Catedral de Cuenca, déjate sorprender por una de las catedrales más interesantes de España
Atrayendo a los visitantes con su preciosa fachada inspirada en el estilo gótico normando, la catedral de Cuenca bien merece una visita sosegada. Puede que no sea la más famosa de España. Pero no te dejes llevar por lo que dicen. La realidad es que estamos ante uno de los edificios más singulares de la Edad Media española y una de las catedrales más interesantes de toda la Península Ibérica.
Hoy nos vamos a tierras castellanomanchegas para contarte todo lo que debes saber sobre uno de los más importantes monumentos que ver en Cuenca, ciudad a la que te recomendamos dedicar un par de días para descubrir todos sus encantos.
Catedral de Cuenca, conoce la historia de un templo muy francés
De igual forma que otros grandes templos catedralicios, la catedral de Santa María y San Julián de Cuenca fue alzada justo en el mismo lugar que ocupaba la mezquita mayor de la ciudad conquense. Fue el rey Alfonso VIII el que conquistó esta importante plaza a los almorávides en 1177 y ordenó de inmediato consagrar la mezquita como templo cristiano. No en vano, no pasaron muchos años hasta que esta fue demolida para comenzar a construir una nueva catedral, concretamente en 1196.
La visita a la catedral de Cuenca sorprende al viajero ya a primera vista. No en vano, estamos hablando de la que presume ser la primera catedral gótica levantada en España, un título en seria disputa con la de Ávila. Y es que por mucho que a finales del siglo XIII el románico fuese aún el estilo dominante en la arquitectura religiosa, la influencia ejercida por la esposa del rey, Leonor de Aquitania, hija del rey Enrique II de Inglaterra, motivó que eligiese el estilo gótico normando para su construcción.
Es por ello por lo que la inacabada fachada de la catedral de Cuenca evoca las de las grandes catedrales francesas como la de la Catedral de Reims, la de Soissons, la de Laon e incluso la de Notre Dame de París, con la cual guarda un gran parecido.
Fachada que, por otra parte, no es la fachada original, puesto que en 1902 la torre del Giraldo se derrumbó. En su lugar, se decidió encargar su restauración a Vicente Lampérez, un afamado arquitecto de la época. Este, en una decisión polémica que a la postre se demostró como la más inteligente, opta por no restaurar la antigua fachada barroca y construir una nueva de estilo neogótico.
Lamentablemente, el arquitecto fallece durante el transcurso de las obras y, por falta de fondos, la restauración no tiene continuidad, quedando sin finalizar. El proyecto contemplaba una catedral con 2 torres (agujas) y una fachada completa, además de naves laterales más altas y luminosas.
Como muchas otras catedrales, algunas de ellas grandes y famosas, la catedral de Cuenca nunca se acabó de terminar. Por esta razón tanto el exterior como el interior del templo está lleno de detalles y elementos que corresponden a distintos estilos arquitectónicos como el gótico normando original, el renacentista o el barroco.
Cómo es la visita a la catedral
Como bien hemos comentado, la catedral de Cuenca es el resultado de todos los estilos que a lo largo de los siglos inspiraron la arquitectura tanto en España como en Europa. Es por ello por lo que al visitarla podremos hacer un interesante recorrido por algunos de ellos.
Exterior de la catedral conquense
La fachada principal que hoy podemos ver en la catedral y que enamora a casi todo el mundo, fue reconstruida a principios del siglo XX, luego de los enormes daños ocasionados por el derrumbe de una de las torres, la del Giraldo. Esto obligó a demoler la fachada existente y a levantar una nueva fachada neogótica fiel al estilo normando original. Vicente Lampérez fue el encargado del proyecto, aunque no se concluyó por falta de presupuesto.
La fachada de la catedral de Cuenca presenta dos cuerpos bien diferenciados. En el inferior, se abren tres grandes portales góticos con arcos ojivales góticos y tímpanos sin esculpir. Por encima se alza el segundo cuerpo, que presenta un rosetón en su parte central y dos grandes ventanales en los laterales y, justo encima, encima una galería corrida de arcos apuntados con la figura de San Julián en el centro.
