Calatañazor: qué ver en la villa más medieval y auténtica de Soria
Si eres de los que a la hora de viajar adora visitar lugares que parecen anclados en el tiempo no te puedes perder Calatañazor, uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de toda España.
Situado en la provincia de Soria, en Castilla y León, Calatañazor es un pueblo con mucha historia y encanto que te sorprenderá por su pintoresca arquitectura medieval, su naturaleza y su gastronomía.
Además, cuenta la leyenda que es el lugar donde se libró una de las más importantes batallas de la Reconquista que significó la derrota y muerte de Almanzor y, por tanto, el fin del poder musulmán en la península ibérica.
Leyendas e historias aparte, hoy en este artículo vamos a contarte qué ver en Calatañazor para que no te pierdas nada de lo que hacer en este hermoso pueblo soriano. Además, también te daremos otras ideas para configurar tu viaje por Soria. ¡Prepárate para una escapada inolvidable!
Índice
Qué ver en Calatañazor: los imprescindibles
Con apenas 50 habitantes, Calatañazor es un pueblo pequeño pero con muchísimo que ofrecer. Y es que estamos hablando de un pueblo de los auténticos de verdad, de esos que han sobrevivido milagrosamente y que permite sumergirse al completo en la más profunda historia medieval de España.
Su casco histórico está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1962 y conserva el aspecto de antaño, con sus calles empedradas, sus casas de adobe y vigas de madera de sabina y sus monumentos medievales. A continuación te dejamos con los principales lugares qué ver en tu visita a Calatañazor.
La arquitectura popular: el símbolo de Calatañazor
No cabe duda de que la vida era (y sigue siendo) muy difícil en estas rudas tierras de Soria. Especialmente en invierno, cuando lo más normal es que el termómetro baje del cero la mayoría de días. Por ello, la arquitectura popular de Calatañazor es un fiel reflejo de la adaptación de sus habitantes al entorno y al clima de este lugar.
Una arquitectura que se caracteriza por sus casas hechas con entramado de madera y adobe y sus fachadas con vanos que alojan ventanas de reducidas dimensiones para protegerse del frío soriano. Y por sus curiosas chimeneas cónicas llamadas cocinas pinariegas, que se alzan en forma de cono desde el techo de las cocinas.
Todo ello forma un conjunto armónico de gran belleza que convierte al caserío de Calatañazor en uno de los conjuntos de arquitectura popular más genuinos y mejor conservados no solo de la provincia soriana, sino de todo el norte de España.
Y no es algo trivial la verdad. Sobre todo si tenemos en cuenta todos esos lugares a lo largo de la geografía española donde han descuidado el valor histórico y artístico de las viviendas cometiendo auténticas aberraciones en nombre de la arquitectura y el progreso.
Esto, tan común en otros países europeos como Alemania, Francia o Suíza, donde han sabido conservar a la perfección su arquitectura popular, es en cambio casi una rareza en muchos pueblos de España. Por suerte, todavía quedan lugares que han sabido mantener su esencia como Calatañazor y pasear por sus calles es todo un placer para los sentidos.
Castillo de Calatañazor
El castillo de los Padilla, como también es conocido, es uno de los imprescindibles qué ver en Calatañazor. Y no tanto por su valor arquitectónico ya que está en ruinas, sino por sus historias y leyendas.
La fortaleza, que se alza sobre un cerro rocoso que preside el valle del río Milanos, es de origen árabe y fue dominada por los musulmanes hasta los siglos IX y X, siendo reconquistada por los cristianos en el siglo XI.
Hoy en día poco queda de su esplendor medieval pero todavía es posible apreciar los restos de algunos lienzos de muralla, además de algunas torres y aljibes. Lo mejor de todo es su recientemente restaurada torre del homenaje que recompensa al viajero con unas espectaculares vistas del pueblo y los paisajes del entorno.
