Qué ver en San Esteban de Gormaz: la joya del románico de Soria
Declarada Conjunto Histórico-Artístico por la conservación, valor y belleza de su patrimonio, San Esteban de Gormaz es sin duda una de las joyas de la provincia de Soria. Un destino perfecto para los amantes de la historia, el arte, la cultura y, por supuesto, la gastronomía, que aquí encontrarán por ejemplo los mejores torreznos del mundo.
Por eso en el post de hoy venimos dispuestos descubrirte San Esteban de Gormaz a través de una ruta por sus principales monumentos y lugares de interés, que te permitirá conocer en detalle su historia y su patrimonio.
Asimismo, tal y cómo hacemos siempre, también te recomendaremos algunas excursiones que puedes hacer desde la villa para conocer otros lugares interesantes qué ver en Soria y alrededores. Así que ponte cómodo y sigue leyendo para conocer todo lo que ver en San Esteban de Gormaz. ¡Allá vamos!
Índice
Una pincelada de historia sobre San Esteban de Gormaz
Si bien en la zona existe constancia de asentamientos humanos de época celtíbera, romana y árabe, lo cierto es que el actual origen del pueblo se remonta al final de la Alta Edad Media, concretamente al siglo X.
Fue en ese momento, tras la Reconquista Cristiana, que se fundó el actual San Esteban de Gormaz, convertida en un importante enclave debido a su estratégica posición fronteriza que la convertía en una de las Puertas de Castilla.
Un hecho este que hizo que fuese terreno de las luchas de fronteras entre los reinos cristianos y musulmanes, pasando de unas manos a otras durante un largo tiempo.
Precisamente por su importancia estratégica, los árabes levantaron en estas tierras (aunque a unos pocos kilómetros), el Castillo de Gormaz, una impresionante fortaleza que domina el valle del Duero y que fue escenario de varios asedios y batallas.
En el siglo XI, ya con un asentamiento urbano bien definido a los pies del nuevo castillo cristiano, San Esteban de Gormaz fue protagonista de uno de los hechos más famosos de la historia española: la celebración de las primeras Cortes de Castilla.
En los siglos siguientes, el pueblo mantuvo su relevancia e incluso creció, como centro político y económico de la zona. Y es que conviene no olvidar que formaba parte de la Ruta de la Lana, un camino comercial que unía Burgos con Valencia y que favoreció el intercambio de productos y culturas entre el Levante y Castilla.
En la actualidad, San Esteban de Gormaz es una localidad que todavía conserva intacto todo su encanto histórico, ofreciendo a todo aquel que la visita una amplia oferta cultural, gastronómica y natural. Sin duda, un destino perfecto para disfrutar de la esencia de Castilla y León que a continuación te descubrimos.
Qué ver en San Esteban de Gormaz
Hay mucho que descubrir y que ver en San Esteban de Gormaz. Por eso te mostraremos sus principales monumentos y lugares de interés para que puedas visitarla y trazar una ruta para conocer su historia, su arte y su cultura. ¡No pierdas detalle!
Castillo de Gormaz
El Castillo de Gormaz (no confundir con el de San Esteban de Gormaz del que hablaremos más adelante) es una fortaleza de origen andalusí que, según varios historiadores, fue la más grande de Europa en su momento. Y no solo eso, hoy también tiene actualmente el honor de ser uno de más antiguos castillos del continente.
El castillo, conocido también como fortaleza califal de Gormaz, se encuentra a unos 20 kilómetros de la villa sanestebeña, sobre una alta loma que domina el valle del río Duero. Levantado por los musulmanes durante el siglo IX, fue ampliado por los cristianos en los siglos XI y XII.
Su planta es irregular, pues se adaptó al estrecho y largo cerro donde se asentaba. Tenía un perímetro amurallado de unos 1200 metros compuesto por 28 torres, entre las que destaca lógicamente la Torre del Homenaje, la más alta y robusta, pero también la conocida como Torre de Almanzor.
Tras una reciente restauración, la entrada al castillo de Gormaz es totalmente libre y gratuita, por lo que es una buena oportunidad de visitar su interior y, sobre todo, disfrutar de las magníficas vistas del paisaje soriano.
Puente medieval de San Esteban de Gormaz
Nos desplazamos ahora unos pocos kilómetros hasta el propio pueblo de San Esteban de Gormaz, donde nos recibe su puente medieval sobre el Duero, conocido también como puente de los 16 ojos.
Esta obra de ingeniería medieval, construida en sillería caliza, tiene unos 200 metros de longitud y está formado por 16 arcos (ojos) con bóvedas de medio punto y dos estribos laterales.