La imagen de dos grandes pináculos truncados da pistas de una fachada inconclusa, que debería tener dos grandes torres que nacían en este segundo cuerpo, al estilo de la catedral de Notre Dame de París.
Interior de la catedral de Cuenca
La visita a la catedral de Cuenca enseguida da pistas al visitante sobre su origen. Y es que su planta es muy similar a la de varias catedrales francesas, con tres naves en un cuerpo principal que tiene también un singular triforio y transepto. Las naves que van desde el crucero hasta la fachada fueron construidas en el siglo XIV, mientras que la girola se transformó en el siglo XVI para adaptar su estructura a los nuevos cánones estéticos, algo que la diferencia notablemente de otras catedrales españolas.
Por su parte, las capillas que cubren las naves laterales fueron alzadas entre los siglos XVI y XVII. Entre todas ellas destaca la de los Apóstoles, la del Espíritu Santo, la de los Caballeros y, por supuesto, la Capilla Mayor. Esta última está datada del siglo XIII, aunque ha sido reformada en varias ocasiones. Destaca por su retablo de mármol y jaspe, con esculturas de Bociardi en mármol de Carrara. Su altar neoclásico fue diseñado por Ventura Rodríguez con la técnica del transparente, que permite ver hacia el otro lado el Arca de Plata con los restos de San Julián.
Mención aparte merece también la conocida como Capilla Honda o Capilla del Sagrado Corazón. Recibe el sobrenombre de honda debido al acceso, que se realiza a través de una escalera en bajada. Al llegar, sorprende su precioso artesonado de madera con dos estrellas colgantes.
Frente a la capilla mayor se encuentra el coro, trasladado desde la cabecera a la nave central del templo en el siglo XVI. El coro de la catedral de Cuenca fue realizado en 1753 en doble sillería de madera de nogal por Manuel Gassó. Presenta 53 relieves que representan a distintos santos y una imagen en alabastro de la Virgen, trasladada desde el coro primitivo.
También merece la pena contemplar la Sacristía Mayor, uno de los lugares más bonitos que ver en la catedral de Cuenca. Su estilo es de transición entre el gótico y el plateresco. Está cubierta por una bóveda de crucería policromada y dispone de una hermosa cajonería de madera datada de mediados del siglo XVI.
La Sala Capitular también es otra de las maravillas de la seo conquense. Además de su impresionante portalada de acceso de estilo renacentista, obsequia con un precioso conjunto escultórico que representa la Adoración de los Pastores. Se encuentra rodeada de sillería de madera bajo un bello artesonado del siglo XVI. En el centro del templo se encuentra el claustro recién restaurado, al que se accede a través del Arco de Jamete, considerado por muchos especialistas el mejor elemento arquitectónico de la catedral y una de las obras maestras del Renacimiento español.
Destacan también las vidrieras, que son las encargadas de que la catedral de Cuenca tenga uno de los mejores juegos de luces de España. La mayoría de ellas fueron reemplazadas en el siglo XX en una decisión bastante controvertida, pero que nuevamente fue bastante acertada, como en el caso de la fachada. Las vidrieras son obra de artistas vinculados al Museo Nacional de Arte Abstracto situado en las Casas Colgadas de Cuenca. De las originales solo se conserva la de estilo gótico del rosetón de arriba del arco de Jamete.
Por último, los visitantes más observadores notarán que la mayoría de los recintos tienen en su entrada espectaculares rejas, sobre todo las de la Capilla Mayor, de las mejores que se pueden encontrar en España. Algo que da buena fe de la importancia de los talleres artesanos de rejería que hubo en Cuenca en la época.
¿Cómo llegar a la catedral de Cuenca?
La catedral conquense se encuentra en el corazón de la ciudad, en plena Plaza Mayor. La mejor opción para llegar a ella es a pie descubriendo todos los encantos de Cuenca. Una buena idea es realizar el free tour por Cuenca, cuyo itinerario incluye el paso por este templo y una explicación detallada sobre su historia.
No obstante, si tu hotel en Cuenca está alejado del centro histórico, tienes también la opción de tomar las líneas L1, L2 o L5 del servicio de autobús urbano, que tienen parada cerca de la catedral de Cuenca.