Aunque desde luego lo más interesante de este castillo es la leyenda que esconde. Y es que se dice que fue en Calatañazor, en el conocido como Valle de la Sangre, donde murió el famoso caudillo musulmán Almanzor tras ser vencido por las tropas cristianas en el año 1002.
De hecho, esta historia (que dicen que nunca se produjo ya que no hay crónicas de la época que la respalden) ha llegado hasta nuestros días en forma del conocido dicho popular «en Calatañazor perdió Almanzor el tambor«.
Dicen también que el nombre de Calatañazor viene del árabe «Qal`at an-Nusur», algo así como «castillo de los buitres». Y así, a vista de pájaro, de los que también abundan por estas tierras, podemos maravillarnos con las mejores vistas de este valle que tantas historias puede contar.
Plaza Mayor
Justo en la confluencia de la calle Real y la prolongación de la calle Tirador ante el Castillo se encuentra la Plaza Mayor, una plaza de formato triangular donde podemos ver entre otros el edificio del ayuntamiento, situado en una construcción de nueva factura que se integra bastante bien en la arquitectura del entorno.
Aunque lo más interesante aquí es el rollo jurisdiccional del siglo XV que da cuenta de la importancia de esta villa que tenía plena jurisdicción propia y, por tanto, potestad para castigar a los reos y malhechores.
El rollo, es a su vez, buena muestra del poder que ostentaba Juan de Padilla, Señor de Calatañazor, Santa Gadea, Sotopalacios y Villaveta y Adelantado Mayor de Castilla a finales del siglo XV.
Calle Real
La calle Real es la calle principal de Calatañazor y discurre por el casco histórico desde la plaza Mayor hasta justo la puerta de la muralla de entrada a la villa en época medieval.
En ella se pueden admirar las típicas casas de piedra y entramado de madera con balcones decorados con flores y escudos heráldicos. Algunas de estas casas son hoy alojamientos rurales o restaurantes donde degustar la gastronomía local.
Iglesia de Nuestra Señora del Castillo
Esta iglesia, construida entre el siglo XII y XVI, es sin duda el edificio religioso más importante de Calatañazor. Se trata de un templo un poco ecléctico, ya que es difícilmente clasificable dentro de los cánones clásicos manejados para los estilos artísticos arquitectónicos pues presenta tanto elementos del románico como del gótico.
Su interior alberga una pila bautismal románica del siglo XI y una talla del siglo XV en un retablo barroco del siglo XVII. Aunque sin duda lo más interesante es el museo parroquial, donde se conservan varias obras de arte de lo más diverso como pinturas, piezas litúrgicas de orfebrería, esculturas religiosas y otros fondos del archivo histórico del pueblo.
Muralla medieval de Calatañazor
De la muralla medieval que rodea gran parte del pueblo se conserva gran parte del perímetro principalmente por el oeste y el norte. La muralla se adapta perfectamente al cerro sobre el que se asienta Calatañazor configurando un perfil que recuerda al de otro pueblos amurallados como Montfalcó Murallat.
El recinto fortificado, construido entre los siglos XII y XIV sobre la antigua muralla árabe, estaba compuesto originalmente por ocho torres de vigilancia, dos puertas y dos portillos de los que tan solo ha llegado a nuestros días el arco del postigo de la fuente.
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad y Ermita de San Juan Bautista
Ya fuera del recinto amurallado, en la base del cerro y junto al camino de subida a Calatañazor, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad.
Se trata de un templo levantado en torno al siglo XII que presenta una única nave y conserva de época románica la portada y el ábside donde llama la atención la cabecera con una larga hilera de canecillos con cabezas humanas y zoomorfas.
Unos metros más adelante al otro lado de la carretera se encuentran los restos de la Ermita de San Juan Bautista de la cual destaca la bonita portada de entrada de cuatro arquivoltas.
Qué hacer en Calatañazor
Además de disfrutar de la belleza arquitectónica de la villa sería una pena hacer una escapada por esta zona y perderse la visita a dos de los lugares más interesantes qué ver cerca de Calatañazor.
