Castillo de Peñarroya: descubre esta histórica fortaleza de Ciudad real
Justo a la entrada de las Lagunas de Ruidera situado en un lugar estratégico con vistas privilegiadas de todo el entorno se levanta el Castillo de Peñarroya, cuyas macizas torres se reflejan en el embalse homónimo formando una postal inigualable.
La fortaleza es una de las pocas que todavía se conservan en el territorio que antiguamente dominaron los caballeros hospitalarios en La Mancha, en el denominado Campo de San Juan.
Vamos a descubrir hoy su historia y todo lo que necesitas saber para aprovechar la visita a este monumento, uno de los imprescindibles que ver en un viaje por Ciudad Real. ¡Allá vamos!
La historia del Castillo de Peñarroya
Si bien tradicionalmente se ha pensado que el origen del Castillo de Peñarroya era musulmán, hoy en día tras diversos estudios existe la certeza de que se trata de una fortaleza cristiana construída en el siglo XIII por la Orden Militar de San Juan de Jerusalén.
Cuentan las crónicas de la época que fue conquistado a los musulmanes en torno al año 1198 cuando simplemente era una alcazaba árabe que controlaba el acantilado junto al río Guadiana. La fortaleza no pudo soportar el asedio cristiano en el contexto de la Reconquista y sus murallas se abrieron a los cristianos, pasando después de la Batalla de las Navas de Tolosa a estar en poder de la Orden de San Juan.
Como todo castillo que se precie tiene su leyenda y esta cuenta que el mismo día que los cristianos lo arrebataron a los musulmanes, la Virgen de Nuestra Señora de Peñarroya se apareció a Alonso Pérez de Sanabria, el valiente caballero que lideró el asedio. Desde aquel momento el Castillo de Peñarroya se convirtió en el lugar de veneración de dicha Virgen, muy popular entre los paisanos de Argamasilla de Alba y los de la vecina La Solana.
Aunque no cabe duda alguna que su principal cometido fue en un primer momento militar y de control del territorio, a partir del siglo XIV su función pasó a ser esencialmente económica, ya que se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos para la citada orden.
Desde aquí la orden gestionaba el arrendamiento de pastos, el cobro de impuestos y la protección de los pobladores gentiles, a la vez que también hacía las veces de almacén de bienes, convirtiéndose en una especie de «caja de caudales» de la Orden de San Juan.
¿Cómo es el castillo? Todo lo que necesitas para aprovechar al máximo la visita
El Castillo de Peñarroya, se encuentra estratégicamente situado sobre una peña rubia o roja (no hay acuerdo sobre el origen de su nombre) de ahí su denominación de «roya». Desde allí domina el acantilado, en un tramo del río Guadiana que da a la presa del mismo nombre.
Aun cuando en sus trazas originales en el Castillo de Peñarroya se ve una fortaleza claramente medieval, su aspecto actual (exento de cualquier evidencia árabe pasada) es el resultado de diferentes actuaciones llevadas a cabo a lo largo de su historia, fundamentalmente entre los siglos XVI y XX.
Estamos ante un castillo construido en mampostería y sillería. Dispone en su exterior de un humilladero y un foso, además de un pórtico que da entrada a un gran patio de armas con distintas edificaciones como una iglesia del siglo XII y un aljibe medieval. Precisamente desde el patio de armas se puede acceder al interior de la ermita de la virgen de Nuestra Señora de Peñarroya que en el pasado fue la capilla original de la fortaleza.
Dicha ermita, que hunde sus raíces en el siglo XIII, fue objeto de varias reformas hasta el siglo XVII cuando una considerable reforma la dota de su inconfundible estilo barroco decadente y un interesante retablo de estilo churrigueresco.
Asimismo, en su interior se ha conservado hasta hoy el camarín de la virgen, el coro y varios frescos entre los que sobresale uno de la batalla de San Miguel Arcángel. También es digna de ver una impresionante talla del siglo XVII originariamente emplazada en el ya desaparecido convento de los Mercedarios de Argamasilla de Alba.
Completa el conjunto monumental del Castillo de Peñarroya la curiosa torre del homenaje de planta cuadrada y de tres plantas con un acceso a través del adarve. Hoy en día alberga la sede de la Cofradía de Nuestra Señora de Peñarroya, aunque en su momento presumiblemente fuesen las dependencias del señor del castillo o alcaide de la fortaleza.
Centro de Interpretación del Castillo de Peñarroya
El Centro de Interpretación se encuentra dividido en tres zonas: el Medio Natural, la Prehistoria e Historia y una tercera zona que está dedicada a las tradiciones cervantinas de La Mancha.
