Ribadesella, un pueblo encantador con mucho que ver

Quizás conozcas Ribadesella por su cita anual con el Descenso Internacional del Sella, que cada mes de agosto acoge a miles de visitantes ávidos de deporte, aventura y diversión. Pero esta villa asturiana es mucho más que esto.
Playas de ensueño, una elaborada gastronomía y una arquitectura popular propia de otros tiempos, son algunos de los numerosos motivos para acercarse a esta zona de Asturias. Pero aún hay más. ¡En este post te lo contamos todo!
Ribadesella, mucho más que piragüismo y arte rupestre
Ribadesella, Ribeseya en asturiano, es una de las reinas del verano de la costa asturiana. Esta atractiva villa del oriente de Asturias es muy famosa por dos hechos: por ser el lugar donde está la prehistórica Cueva de Tito Bustillo, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y por celebrar en agosto el Descenso del Sella, en el que manadas de personas bajan en piragua el Sella.

El río Sella ha condicionado desde siempre la vida y el paisaje de este emblemático pueblo marinero, que tradicionalmente ha vivido de cara el mar. La industria ballenera, la pesca en alta mar, la del salmón o la industria sazonera han moldeado esta villa, poseedora de un casco histórico de bella factura.
Ribadesella es capital de un concejo rodeado de montañas, playas y acantilados, todo en un mismo entorno, algo a lo que ya estamos acostumbrados en Asturias, pero que no por ello deja de ser menos bonito. Sin ir más lejos, en el mismo casco urbano de Ribadesella se puede contemplar muchos de los alicientes de este concejo, declarado Municipio de Excelencia Turística desde 1997.
Además de disfrutar de su centro histórico y la cultura local, aquí es fácil acercarse a la playa, asomarse a majestuosos acantilados o subir a distintos miradores desde donde contemplar una tremenda panorámica.
¿Qué ver en Ribadesella?
Aunque Ribadesella es una población tranquila y pesquera en invierno, en verano se transforma en uno de los centros más activos del turismo asturiano. Para que no te pierdas nada y aproveches tu escapada a la costa riosellana al máximo, a continuación, te contamos todo lo que tienes que ver en tu visita.
El casco antiguo de Ribadesella
Adentrarse en el casco histórico de la localidad, totalmente restaurado y peatonal, supone fascinarse con joyas arquitectónicas como la Casa de los Ardines, el Palacio de Prieto Cutre, actual edificio consistorial o la casona del Escudo. Estos son solo algunos de los varios edificios que han hecho que la villa fuese declarada Conjunto Histórico Artístico.

La parte antigua de la villa de Ribadesella presenta un trazado de corte medieval en el que destacan construcciones con balcones en voladizo, amplias galerías acristaladas, fachadas con grandes escudos nobiliarios y señoriales soportales. Muchos de los edificios datan de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX y tienen una gran historia detrás.
Otro de los imperdibles de Ribadesella es su iglesia parroquial dedicada a Santa María Magdalena que, junto a su plaza, bien merece una visita. Y es que este singular templo, construido en el siglo XX, destaca por sus dos altas torres y el gusto por la estética medieval.
La playa de Ribadesella
Justo al otro lado de la ría, cruzando el puente nuevo, accedemos a la playa de Santa Marina, que es para muchos visitantes una de las mejores playas de Asturias. Fue aquí donde a principios del siglo XX, la marquesa de Argüelles construyó una peculiar urbanización. Aquí se levantaron además lujosas casas, casas de indianos y hoteles. Entre ellas destaca la famosa Villa Rosario, que actualmente alberga un hotel y cuya estética parece sacada de un cuento. En esta zona urbanizada conviven nuevas edificaciones con los edificios modernistas de principios del siglo XX. Caminar por el paseo de la playa de Ribadesella es un ejercicio de deleite visual que merece la pena en cualquier época del año.

