León

La Catedral de León es un templo gótico dedicado a Santa María del siglo X. Está localizado sobre las antiguas termas que la Legio VII construyó a finales del siglo II. La actual catedral se construyó en tiempos de Alfonso X El Sabio a principios del siglo XIII, sobre la antigua catedral románica. La arquitectura del edificio es similar al de la catedral de Reims, con tres naves entre la entrada y el transepto y cinco naves entre el transepto y el altar mayor. Las naves están cubiertas con bóvedas de crucería cuatripartita. Su interior es impresionante, ya que sus muros tienen 125 ventanales que suman un total de 1.800 m² de vidrieras policromadas de origen medieval. No obstante, están consideradas una de las mejores y más bellas vidrieras del mundo. Entre todas ellas, destacan el gran rosetón central, las de la Capilla Mayor, el transepto norte y la Capilla de Santiago.

La Real Colegiata de San Isidoro es uno de los ejemplos de arte románico de España más destacados. El templo fue construido en el siglo X por mandato del Rey Sancho I de León para trasladar los restos del niño mártir de Córdoba. Más tarde sufrió una gran remodelación por parte de Alfonso V para hacer del edificio la vivienda de su hija doña Sancha y su esposo Fernando I. Esta remodelación culminó en el año 1063, concediéndole al templo el aspecto románico que tiene hoy en día. En la actualidad, la colegiata sigue en su esplendor, con todas sus dependencias abiertas al público, restauradas y muy cuidadas, además de tener una iglesia muy activa.

El Convento de San Marcos es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad de León y uno de los monumentos más importantes del Renacimiento Español. El edificio fue construido gracias a la donación realizada por la infanta Doña Sancha en el siglo XII, para alzar un hospital en el que hospedar a los peregrinos del Camino de Santiago. En el siglo XVI, el edificio medieval se hallaba en un deficiente estado, por lo que en 1514 se decidió derribarlo y realizar una nueva obra con una donación de Fernando el Católico. Sin embargo, la construcción no empezó hasta 1537, en reinado de Carlos I y finalizó muchos años más tarde, en 1715. En su arquitectura destaca la preciosa fachada de estilo plateresco y las ventanas de medio punto. Desde 1964 el edificio se ha convertido en un parador de turismo de España albergando en su interior una gran cantidad de muestras artísticas.

La Muralla romana de León también es conocida como Muralla de los Cubos. Tiene su origen en una primera fortificación militar de época augusta de alrededor del siglo I a. C. Aunque pronto, en torno al siglo I, esta muralla fue sustituida por una construida en piedra por la Legio VII, de la que aún quedan vestigios en la zona de San Isidoro. No fue hasta los siglos III y IV cuando se construyó la muralla que puede verse hoy en día. La fortificación contaba con cuatro accesos en cada uno de sus laterales, de las cuales solo se conserva la conocida como «Puerta Castillo», que fue reconstruida en el 1759.

Es la principal plaza de la ciudad, localizándose en pleno casco antiguo de León. Se trata de una de los principales puntos de encuentro de los leoneses, ya que además de lugar de ocio es también un centro administrativo de la ciudad. Su construcción se hizo en dos épocas: la primera de 1654 a 1672, proyectada por Antonio Ambrosio y la segunda a partir de 1677, según planos de Francisco del Piñal, que decidió remodelarla después de un incendio. Su arquitectura sigue el ejemplo de otras plazas mayores españolas como la de Madrid. El edificio del ayuntamiento es de estilo barroco y, actualmente, se mantienen sus soportales donde sigue celebrándose el mercado como hace cientos de años. También es un importante lugar de ocio, con variados bares, cafeterías y restaurantes donde vecinos y visitantes se relajan.