Ciudad Encantada de Cuenca: descubre un lugar mágico en la serranía conquense. Horarios, Precios y Cómo llegar
Situada en el corazón de la serranía conquense se halla la Ciudad Encantada de Cuenca, uno de los paisajes más especiales de toda Castilla-La Mancha y podríamos decir que también de toda España. Un lugar famoso por sus singulares formaciones rocosas esculpidas durante cientos de años por el agua, el viento y el hielo que permiten entender de primera mano a cualquier visitante el fenómeno geológico del karst.
Tal fenómeno nos ha legado un auténtico monumento natural al aire libre donde es imposible no dejarse llevar por la magia al comprobar como la naturaleza ha conseguido modelar en piedra figuras inverosímiles que despiertan la imaginación del visitante.
Así que hoy ponemos el foco en este impresionante paraje para proporcionaros la mejor información y los datos prácticos necesarios para visitar la Ciudad Encantada y vivir una experiencia inolvidable.
Índice
¿Como se formó la Ciudad Encantada?
Antes de visitar este monumento natural conviene entender por qué la Ciudad Encantada de Cuenca es como es hoy en día. Es decir, su origen geológico. Para ello hay que remontarse unos 90 millones de años atrás a la era Mesozoica, concretamente durante el Cretácico, cuando la Serranía de Cuenca estaba sumergida bajo el mar de Tetis al igual que la práctica totalidad de la Península Ibérica.
En el lecho marino comenzaron a depositarse conchas y esqueletos de los animales de la época convirtiéndose después en sedimentos de carbonato cálcico y originando así rocas sedimentarias calcáreas llamadas dolomías. Durante la Orogenia Alpina (la etapa de formación de la mayoría de las actuales montañas) las rocas emergieron por encima del nivel mar empezando a fracturarse y formando lo que se denomina diaclasas.
A partir de ese momento las rocas afloradas se vieron sometidas a un continuo proceso de erosión donde la parte de arriba (al ser mucho más dura y dejar filtrar el agua) va desgastando la parte inferior. A todo ello se suma también la acción del viento, el hielo, los cambios meteorológicos e incluso la vegetación que acabaron formando poco a poco el curioso paisaje kárstico que podemos ver en la actualidad.
Información para preparar la visita a la Ciudad Encantada de Cuenca
La Ciudad Encantada abre todo el año, aunque el horario de visitas puede variar según la época. Por norma general abre de 10 de la mañana a 6 de la tarde, ampliándose el horario hasta las 9 de la noche durante la temporada alta. La última entrada debe hacerse una hora y media antes del cierre. En cualquier caso, en su sitio web es posible consultar toda la información para preparar la visita.
Si bien la Ciudad Encantada se encuentra en medio de la naturaleza, la finca es de titularidad privada por lo que la entrada no es gratuita. El precio general de la entrada por libre es de 5 € y solo se pueden adquirir en la taquilla del parque, a menos que reserves una visita o un tour guiado con antelación.
Se trata de una actividad ideal para visitar con niños porque además en el caso de ser menores de siete años no tienen que pagar entrada. Asimismo, no existe problema alguno en llevar mascotas ya que son bienvenidas en el parque siempre que vayan atadas durante la realización de toda la ruta.
Qué ver en la Ciudad Encantada
El único itinerario para recorrer a pie la Ciudad Encantada de Cuenca es un sendero circular de aproximadamente 3 kilómetros. El camino es realmente sencillo y por supuesto se encuentra perfectamente señalizado y tanto puede hacerse por libre como con la ayuda de un guía. El camino de ida está indicado por medio de unas balizas de color azul turquesa, siendo igual el de vuelta, aunque en este caso las balizas a seguir son las de color rosa.
Durante la hora y media que dura el recorrido por esta extraordinaria «ciudad» podremos maravillarnos con las caprichosas figuras rocosas que recuerdan a animales y elementos reales y que han acabado por originar un nombre sugerente para cada una de ellas. En cada una de las rocas encontraremos además un panel informativo con datos acerca de su formación y curiosidades.
