El Ventano del Diablo, un mirador de leyenda en la Serranía de Cuenca
No apto para personas con vértigo, el Ventano del Diablo es un espectacular mirador natural prácticamente vertical que vigila desde una altura de 200 metros el serpenteante recorrido del Júcar que se pierde entre los bosques y cortados en su camino hacia la ciudad de Cuenca.
Y, contrariamente a lo que refleja su nombre, fruto de diversas leyendas que hoy conocerás, quien se asoma a esta atalaya más que en el infierno acaba pensando en el cielo por tener el privilegio de contemplar semejante panorámica.
Sin duda, estamos ante una parada obligatoria en cualquier escapada por la misteriosa serranía conquense, especialmente teniendo en cuenta que está casi a pie de carretera en el camino que lleva a la Ciudad Encantada, otro de los imprescindibles qué ver en Cuenca.
Así que quédate con nosotros porque a continuación te dejamos con toda la información que necesitas para vivir una experiencia única en el mirador del Ventano del Diablo.
Las leyendas e historias del Ventano del Diablo
Seguramente a estas alturas ya te hayas preguntado alguna vez porque este mirador tiene un nombre tan singular y, porque no decirlo, un pelín siniestro. Pues bien, a este respecto no es que haya una sola leyenda asociada, sino que son dos las que han resistido el paso del tiempo y han llegado a través de la tradición oral hasta nuestros tiempos.
Lo primero que llama la atención del Ventano del Diablo es precisamente su nombre en masculino. Esto se debe a que en latín los superlativos terminaban en «o», por lo que una ventana grande era de esta forma un «ventano».
La tradición dice que antiguamente este mirador era conocido también como Barranco de los Espectros, algo muy relacionado con la conocida leyenda que cuenta que el demonio se presentaba aquí en las sesiones de brujería empujando por el precipicio a todo aquel que se atrevía a asomarse por el Ventano.
De igual manera, cuenta otra leyenda (bastante menos difundida que la anterior) que un padre y su hijo estaban un día de caza por la zona y que de repente el cielo se oscureció y comenzaron a caer rayos. Mientras intentaban alcanzar el techo del Ventano del Diablo para ponerse a salvo un rayo fulminó al padre matándolo en el acto. Aterrado, el joven salió corriendo hacia Villalba de la Sierra gritando: «¡A mi padre se lo ha llevado el diablo!», de ahí el nombre de este curioso lugar.
Todavia existe alguna que otra leyenda más de esas que solo conocen los paisanos del lugar, aunque eso es mejor descubrirlo por uno mismo visitando el Ventano. Sin embargo, dejando leyendas aparte, otras teorías sonadas para explicar el nombre son las que aseveran que su característica forma dividida en 2 ventanales parece (siempre desde la perspectiva adecuada) a la cara de un demonio o una calavera.
¿Cómo es el Ventano? Descubre unas vistas de infarto del Júcar
El Ventano del Diablo es simplemente una especie de cueva abovedada con dos grandes aberturas equipadas con barandillas para mayor seguridad de todo aquel que la visite. Como ya hemos comentado, según desde donde se mire bien podría parecer un cráneo abierto, aunque como pasa en la vecina Ciudad Encantada, todo depende de la imaginación de cada uno.
Al asomarnos por sus grandes balcones veremos cientos de metros más abajo como las turquesas aguas del río Júcar descienden entre los cortados tal como si se tratase de una carretera de montaña. Girando la mirada hacia el otro lado también es posible divisar el pequeño poblado de Salto de Villalba, construído expresamente para la central hidroeléctrica.
El paisaje es sin duda asombroso y dependiendo del día veremos las aguas del Júcar en una amplia paleta de tonalidades que van del verde al azul formando un paisaje que recuerda en parte al de otros lugares como las Hoces del Duratón, las Hoces del Cabriel o los Arribes del Duero.
Aunque en este caso hablamos de un paisaje un poco diferente ya que precisamente las riberas del Júcar destacan por la exuberancia y frondosidad de sus bosques, un rico ecosistema ideal para animales como la nutria o el martín pescador, además de para los buitres y águilas que viven en sus despeñaderos.
Vía ferrata del Ventano del Diablo
Además de por sus preciosos paisajes, esta zona es también conocida por ser un lugar ideal para los amantes de los deportes de aventura y el turismo activo. De hecho, una de las principales actividades que atrae aquí a muchas personas es la vía ferrata habilitada en los alrededores del Ventano del Diablo.
Una vía ferrata es un recorrido preparado para desplazarse por paredes rocosas y acantilados a los que sería imposible acceder por otros medios. La Ferrata del Ventano es una iniciativa del ayuntamiento de Villalba de la Sierra que decidió crear una instalación deportiva de este tipo.
El itinerario pasa por el estrecho del río Júcar y termina en la parte superior del mirador del Ventano del Diablo. Existen dos recorridos de la vía que difieren en su dificultad ya que uno es de nivel K3 y el otro es de nivel K4.
La primera recorre de forma horizontal 500 metros del estrecho del Júcar e incluye opcionalmente una tirolina de 28 metros. La segunda por su parte es de mayor dificultad siendo ideal para aquellos apasionados con experiencia en las vías ferratas. Sube hasta lo alto del mirador del Ventano del Diablo sobre el río atravesando por el camino 2 puentes tibetanos de unos 20 metros cada uno.
Naturalmente, para hacer cualquiera de las 2 opciones es necesario estar al menos en buena forma física y, por supuesto, no sufrir de vértigo. La actividad dura unas tres horas aproximadamente en total y no es necesario tener un número mínimo de personas para desarrollarla. En cualquier caso, te dejamos con la web oficial donde tienes toda la información sobre esta vía ferrata.
Recomendaciones para una ruta por Cuenca
Además de la Ciudad Encantada de Cuenca de la que ya hablamos más arriba y que es una visita totalmente obligatoria por sus paisajes de fantasía, muy cerca del Ventano del Diablo también podemos encontrar otro monumento natural geológico que bien merece la pena. Hablamos de Los Callejones de Las Majadas, un conjunto de rocas cuyas formas de pasajes, arcos, monolitos o puentes recuerdan también a la Ciudad Encantada.
Por otra parte, los amantes de la naturaleza tienen también destinos cercanos de lo más interesante como el Nacimiento del Río Cuervo (situado a menos de 1 hora por carretera) o las Torcas de los Palancares, unas curiosas formaciones con forma de cráteres volcánicos cubiertos por el agua que te sorprenderán.
Además, no te olvides de descubrir a fondo la capital conquense con sus célebres casas colgadas, sus miradores como el del puente de San Pablo o la sorprendente Catedral de Cuenca con su imponente fachada de estilo neogótico. Si quieres descubrir estos lugares y muchos más de la ciudad te recomendamos encarecidamente realizar el free tour por Cuenca ya que es la mejor forma de conocer esta urbe de la mano de un guía local experto.
¿Cómo llegar al Ventano del Diablo?
El Ventano del Diablo está situado al norte de la ciudad de Cuenca en dirección al pueblo de Villalba de la Sierra. Desde la capital conquense tan solo hay que tomar la carretera CM-2110 y después la CM-2105 que en menos de 20 minutos lleva al mirador. A la llegada podemos aparcar el coche en un amplio aparcamiento de tierra habilitado para los visitantes.