El principal objetivo de este espacio es descubrir al visitante la comarca, sus lugares más interesantes y aportar información sobre alojamientos, restaurantes y actividades de turismo activo. Es por esta razón por lo que representa un excelente punto de partida para visitar la zona.
Uno de sus principales atractivos es la zona dedicada al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera donde se cuenta cómo se formaron estas curiosas lagunas y los lugares más bellos para ver en este espacio natural. Asimismo, en su interior se obtiene cumplida información sobre la mejor época del año para la visita, así como sobre la fauna y la flora típica del parque.
Otra zona interesante del Centro de Interpretación del Castillo de Peñarroya es el que habla del propio castillo donde a través de paneles explicativos se puede conocer todo sobre su historia e interesantes datos que podrían pasar desapercibidos a primera vista.
Por su parte, en el área de prehistoria el visitante puede descubrir valiosa información sobre Las Motillas, probablemente los yacimientos arqueológicos más peculiares de la prehistoria en la Península Ibérica. Se trata un tipo de poblados y asentamientos fuertemente fortificados datados de la Edad de Bronce situados en zonas elevadas junto a ríos o lagunas.
Además, en el mismo espacio es posible conocer mucho más sobre el tramo de la Ruta de Don Quijote que discurre por Argamasilla de Alba, el castillo y el complejo de las lagunas tobáceas de Ruidera.
Por último, el área de Medio Ambiente y Naturaleza se centra en la llamada Mancha Húmeda, un área comprendida entre las provincias de Ciudad Real, Toledo, Cuenca y Albacete en la que existen hasta 60 diferentes humedales. Un espacio ideal para conocer la flora y la fauna de estos espacios naturales. Especialmente interesante resulta la parte dedicada a las aves ya que nos indicarán cuáles son los mejores lugares para poder hacer turismo ornitológico.
Sin duda, el Centro de Interpretación e Información Comarcal del Castillo de Peñarroya es un lugar imperdible si la intención es conocer más en profundidad qué ver en esta zona de la comunidad de Castilla La-Mancha.
Recomendaciones para la visita
Además de las cercanas Lagunas de Ruidera (uno de los must que ver en cualquier viaje por Castilla-La Mancha), los amantes de las actividades al aire libre tienen en la provincia ciudadrealeña un auténtico paraíso terrenal donde disfrutar de la naturaleza.
Por ejemplo, a menos de 1 hora por carretera se puede visitar el magnífico Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, un espacio natural casi único en Europa que representa el último ejemplo del curioso ecosistema de las tablas fluviales, muy característico en esta zona hace bastantes siglos.
También muy cerca se encuentra otro parque nacional de los 16 que existen actualmente en España. Hablamos del de Cabañeros, conocido como el «Serengueti español» por ser una excelente muestra del ecosistema de bosque mediterráneo muy bien conservado y también por su extraordinaria cantidad y variedad de fauna.
Por otra parte, más allá de naturaleza y turismo activo, la provincia ofrece un inmenso abanico de posibilidades para conocer un poco más sobre la apasionante historia de La Mancha.
A unos 3o minutos en coche se encuentra San Carlos del Valle, conocido como el «pequeño Vaticano» mientras que a unos 40 minutos se encuentra la histórica localidad de Campo de Criptana con sus molinos de viento quijotescos. También muy cerca se encuentra otra villa estrechamente vinculada al Quijote como es Villanueva de los Infantes.
Además, aprovechando la cercanía con la provincia de Albacete puede ser una magnífica idea visitar lugares como Riópar y Riópar Viejo con su singular historia, el nacimiento del río Mundo o el precioso pueblo de Aýna.
¿Cómo llegar al Castillo de Peñarroya?
El Castillo de Peñarroya se encuentra situado en el término municipal de Argamasilla de Alba junto a la carretera CM-3115 que une esta localidad y la de Ruidera. Dista unas dos horas desde la capital española y una hora desde la capital provincial Ciudad Real.
Para llegar desde Madrid es tan sencillo como tomar la autovía A-4 hasta Villarta de San Juan y después seguir por la CM-3113 hasta la localidad argamasillera, donde tomaremos la citada carretera CM-3115 que en menos de 20 minutos nos llevará a la fortaleza. Una vez llegados nos encontraremos una gran explanada donde estacionar cómodamente el coche además de carteles informativos sobre el castillo y las rutas de las Lagunas de Ruidera.
Por su parte, para visitar el Castillo de Peñarroya desde Ciudad Real tan solo hay que conducir por la autovía A-43 hasta Argamasilla y desde allí seguir las anteriores indicaciones.