El Tormo Alto
No solo es una de las formaciones más conocidas y populares de la Ciudad Encantada, sino que con el tiempo ha acabado por convertirse en un auténtico símbolo de Cuenca y para todos y cada uno de los conquenses.
La acción erosiva tanto del agua como del viento, además del paso del tiempo, han modelado esta roca hasta darle una forma que inevitablemente recuerda a una seta. La explicación a esta fantasiosa silueta radica en el hecho de que el material de la parte superior de la piedra es más resistente a la erosión que el resto. De ahí su curiosa forma que desde lejos parece equilibrarse sobre una estrecha y puntiaguda base.
Los Barcos
Esta formación recibe dicho nombre ya que también es inevitable no ver en sus formas un conjunto de 3 barcos atracados y perfectamente alineados listos para zarpar recorriendo el mundo.
Observándolos puede resultar difícil creer que la naturaleza haya sido capaz de crear estas figuras, aunque en realidad sea más sencillo de explicar de lo que parece. Se trata del fenómeno de la karstificación que se presenta en suelos con yesos y calizas lo que genera grandes oquedades y muchas otras modificaciones estructurales de lo más curioso.
El Perro
Esta singular formación se encuentra en un área donde abundan los pinos negrales. La roca es una verdadera obra de la naturaleza que ha ido modelando la piedra hasta darle la reconocible forma de un perro del cual se puede observar claramente su pequeño rabo y su curvado hocico.
El Puente Romano
Como todas las formaciones de la Ciudad Encantada de Cuenca esta roca es un verdadero libro abierto sobre la geología. Y es que la forma que ha alcanzado con el tiempo es un claro indicativo de que en el lugar hubo una galería subterránea por la que corría agua en el pasado.
Esta agua generó la disolución de las rocas carbonatadas aumentando cada vez más su acidez y desgastando las rocas que permanecieron unidas por un delgado brazo que si ha sido capaz de resistir la erosión y formar la especie de puente con arco que vemos hoy en día.
La Cara del Hombre
Como evidentemente señala su nombre esta roca permite reconocer con extrema facilidad todos y cada uno de los rasgos del perfil de una cara humana. La nariz, el mentón e incluso la prominencia de los labios se pueden ver a simple vista.
No extraña entonces que esta sea junto al Tormo Alto una de las rocas más fotografiadas de entre todas las que forman parte del complejo. Así que no pierdas la ocasión de llevarte una foto irrepetible de uno de sus iconos.
La Foca
La siguiente figura que encontramos durante el recorrido por la Ciudad Encantada, justo antes de llegar a una zona donde se estrecha el sendero, es la que se conoce como la foca. E inmediatamente resulta sencillo comprender tal denominación ya que puede observarse perfectamente la forma de una foca realizando equilibrios con una pelota sobre su nariz.
El Tobogán
Dejamos atrás las llanuras entre bosques para meternos de lleno en la zona más estrecha llena de callejones entre rocas. La primera formación que hallamos es la que llaman El Tobogán, un angostísimo pasadizo que para muchos supone uno de los escenarios más espectaculares de la Ciudad Encantada de Cuenca.
Esta gran hendidura entre rocas (que suele presentar bastante humedad debido a ser una zona sombría) conduce al visitante hacia las siguientes figuras del parque.
El Mar de Piedras
La siguiente parada del recorrido no es tanto una figura sino una formación de estructura horizontal de gran tamaño totalmente plana conocida geológicamente con el nombre técnico de lapiaz.
Su origen se encuentra en el fenómeno de la meteorización física, producida por diversos factores como los cambios de temperatura, el hielo, el agua, el viento o la actividad biológica.
Lucha entre elefante y cocodrilo
Quizás sea la formación donde más imaginación hay que echarle para asimilarla al nombre con el que fue bautizada, aunque es indudable su parecido. En ella podemos ver dos animales, un elefante y un cocodrilo que están luchando entre sí formando con sus cuerpos un puente de piedra natural.
