que son todos los que están. Acierto seguro.
Bar Soriano (Travesía del Laurel, 2)
Bar de los de toda la vida. De esos que saben agradar a la clientela desde el primer día de su apertura, ya en un lejano 1972. Aquí los pinchos de champiñones son ya una leyenda, convirtiendo este simple alimento en una delicatessen.
Su tapa estrella no es nada complicada ya que simplemente los hacen a la plancha, los aliñan con ajo y aceite y pinchan encima una gamba sobre un pedazo de pan. Cuentan que su secreto es el palillo, ya que impide que se vaya el sabor del aceite y los aromas. Sea lo que sea, lo cierto es que el que prueba repite.
Blanco y negro (Travesía del Laurel, 1)
Se trata del bar más antiguo de la Calle Laurel. Un lugar con historia donde llevan sirviendo las mejores especialidades locales desde el siglo XIX. Sin embargo, no es solo por esto por lo que es uno de los más famosos de Logroño. Lo es también por su pincho estrella, bautizado como el «matrimonio». Esta delicia se llama así porque en vez de la típica tapa de boquerón con anchoa, en el Blanco y Negro lo mezclan con un pimiento verde, todo ello en medio de un sabroso panecillo con aceite de oliva.
Bodeguilla Los Rotos (Calle San Agustín, 8)
La Bodeguilla Los Rotos congrega a decenas de fieles a diario, que se multiplican durante los fines de semana. Todos van en busca de sus célebres «rotos», unos bollos rellenos que pueden variar en sus ingredientes, aunque nunca faltan los huevos rotos entre ellos. Puedes probar rotos de chorizo, chistorra, champiñones, queso, gulas, bacalao, anchoas o patatas eligiendo entre alguna de las múltiples propuestas que se combinan con huevos. Todos ellos deliciosos y contundentes. Sin duda, el mejor lugar para no quedar con hambre yendo de tapas y disfrutar de cualquier tinto joven riojano.
Bar Ángel (Calle Laurel, 12)
El Bar Ángel es uno de los más famosos de Logroño, casi tanto como los pinchos de champiñones con gambas de la Calle Laurel, que aquí hacen con mimo y una salsa secreta cuya fórmula guardan desde hace más de medio siglo. Igual no hay mucho donde elegir en su carta, pero da igual. Su tapa estrella es motivo más que suficiente para hacer parada. Y por eso está siempre lleno y con ambiente. Uno de los bares que no te puedes perder por nada del mundo si quieres disfrutar del tapeo en Logroño.
La Taberna del Tío Blas (Calle Laurel, 1)
Se trata de uno de los locales con una oferta más moderna y variada. Por eso, a diferencia de otros locales de la Calle Laurel, esta taberna no tiene una tapa más famosa que las demás. Son muy famosos sus croquetones (espectaculares) y sus minihamburguesas, pero en su barra hay mucho donde elegir. Y todo muy bueno.
Recomendamos también la piruleta de solomillo con beicon y salsa de queso, los buñuelos de carne o el picadillo de chorizo y huevo. Todos ellos se pueden maridar con un Rioja o con cualquier otro tipo de vino, pues en la carta hay vinos de todo el mundo. Raro es el día en el que no está lleno o casi lleno. Sin duda, la mejor prueba de que se come y se bebe bien. ¡Ah! En verano es imprescindible probar el granizado de vino del tío Blas, muy original, refrescante y delicioso.
Las Quejas (Calle Albornoz, 6)
La especialidad de este local es precisamente la que le da su nombre: «las quejas», unos montaditos de jamón serrano, setas a la plancha y queso camerano fundido. Un bocado crujiente y delicioso que bien vale una parada. De paso, podrás descubrir su extensa oferta con mucho producto local de calidad donde elegir.
¿Te contamos un secreto? Como mejor sabe este bocadillo es acompañado de un buen vino de la tierra. Y aquí los hay muy buenos, pues en Las Quejas saben cuidar a los amantes de la enología.
La Taberna del Laurel (Calle del Laurel, 7)
Puede que no presente la oferta más llamativa, pero la Taberna del Laurel ofrece la posibilidad de empezar una buena jornada de pinchos con su plato estrella, las patatas bravas. Bueno, más bien patatas dos salsas, con salsa brava y mayonesa, aunque también pueden pedirse no picantes. Además de sus patatas, con una deliciosa salsa casera, también resultan la mar de apetecibles otras propuestas como los rollitos de espinacas o los pimientos rellenos.
Bar Jubera (Calle Laurel, 18)
Aquí de nuevo la especialidad son las patatas bravas, uno de los sabores más típicos de España. El bar trabaja una cuidada carta de tapas, pero su receta de las bravas es la que ha logrado más éxito, incluso cosechando varios premios. Las bravas del Jubera se sirven en la versión mixta, es decir, con mayonesa y salsa picante. Cortadas de forma irregular y servidas en cazuela de barro para comer con palillos, resultan de lo más auténtico. Sin duda, un local de obligada visita en cualquier ruta de tapas por la Calle Laurel de Logroño.
Bar Lorenzo Tío Agus (Travesía de Laurel, 4)
Este local, un negocio familiar que ya va por su tercera generación, es uno de los fijos para tapear en Logroño en la Calle Laurel. Todo el mundo ha estado aquí tapeando algo y casi todos hablan bien de su experiencia. Y eso será por algo. Su tapa estrella tiene el mismo nombre que el establecimiento «Tio Agus» y se trata de un bocadillo de pincho moruno hecho a la plancha acompañado de una deliciosa (y secreta) salsa casera con especias. Una tapa sabrosa y llamativa que, por si fuese poco, no suele dejar con hambre.
Bar El Perchas (Travesía del Laurel, 3)
Terminamos con un clásico. Y es que este bar tiene un producto estrella que es toda una institución en Logroño. Se trata de la oreja de cerdo, que en el Perchas explotan al máximo con una preparación singular, pero absolutamente deliciosa. ¿y cuál es la receta? Pues la cocen, la fríen y la rebozan, sirviéndola finalmente sobre una rebanada de pan. Los que quieran picante tienen también opciones. Sin duda, una propuesta diferente que lleva a otro terreno un pincho de los de toda la vida.
¿Cómo llegar a la Calle Laurel?
La Calle Laurel se encuentra en pleno casco histórico de Logroño, muy cerca de otros de los símbolos de la ciudad como son el Paseo del Espolón y la concatedral de Santa María de la Redonda. Lo mejor es