Qué ver en Campo de Criptana: escapada por uno de los pueblos más bonitos de Ciudad Real
Además de sus mundialmente conocidos molinos de viento, sus espectaculares paisajes y sus históricas calles hay mucho más que ver en Campo de Criptana de lo que puedas imaginar. No en vano aquí descubrirás casas-cueva excavadas en la roca, entrañables barrios como el del Albaicín y bellos templos. Y también museos como el de Sara Montiel, donde conocer la trayectoria de esta artista nacida en esta localidad, sin duda la manchega más universal.
Y es que este encantador pueblo, uno de los lugares más bonitos de Ciudad Real y parada obligatoria en la conocida «Ruta del Quijote», es un destino ideal para empaparse de la historia y las tradiciones de La Mancha disfrutando de (literalmente) un escenario de novela. Así que acompáñanos hoy en nuestra ruta por Castilla-La Mancha y conoce todo lo que ver y hacer en Campo de Criptana. ¡Arrancamos!
Índice
Una pincelada de historia sobre Campo de Criptana
Si bien se tiene constancia de asentamientos humanos en la zona desde el Neolítico (hace más de 5.000 años) y de la ocupación por carpetanos durante la Edad de Hierro, Campo de Criptana no alcanzó una gran importancia hasta llegada la Edad Media. De hecho, durante época del Imperio Romano no era la ciudad más importante de la región, ya que este honor correspondía a Consuegra a la que los romanos elevaron a la categoría de municipium.
Tras la caída del Imperio Romano pasaron por estas tierras alanos, visigodos y musulmanes. En el año 1097 los árabes dominaban tres plazas muy cercanas Criptana (defendida por una fortaleza), el poblado fortificado de El Campo y también el arrabal de Villajos. Los musulmanes se dedicaban a contener el empuje cristiano como podían, aunque no tuvieron más remedio que entregar estas plazas a Alfonso VII en torno al año 1174.
Tras la victoria en la épica Batalla de la Navas de Tolosa se produce la definitiva conquista cristiana pasando la zona a manos de la Orden de Santiago. Fue precisamente el maestre de la orden el que fundó más de un siglo después (1328) lo que hoy se conoce como Campo de Criptana, unificando las localidades de Campo y Criptana.
Cientos de años después, a partir del siglo XVI, Campo de Criptana alcanza su máximo esplendor. Fue en esa época cuando se construyeron la gran mayoría de sus monumentos, entre ellos sus 34 molinos de viento (la mayor concentración de toda Castilla). También fue sobre esa época, concretamente en 1609, cuando recibió el título de villa.
Desde sus inicios la economía criptanense giró alrededor del cereal, el olivo y el vino, además de la ganadería ovina. Sin embargo, a finales del siglo XIX, la gran plaga de la filoxera en Francia motivó la búsqueda de nuevas tierras en el interior peninsular. Debido a ello la economía local viró en favor del cultivo de la vid que acabó convirtiéndose en el motor del municipio hasta la actualidad.
Qué ver en Campo de Criptana: ruta por Ciudad Real
Prepárate para descubrir los mejores paisajes quijotescos porque hoy te vamos a contar los principales puntos de interés qué ver en Campo de Criptana, la villa con los mejores molinos de viento de Castilla-La Mancha.
Molinos de viento, uno de los imprescindibles que ver en Campo de Criptana
Es innegable que el gran reclamo de cualquier visita a la localidad (y en general a toda esta zona de La Mancha Alta) son sus molinos de viento. Hablamos de los mismos molinos que se han convertido en los grandes protagonistas de miles de fotos en Instagram y otras redes sociales. Además, esta parte alta de la villa conocida como la Sierra de los Molinos, también es el mejor lugar para comenzar la ruta por Campo de Criptana.