El Convento
Se trata de los restos de una antigua galería subterránea donde la naturaleza con el tiempo ha acabado modelando una sorprendente forma de arco ojival. Este hecho es el que ha provocado que la formación pasase a ser conocida con su denominación además de con el nombre de la «Puerta del Convento».
La Tortuga
Después del convento el recorrido nos lleva ahora a una de las formaciones más encantadoras de la Ciudad Encantada. Y es que es muy sencillo ver a primera vista en esta roca un animal, en este caso una tortuga que saca la cabeza de su caparazón y observa al visitante con su mirada.
Los Osos
Acercándonos al final de la ruta volvemos a descubrir de nuevo a una pareja de animales en este paraje de fantasía. En este caso si bien hay que echarle un pelín de imaginación hallamos dos osos uno enfrente del otro mirándose mutuamente.
Los amantes de Teruel
Esta curiosa figura es la última parada de la visita por la Ciudad Encantada. La roca tiene una simpática forma de dos cabezas a punto de besarse y se ha asociado a una de las parejas de amantes más célebres de la tradición española: Juan Diego e Isabel de Segura, mucho más conocidos con el sobrenombre de los Amantes de Teruel. Su triste leyenda ambientada en el siglo XIII en la ciudad turolense es un auténtico símbolo del amor imposible.
El paraje de la Ciudad Encantada es bastante extenso por lo que además de las mencionadas que son las más reconocibles y están consecuentemente indicadas, existen muchas otras formaciones geológicas con figuras que asombran por sus formas y su tamaño.
Así que, si tenemos que darte un consejo, solo te podemos decir que durante la visita céntrate en dejar volar la imaginación. Disfruta, imagina, sueña y juega hasta que tengas que admitir que, a veces, la naturaleza es la mejor artista.
Recomendaciones para la visita
La visita a la Ciudad Encantada ofrece una gran variedad de opciones para armar un emocionante viaje por Cuenca. Por ejemplo, antes de llegar por la carretera CM-2104 resulta una parada imprescindible el monumento natural llamado el Mirador del Ventano del Diablo.
Desde este doble ventanal esculpido por la naturaleza en la piedra es posible deleitarse con unas brutales vistas de la hoz del rio Júcar a más de 200 metros de altura. Te encantará conocer la leyenda relacionada con su nombre.
Además, muy cerca a una media hora se encuentra también otro monumento natural geológico digno de visita. Se trata de Los Callejones de Las Majadas, un conjunto de rocas cuyas formas de pasajes, arcos, monolitos o puentes recuerdan también a la Ciudad Encantada.
Los amantes de la naturaleza tienen también destinos por anotar en la agenda como el Nacimiento del Río Cuervo (situado a aproximadamente 45 minutos por carretera) o las Torcas de los Palancares, unas formaciones propias también de la erosión de la roca caliza con forma de cráteres volcánicos inundados por el agua.
¿Cómo llegar a la Ciudad Encantada de Cuenca?
La Ciudad Encantada forma parte del propio municipio de Cuenca, aunque la localidad más cercana es Valdecabras. Por tanto, es una visita ideal para hacer desde Cuenca capital o desde Madrid. Asimismo, también se encuentra cerca de ciudades como Teruel, Guadalajara o Valencia que distan poco más de 2 horas en coche.
Para llegar desde Madrid es tan sencillo como tomar la A-3 y la A-40 hacia Cuenca y desviarse por la salida 309 y en la rotonda seguir por la CM-2110. Una vez en los alrededores de la capital conquense ya es posible ver las señales que llevan hacia la Ciudad Encantada de Cuenca en poco menos de 30 minutos.
Por su parte, desde Teruel lo más lógico es ir por la N-420 hasta entroncar en Cañete con la carretera la CM-2106 y subir por la serranía conquense por la CM-2105. En todo momento habrá indicaciones hacia la Ciudad Encantada, por lo que no hay posible pérdida.
Por último, desde Valencia tan solo hay que conducir por la A-3 hasta Minglanilla y desde ahí tomar la CM-220 haciala capital provincia donde naturalmente ya es posible ver las indicaciones para el destino.