En su vertiente oriental, la playa de Santa Marina en Ribadesella concluye en la llamada Punta del Arenal, Muy cerca de aquí, en la orilla oeste del Sella se encuentran las cuevas de Tito Bustillo, un entorno de asentamientos paleolíticos de gran importancia por sus pinturas, grabados y otras manifestaciones de arte rupestre magdaleniense. Para hacernos una idea de su importancia, hoy en día es considerado uno de los santuarios prehistóricos del mundo. Además a 250 metros de la entrada de esta cueva, podemos visitar el Centro de Arte Rupestre «Tito Bustillo», que alberga una exposición permanente sobre este valioso conjunto artístico.
Las vistas de Ribadesella desde el área recreativa de Moría
Muy cerca del casco urbano, subiendo por la carretera AS-341 en dirección a la aldea del Carmen, encontraremos el área recreativa de la Moría. Este lugar es frecuentado cuando hace buen tiempo y supone un balcón único desde el que contemplar unas magníficas vistas de Ribadesella. La amplia panorámica incluye Ribadesella y su puerto, la desembocadura del Sella, la ermita de Guía, la playa de Santa Marina… También puede divisarse el parque natural del Malecón, una marisma alargada al sur de la playa. Este lugar alberga un gran valor ecológico y es un lugar de paso para numerosas aves migratorias.
El puerto de Ribadesella, el Paseo de la Grúa y el monte Corberu
El puerto riosellano, que durante siglos fue uno de los mejores puertos del Cantábrico al estar cobijado en la ría, existía ya como portus en la Alta Edad Media y fue mejorado a partir de 1270, cuando se llevó a cabo el primer trazado urbano de la villa. Este puerto, ahora venido a menos, destacó en la industria ballenera y tuvo gran importancia en el comercio marítimo. Ahora sigue albergando una activa industria pesquera a la que se ha sumado la navegación recreativa con la construcción en 2003 de un pequeño puerto deportivo en el margen izquierdo de la ría.
En la zona portuaria de Ribadesella podremos maravillarnos caminando por el popular Paseo de la Grúa, al oeste de la ría y que fue el primer paseo de la villa. Un recorrido muy recomendable trazado según las directrices arquitectónicas de Carlos III y que resulta muy agradable debido a las vistas que podemos contemplar. Obtendremos una buena panorámica del casco urbano de la villa, pero también de la hermosa Playa de Santa Marina, el monte Somos o la Ermita de Guía, que vigila el lugar desde lo alto del monte Corberu.

Al monte Corberu se puede ascender de forma sencilla a través de unas escaleras situadas al final del Paseo de la Grúa. Y llegar a la cima merece la pena. Desde aquí hay unas vistas exclusivas y podremos ver cañones auténticos que apuntan al horizonte. Estos tres antiguos cañones, eran las armas que los antiguos habitantes de Ribadesella empleaban para protegerse de cualquier amenaza marítima, ya fuesen piratas o conquistadores.
La ría del Sella hace brillar a Ribadesella
Ribadesella es una villa que se disfruta paseando y contemplando sus paisajes. Uno de los paseos más recomendados es el que empieza en el mismo podio del Descenso del Sella, desde donde parte el paseo de Los Vencedores del Sella, que discurre paralelo al río hasta después del barrio del Cobayu. Al final de esta agradable caminata podremos descubrir la bonita área natural de la Mediana. Se trata de un extenso territorio llano al lado del río, de naturaleza fértil que ha sido declarada recientemente entorno protegido.

El ambiente de Ribadesella
Por último, no nos podíamos olvidar de una de las señas de identidad de esta encantadora villa: su oferta de gastronomía y ocio. Y es que Ribadesella ofrece fantásticos lugares para practicar el noble arte del «terraceo», ya sea sentándose a la mesa para dar cuenta de la cocina local o tomando unas copas. Además, pasear por cualquiera de sus calles es siempre una experiencia, ya que el pueblo está siempre muy ambientado, especialmente durante la primavera y el verano. Durante esta época la villa es casi una fiesta permanente, celebrando conciertos, actividades culturales, jornadas gastronómicas, fiestas tradicionales, etc. En definitiva, una villa con una potente oferta histórica, cultural, marinera, deportiva, gastronómica y social.
Cómo llegar a Ribadesella
A solo 62 kilómetros de Gijón y 84 de Oviedo, Ribadesella es un pueblo muy bien comunicado. Para llegar a esta localidad es recomendable tomar la Autovía A-8 en dirección Santander y desviarse en la salida 326 en las indicaciones Ribadesella oeste/Pando/Bones. También es posible llegar a través de la salida 319, Ribadesella/Llovio. Asimismo, otra opción para llegar es venir por la N-634 desde Oviedo o por la N-632 desde Gijón.
Si estás planificando un viaje por esta zona de Asturias y buscas donde dormir, una de las mejores opciones son los hoteles de Ribadesella, puesto que la villa dispone de una amplia oferta de alojamiento para todos los gustos. Desde aquí tendrás a tiro de piedra lugares de imprescindible visita en Asturias como el mirador del Fitu, los bufones de Pría, la playa de Torimbia, o bonitos pueblos como la encantadora villa de Tazones y Arriondas. Si te va la aventura, muy cerca de aquí también podrás perderte por los increíbles parajes de los Picos de Europa, el Parque Natural de Ponga o realizar senderismo en la fascinante Ruta del Cares.