Un dato importante para tener en cuenta es que la localidad criptanense es la que hoy en día atesora un mayor número de molinos de viento. Concretamente en lo alto de su cerro encontramos 10 molinos restaurados y otros 3 en ruinas de los más de 30 que existieron en su día. Posiblemente fueron aquellos 34 molinos, tal como quedó registrado en el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1752, los que según los historiadores inspiraron a Cervantes para escribir el capítulo VIII de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha».
Los más antiguos están datados del siglo XVI y se distinguen porque todavía conservan su techo de madera. Son los molinos del Sardinero, Infante y Burleta, todos ellos catalogados como Bien de Interés Cultural. Sirva de curiosidad que estamos hablando de los 3 únicos molinos de toda la Península Ibérica que todavía conservan su estructura y mecanismos originales y que, incluso, son capaces de moler el grano como se hacía antiguamente. Una tradición que sigue celebrándose el primer domingo de cada mes con motivo de la molienda tradicional de Campo de Criptana.
Pero… ¿cuáles son los molinos de Campo de Criptana visitables? Pues de todos los «gigantes de hierro» que hay en la sierra los que se pueden visitar por dentro son el Infante; el Culebro, en cuyo interior está el Museo de Sara Montiel;
el Quimera, que es sede del Museo de la Semana Santa de Campo de Criptana y el Poyatos, que alberga el Punto de información turística, ideal para proveerse de los mejores datos y hacer una visita más concienzuda.
Museo de Sara Montiel
Como ya hemos dicho, en el Molino del Culebro encontramos el museo de Sara Montiel, nacida aquí en Campo de Criptana en el año 1928. El museo es un espacio muy bien cuidado que hará las delicias de los fans de esta famosa actriz a la que muchos no dudaron en apodar como «la Ava Gardner española».
Está organizado en 3 plantas temáticas bien diferencias en las cuales se exponen datos de la artista, fotografías y carteles de la mayoría de las películas en las que actuó. Además, en el espacio tienen cabida otros objetos de sus actuaciones como trajes e incluso el piano de cola de color blanco que utilizaba en algunas de sus actuaciones y que la misma Sara Montiel donó al museo.
Barrio del Albaicín de Campo de Criptana
Tras hacer las preceptivas fotos a los molinos bajamos desde el Cerro de la Paz hacia Campo de Criptana para conocer el barrio del Albaicín. Si bien poco tiene que ver con su homónimo granadino y sus maravillosos rincones como el mirador de San Nicolás lo cierto es que tiene un particular encanto que invita a descubrir todos y cada uno de sus rincones. Y son muchos más de los que se ven a simple vista.
A los pies de los molinos se despliega un entramado de estrechas calles empedradas, pronunciadas cuestas y escalerillas sin un aparente orden pero que resulta una auténtica delicia recorrer. Lo más llamativo son sus típicas casas manchegas de teja árabe, ventanas con rejas de forja y color blanco con zócalo azul añil. Un sello de identidad que sin duda alguna dota a todo el barrio de una apariencia muy particular.
Casas-cueva
Pero como decíamos el Albaicín Criptano contiene algunos secretos. Y es que entre sus calles se esconden algunas casas-cueva, un tipo de viviendas excavadas en la roca muy típicas de los pueblos manchegos. Eran viviendas que por norma general usaron originalmente familias con pocos recursos y que se caracterizaban por mantener una temperatura estable durante todo el año.
Hoy en día algunas de ellas son museos, hoteles o restaurantes como es el caso de la casa-cueva del Cerro de la Paz (museo-vivienda), la casa-cueva de la pastora Marcela, la cueva de Mambrino, el restaurante Cueva la Martina o el restaurante Las Musas. A los pies del molino Infante también se puede ver una cueva-silo usada antiguamente para almacenar el trigo.
Pósito Real
Seguimos nuestra visita por Campo de Criptana bajando hacia el centro histórico. Uno de los edificios que más llama la atención del visitante es el Pósito Real datado del siglo XVI y el mejor ejemplo de la relación de la villa con la agricultura. Se trata de la antigua sede del banco agrícola donde se hacían préstamos en especie (principalmente grano) a los agricultores en época de carestía que estos devolvían al año siguiente tras la cosecha.
