Ochagavía, qué ver en el pueblo más bonito del Pirineo Navarro
Ochagavía, Otsagabia en euskera, es un pequeño y encantador pueblo pirenaico situado al norte del Valle de Salazar, en la comunidad foral de Navarra. Piedra gris, pizarra, calles de adoquines y un bello puente medieval forman un recoleto casco antiguo que es como una postal hecha pueblo.
Estamos ante uno de los últimos reductos del Pirineo navarro, un pueblo lleno de luz, con unas espectaculares vistas de los frondosos hayedos pirenaicos y rodeado de cumbres de más de 2.000 metros de altura. Hoy nos acercamos a uno de los lugares más bonitos de Navarra para descubrirte Ochagavía. ¡Acompáñanos!
Ochagavía: un viaje en el tiempo en el Pirineo Navarro
Ochagavía recibe al visitante con el sonido de fondo de los ríos Zatoia y Anduña. Aquí, a los pies de los Pirineos Navarros, el ritmo de la vida parece ralentizarse para que el visitante pueda disfrutar de un armonioso e idílico paisaje rural en el que se combina a la perfección arquitectura y naturaleza.
Paseando por sus calles empedradas descubriremos los caseríos tan típicos de esta zona del norte de Navarra, con sus empinados tejados, sus escudos, sus grandes portalones y sus balcones llenos de flores de colores. Una serena estampa que se ve reforzada por la presencia inminente de la Iglesia de San Juan Evangelista.
Y es que Ochagavía es uno de esos pueblos encantadores que dan ganas de recorrer de principio a fin, para perderse por sus callejuelas que cuentan historias de tiempos pasados.
¿Sabías que en Ochagavía se celebra una fiesta de lo más curioso? Es el Orhipean, una celebración en la que los ochagaviarras recrean como era el día a día del pueblo hace un siglo. Durante un día, el pueblo se llena de barberos, hilanderas, queseros o lavanderas, además de revivir tradiciones como el matatxerri o la matanza del cerdo.
Hoy te descubrimos este rincón tan especial de Navarra, para que no te pierdas nada en tu escapada.
Qué ver en Ochagavía: los imprescindibles
Ochagavía es uno de esos pueblos cuya fama está totalmente justificada y podríamos decir que hasta se queda corta. Aunque el pueblo es pequeño, conviene tomárselo con tiempo y disfrutar de este maravilloso enclave navarro. A continuación, te dejamos con los imprescindibles que no te puedes perder.
Puente de Piedra de Ochagavía
El puente de piedra medieval sobre el río Anduña, frente a la hilera de bonitas viviendas de piedra, forma la postal perfecta de Ochagavía. Un perfecto ejemplo de arquitectura tradicional que ha llegado casi intacta a nuestros días y que nos transporta en el tiempo hasta el siglo XVIII, cuando las lavanderas hacían la colada en las frías aguas del río.
Iglesia de San Juan Evangelista de Ochagavía
Paseando por las calles empedradas de Ochagavía nos toparemos siempre de frente con la Iglesia de San Juan Evangelista, el monumento más alto del pueblo. El templo tiene sus orígenes en una primera iglesia construida sobre el siglo XI y posteriormente remodelada entre los siglos XVI y XVII.
Por fuera impresiona, pero una vez dentro de la parroquia podremos maravillarnos con el enorme y precioso retablo renacentista del altar mayor, que podremos disfrutar escena a escena. Pero hay más. El templo alberga otros dos retablos del siglo XVI, además de preciosas piezas de orfebrería y cuadros, que dan a entender la importancia que la iglesia tuvo en su día, cuando Ochagavía era la capital del valle.
Palacios medievales de Ochagavía
Prueba de la importante historia de estas tierras son los palacios y casas blasonadas situadas en las calles de Ochagavía. Si sus casonas de grandes piedras y ventanas de madera, los palacios medievales como el de Iriarte, Donamaría y Urrutia te dejarán impresionado con su elegante sobriedad.
Ermita de Nuestra Señora de Muskilda, una visita necesaria en tu paso por Ochagavía
La Ermita de Nuestra Señora de Muskilda se encuentra a menos de 5 minutos en coche de Ochagavía. Este santuario románico, construido en el siglo XII por orden del Rey Sancho el Fuerte, se eleva a más de 1.000 metros rodeado de los fantásticos paisajes de la Selva de Irati.
La ermita presenta planta rectangular y tres naves sostenidas por grandes columnas. En su interior alberga un retablo del año 1642 de la Virgen de Muskilda, patrona del valle de Salazar, que cada 8 de septiembre es venerada durante las fiestas patronales.
Recomendaciones para la visita a Ochagavía
Ochagavía se encuentra rodeada de un impresionante entorno natural, lo que lo convierte en la base de operaciones perfecta para disfrutar de un fin de semana de turismo rural, naturaleza e historia.
Para alojarte te recomendamos alguno de los hoteles de Ochagavía, desde donde podrás acercarte a descubrir la Selva de Irati, el hayedo más extenso e importante de Europa, el Valle de Roncal o el puerto de Larrau, a 1.578 metros de altura, ya casi en la frontera con Francia.
Te recomendamos realizar la reserva con tiempo, sobre todo en los meses de octubre y noviembre, cuando miles de personas se dejan caer por estas tierras para contemplar el maravilloso espectáculo del otoño en el valle de Salazar. ¿Quieres un secreto? Una de las imágenes más bonitas que te puedes llevar del viaje será llegar a Ochagavia al atardecer, cuando la luz del sol tiñe de amarillo el pueblo.
¿Cómo llegar a Ochagavía?
Ochagavía se encuentra a apenas una hora en coche de la capital navarra, Pamplona. La forma más sencilla de llegar es tomar en esta última ciudad la autovía del pirineo A-21 en dirección Huesca, para poco más de media hora después tomar la salida de Lumbier. Después seguiremos por la NA-178 hasta Ezcároz, donde tendremos que desviarnos de nuevo por la NA-140, la carretera que lleva directamente a Ochagavía.