Muralla de Lugo, la mejor conservada del mundo
La muralla de Lugo, la única muralla romana del mundo que se conserva entera, rodea el casco histórico de la capital lucense. Patrimonio de la Humanidad desde el año 2.000, esta impresionante fortificación es un monumento vivo y abierto, además de un gran ejemplo de integración urbana.
La muralla es razón más que suficiente para acercarse a la capital lucense, mucho más si tenemos en cuenta que, además de historia, Lugo es uno de los destinos de Galicia imprescindibles por su vasto patrimonio histórico, cultural, natural y, por supuesto, gastronómico. ¡No dejes de probar las tapas de sus bares!
En el post de hoy te contaremos los secretos de la muralla de Lugo para que empieces a conocerla y no te pierdas nada importante en tu visita a la antigua Lucus Augusti.
Historia de la muralla romana de Lugo
La muralla de Lugo fue construida hace más de 17 siglos por los romanos. La leyenda dice que la construyeron no para proteger la ciudad, sino para proteger un bosque, el llamado «Bosque Sagrado de Augusto», en latín «Lucus Augusti», de ahí el actual nombre de la ciudad.
Hoy dicho bosque ya no existe, pero la muralla sigue en pie desafiando al tiempo y mostrándose como el mejor legado histórico de la ciudad. Esta fortificación, con un perímetro de 2.266 metros, un total de 10 puertas y hasta 85 torres, delimita el casco histórico de la urbe lucense, pasando de ser una traba para el desarrollo de la ciudad a ser un monumento fuente de riqueza turística.
Prueba de la perfecta integración de la muralla de Lugo son sus diez puertas, que hacen la función de unir las diferentes partes de la ciudad o su paseo de ronda, en la actualidad una de las calles más activas de la ciudad, donde confluyen locales y turistas.
Lo mejor de todo es que se puede caminar por todo el perímetro de la muralla lucense, así como adentrarse en varias de las torres, desde donde se puede disfrutar de unas fantásticas vistas de la ciudad.
Las puertas de la Muralla de Lugo
La muralla romana de Lugo cuenta con una decena de puertas, romanas y modernas. Cada una de ellas se diferencia por diversas características artísticas e históricas que le confieren su propia personalidad. Entre las puertas romanas, han llegado a nuestros días la Puerta de Santiago, la Puerta Miñá, la Puerta Nueva, la Puerta Falsa y la Puerta de San Pedro.
La puerta de Santiago, también conocida como Puerta del Postigo, Posticu o Porticu, se lama así por contar con un postigo enclavado en una puerta de mayor tamaño. Atravesando esta puerta accederemos a la catedral de Santa María, donde existe la única rampa accesible para personas con movilidad reducida, ya que en el resto de puertas solo es posible acceder a través de escaleras. La puerta de Santiago era propiedad de la iglesia, por lo que fue usada de forma privada hasta el año 1589. Como curiosidad, cabe mencionar que, durante tiempos de peste, esta era la única puerta que se mantenía abierta.
La Puerta Miñá es la puerta romana que mejor conservada de toda la muralla de Lugo. Totalmente fiel a su forma original, esta puerta también se conoce como puerta del Carmen, ya que frente a ella está la capilla del mismo nombre. Dicha puerta representa la salida de la ciudad del Camino Primitivo de Santiago.
Por su parte, la puerta Nova, modificada durante la época medieval, era la salida de la ciudad hacia Betanzos, la antigua Brigantium. Sin embargo, el actual aspecto de la puerta data de 1900, ya que fue rehabilitada al existir riesgo de derrumbe.
La puerta Falsa es otra de las puertas de origen romano de la muralla de Lugo, aunque lo cierto es que su aspecto actual difiere un poco del original. Esta puerta tenía un uso militar y fue utilizada hasta la Edad Media.
Por último, la Puerta de San Pedro, también llamada Puerta Toledana, ya existía también en época romana. Esta puerta estaba al final del camino hacia Castilla, por el que pasaban habitualmente los comerciantes de la ciudad manchega de Toledo. En sus piedras se conservan aún el escudo de la ciudad y la corona real.
¿Cómo llegar a la Muralla de Lugo?
Llegar a la muralla romana de Lugo es de lo más sencillo, pues este recinto amurallado se encuentra en la propia ciudad. Hasta la capital luguesa podrás llegar en coche, en autobús y en tren. Lugo es una ciudad que bien merece una visita de varios días, por eso te recomendamos alojarte en alguno de los muchos y variados hoteles de Lugo y aprovechar al máximo tu visita a la ciudad.
Si tienes en tu agenda visitar la muralla de Lugo, te recomendamos que aproveches tu ruta de coche para conocer otros lugares cercanos increíbles como, por ejemplo, Os Ancares, la Seimeira de Vilagocende, la Sierra del Caurel o el fantástico O Cabo do Mundo.