Su finalidad era doble ya que otra de sus funciones era la de regular el mercado del trigo para evitar posibles conflictos en caso de que el precio de algunos productos básicos como el pan o el trigo subiese demasiado. Tras la Guerra de la Independencia comenzó su decadencia siendo vendido en 1914 en una subasta pública y comprado posteriormente por el ayuntamiento en el año 1991.
En la actualidad es la sede del Museo Arqueológico de Campo de Criptana donde se exponen diversas herramientas y utensilios que permiten conocer la historia de la localidad desde sus orígenes hasta su época de esplendor en la Edad Media. Asimismo, suele albergar otras exposiciones itinerantes o eventos.
Plaza Mayor
Llegamos ahora a la Plaza Mayor, auténtico epicentro de la vida de la villa y uno de los imprescindibles qué ver en Campo de Criptana. En ella encontramos el moderno edificio del ayuntamiento y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Esta última destaca por su ecléctico aspecto debido a que fue destruida durante la Guerra Civil y tuvo que ser reconstruida en 1958.
En el exterior sobresale su alto campanario (visible desde casi cualquier punto) mientras que en el interior merece la pena ver sus vidrieras, las pinturas del altar mayor y la excepcional talla de la Virgen de Villajos de finales del siglo XIII.
Dejamos la plaza mayor criptanense no sin antes detenernos un rato en la Casa Baíllo, más conocida como Casa del Conde de las Cabezuelas. Una casa solariega con una fachada y una portada adintelada espectaculares que esconde en su interior patios y corrales.
Arquitectura religiosa que ver en Campo de Criptana
Pero además de la iglesia de la Asunción existen muchas otras muestras de arquitectura religiosa que ver en Campo de Criptana. Algunos de ellos sufrieron graves daños en la Guerra Civil perdiéndose parte de sus obras, aunque han poido reconstruirse en su mayoría por lo que los aficionados a este tipo de arquitectura tienen mucho y bueno para descubrir.
Sin duda, el templo más bonito es la iglesia del Convento que, además, es también la más querida por los criptanenses ya que fue durante muchos años la iglesia parroquial. Construida sobre la antigua ermita de Santiago, la iglesia perteneció a los Carmelitas Descalzos hasta la desamortización de Mendizábal del siglo XIX.
El Convento, tal como lo llaman cariñosamente los locales, fue restaurado en el siglo XVIII y atesora en su interior una preciosa imagen de la Virgen del Carmen. En el año 2006 se inició una gran restauración en la que se intentó respetar al máximo la esencia barroca del edificio.
Además, en total hay hasta 7 ermitas y santuarios distribuidos a lo largo del casco antiguo y los alrededores. Destaca la ermita de la Veracruz (1573) de estilo renacentista y con portada de arco de medio punto abovedada. La parte superior está ornamentada con dos ángeles y la escena de la pasión de Cristo.
Otras ermitas dignas de ver en Campo de Criptana son la Ermita del Cristo de Villajos (siglo XVII), la Ermita de la Virgen de la Paz y la Ermita de la Virgen de Criptana (siglo XVI). En ellas se custodian los pasos de Semana Santa, fiesta de Interés Turístico Regional.
Más planes interesantes que hacer en Campo de Criptana
Museo Eloy Teno
Entre los principales lugares que ver en Campo de Criptana resulta también de imprescindible visita el Museo Eloy Teno localizado en el Centro de Iniciativas Turísticas en la sierra de los Molinos. En su interior se expone el trabajo de 3 artesanos locales en 3 distintas salas.
La primera de ellas está dedicada a Severiano Lucas, artesano experto en la elaboración de maquetas de molinos y carretas utilizando hierro y madera. Su obra trata de representar los oficios relacionados con Castilla-La Mancha y, particularmente, con Campo de Criptana.