La Fuentona de Muriel
Uno de ellos es el monumento natural de la Fuentona de Muriel, una de los espacios naturales más bonitos de Castilla y León. Esta surgencia de agua natural de origen kárstico forma una laguna de color verde esmeralda rodeada de vegetación que es de auténtica postal.
La Fuentona es el nacimiento del río Abión y se puede acceder a ella a través de un sendero que parte desde el pueblo de Muriel de la Fuente. El recorrido permite recrearse con la belleza del paisaje y la flora y fauna del lugar.
La Fuentona es también un lugar ideal para practicar el buceo y la espeleología, ya que cuenta con una red de galerías subterráneas que se extienden varios kilómetros bajo tierra.
Sabinar de Calatañazor
A mitad de camino de Calatañazor y la Fuentona se encuentra otro de los grandes atractivos naturales del municipio. Es el Sabinar de Calatañazor, un bosque de sabinas albares que se considera el más denso y mejor conservado del mundo.
Las sabinas son árboles milenarios que pueden alcanzar los 15 metros de altura y los 4 metros de diámetro. El Sabinar se encuentra en una zona elevada que ofrece unas vistas impresionantes del valle del Abión. Este monumento natural se puede visitar tanto a pie como en bicicleta siguiendo las rutas señalizadas que recorren el bosque.
Gastronomía de Calatañazor
La gastronomía de Calatañazor se fundamenta como la del resto de la provincia en los productos de la tierra y del ganado con los que se hacen platos contundentes para combatir las frías temperaturas invernales.
Entre sus platos más típicos se encuentran las migas pastoriles, elaboradas con pan duro, ajo, chorizo y torreznos; el cordero asado al horno de leña, que se sirve con ensalada y patatas panaderas; el chuletón de buey a la brasa y la caldereta de cordero, un guiso con carne, patatas, cebolla, ajo, pimiento, laurel y vino blanco.
También son famosos los torreznos de Soria, que se fríen en su propia grasa hasta quedar totalmente crujientes y dorados. Todo ello se puede maridar con algunos de los excepcionales vinos de la DO Ribera del Duero cultivados cerca de estas tierras.
Recomendaciones para la visita: ruta por la provincia de Soria y alrededores
Sin duda, Calatañazor es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y la cultura. Un lugar donde desconectar del estrés de la vida diaria y conectar con la esencia de Castilla.
Pero si vas a visitar esta villa podemos darte algunas ideas más para que puedas preparar a tu manera el mejor viaje por estas tierras del norte de España.
La provincia de Soria es una gran desconocida para muchos turistas pero puede presumir de tener alguno de los pueblos más bonitos de España. Es el caso del Burgo de Osma, situado a menos de media hora por carretera de Calatañazor; Morón de Almazán, a unos 50 minutos y Medinaceli y Yanguas, situados a poco más de una hora.
Además, los amantes de la naturaleza tienen aquí cerca de Calatañazor un lugar perfecto para un día de turismo rodeados de naturaleza: el Cañón del río Lobos. Este parque natural tiene casi 10.000 hectáreas y ofrece múltiples posibilidades para disfrutar de sus impresionantes paisajes.
Muy cerca, pero ya en la provincia de Burgos, se encuentran también otros pueblos bonitos como Covarrubias o Santo Domingo de Silos. Por su parte, en La Rioja hay lugares cercanos dignos de ver como Villoslada de Cameros o Cervera del río Alhama.
¿Cómo llegar a Calatañazor?
La villa de Calatañazor se encuentra muy cerca de la Autovía del Duero (A-11) y a tan solo 30 kilómetros de la capital provincial, la ciudad de Soria. Desde esta autovía tan solo hay que tomar la N-122 y después la SO-P-5026 para llegar al pueblo.
Nuestra recomendación es que si vas en coche aparques fuera del casco antiguo puesto que muchas calles son solo para residentes y además son bastante estrechas y con cuestas. Y es que, además, la mejor forma de disfrutar Calatañazor es caminando por sus calles.