En la segunda sala se puede ver la obra de Antonio Manjavacas, un auténtico maestro del alambre capaz de crear reproducciones a escala de carros, carruajes, estatuas, plazas de toros o estadios de fútbol. Una excelente oportunidad de ver un tipo de arte con un material que pocos artistas acostumbran a emplear.
Por último, Eloy Teno, que da nombre al museo, es un escultor de hierro y acero con un reconocido prestigio en Francia y varios países de América Latina. Muchas de sus obras se fundamentan en la temática quijotesca e incluyen Quijotes, Sanchos y molinos de viento.
Pozo de nieve
Ya fuera de la propia villa de Campo de Criptana, a unos 4 kilómetros junto a la ermita del Cristo de los Villajos, resulta interesante la visita al Pozo de Nieve. Tal como su nombre indica este pozo del siglo XVII era utilizado para almacenar y conservar hielo y nieve para su distribución a lo largo del año.
La construcción, compuesta de 2 pisos, alberga en su interior un pozo de planta circular con más de 6 metros de diámetro y casi 8 metros de profundidad capaz de almacenar hasta 190 toneladas de hielo. En el piso superior, que antiguamente era usado como almacén, se encuentra ahora el Centro de Interpretación donde se explica en detalle sus características y la importancia de este tipo de edificaciones.
Laguna de Salicor
Situada a unos 10 kilómetros del centro de Campo de Criptana esta zona húmeda de Especial Protección para Aves es Reserva Natural desde el año 2000. Forma parte del conjunto de humedales de La Mancha que cuentan con unas características muy singulares. Es una laguna salada endorreica con la peculiaridad de que el agua solo puede salir de ella mediante la evaporación formándose con ello un cinturón salino que rodea la laguna. Un fenómeno que da lugar a un paraje realmente maravilloso.
Recomendaciones para una ruta por Castilla-La Mancha
Los aficionados a la historia y la naturaleza tienen en Ciudad Real y en la comunidad de Castilla-La Mancha un apasionante destino por descubrir con miles de posibilidades para configurar un viaje inolvidable.
A apenas 1 hora en coche de Campo de Criptana es absolutamente recomendable visitar el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, un espacio natural prácticamente único en Europa que bien merece un par de jornadas para descubrirlo al completo.
Un poco más al oeste se encuentra otro de los Parques Nacionales de la provincia. Es el singular Parque Nacional de Cabañeros, que sorprende con sus paisajes representativos del ecosistema de bosque mediterráneo, perfectamente conservados y donde habita una gran variedad de fauna entre los que se encuentran ciervos, linces y aves rapaces. También a 1 hora en coche, pero hacia el sur, existe la opción de visitar los fabulosos paisajes de las Lagunas de Ruidera para quedarse prendando con sus azules y cristalinas aguas.
Por otra parte, los que busquen historia, cultura y arte pueden apuntar en la agenda varios destinos de interés. Uno de ellos es El Toboso, situado a menos de 20 kilómetros y vinculado también a la novela de Cervantes por el personaje de Dulcinea. Un poco más lejos se encuentra Villanueva de los Infantes, una de las ciudades más monumentales de toda la provincia en la que podemos continuar con el rastro del Quijote.
Por último, si te quedas con ganas de ver más estampas quijotescas no te puedes perder Consuegra y sus molinos, situados a una media hora en coche de Campo de Criptana. Aparte de sus molinos de viento podrás maravillarte con las vistas del Castillo de la Muela, la Torre del Reloj y la Plaza de España.
¿Cómo llegar a Campo de Criptana?
Campo de Criptana está excelentemente comunicada por lo que es una escapada ideal en coche desde varias ciudades. Se encuentra muy cerca de la Autovía A-42 (Autovía de los Viñedos) enlazada a su vez con las autovías A-4 (Madrid-Andalucía) y A-43, la Autovía del Guadiana que une Extremadura y Valencia. La capital provincial Ciudad Real y la ciudad de Toledo distan poco más de 1 hora en coche mientras que ciudades como Madrid, Albacete o Cuenca están a menos de 2 horas.