No se sabe con exactitud su fecha de construcción, pero se cree que fue construido entre los siglos XI y XIII, para facilitar el paso de los viajeros y mercaderes que hacían la Ruta de la Lana. Y si bien pocos datos existen al respecto, no son pocas las teorías que dicen que posiblemente se alzase sobre los ruinosos cimientos de un antiguo puente romano.
Sea como fuere, lo cierto es que este puente tiene una gran importancia histórica, ya que por él pasaron personajes tan ilustres como Alfonso X el Sabio, Isabel la Católica e incluso el mismísimo Cid Campeador, estrechamente ligado a estas tierras de Gormaz. Hoy en día, desde su plataforma, se pueden contemplar unas bonitas vistas del río Duero y sus riberas.
Iglesia de San Miguel
Situada en la parte más alta del pueblo, llegamos ahora a esta iglesia, uno de los mejores exponentes del románico soriano. Y es que este templo es un auténtico tesoro de la época románica que maravilla nada más verla por primera vez. Y al mismo tiempo, una buena muestra de por qué San Esteban de Gormaz es considerado la cuna del románico soriano.
Construida en el siglo XI, más concretamente en el año 1081 como atestigua una inscripción, la iglesia destaca por su amplia galería porticada que, como bien hemos dicho, atrae todas las miradas.
No obstante, sus columnas son un auténtico espectáculo ya que exhiben una gran riqueza, con sus capiteles con figuras con turbantes, kaftanes y motivos vegetales y animales, que decoran la que muchos consideran la primera galería porticada del románico soriano.
Iglesia de Nuestra Señora del Rivero
Muy cerca, a unos minutos a pie, sobre una loma que domina la ribera del Duero, se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Rivero. Probablemente construida en el siglo XII, se trata de otro de los grandes tesoros del románico soriano.
Como la de San Miguel, esta iglesia también tiene una bonita galería porticada aunque, a diferencia de la primera, su material de construcción es la sillería. La galería está formada por nueve arcos de medio punto y sus columnas son sencillas y robustas. No así los capiteles, que muestran variada iconografía de personas, animales y vegetales de inspiración oriental.
En su interior, alberga un retablo de principios del siglo XVII con la venerada Virgen del Rivero, patrona de la localidad y muy querida por los sanestebeños. También merece la pena echar un vistazo a sus pinturas góticas, descubiertas tras una intervención.
Casco antiguo de San Esteban de Gormaz: Plaza Mayor
Aunque los monumentos de los que hemos hablado son preciosos, no cabe duda de que uno de los grandes atractivos de San Esteban de Gormaz es su casco antiguo, que todavía conserva todo el encanto de la época medieval y tiene un gran valor arquitectónico, motivos por los que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Pasear por sus calles empedradas que suben y bajan, admirar sus edificios históricos y saborear su relajado y acogedor ambiente es una experiencia que no te puedes perder por nada del mundo. Lo mejor de todo es que la mayoría de sus lugares de interés se encuentran muy cerca unos de los otros.
Una buena idea es comenzar la visita en el conocido como Arco de la Villa o Puerta de Castilla, así llamada porque era por donde entraban los viajeros que venían de Castilla. Datada del siglo XVI, se trata de uno de los restos más importantes de la antigua muralla medieval de San Esteban. Está decorada con un escudo de Diego López Pacheco y Portocarrero, conde de San Esteban de Gormaz.
Encaminando los pasos por la calle Puerta de Castilla llegaremos ahora a la Plaza Mayor. Se trata del corazón de San Esteban de Gormaz y uno de los símbolos de los que más orgullosos están sus habitantes.
Se trata de una plaza amplia y rectangular, rodeada de soportales con columnas de piedra y columnas de madera rústicas, cerrada en uno de sus extremos por el bonito edificio del ayuntamiento con su reloj.
Sin duda, un lugar ideal para pasear, tomar algo en alguna de sus terrazas y probar la excelente gastronomía local, entre ellos los níscalos a la cazuela, las migas del pastor, el ajo carretero, la chanfaina o el chorizo de Soria.
De la Plaza Mayor pasamos a la Calle Mayor, la principal calle del casco antiguo sanestebeño. Se trata de una calle estrecha que conserva su trazado medieval y que está flanqueada por casas antiguas con fachadas de piedra o ladrillo y balcones de forja, algunas de ellas con bonitos blasones.
Caminando por esta calle llegamos ahora al Cubo de la Puerta de San Gregorio, una torre cilíndrica de unos 10 metros de altura y que es otro de los restos de la muralla que todavía se conservan en pie.
Castillo de San Esteban de Gormaz
Acabamos la visita a San Esteban de Gormaz visitando su castillo, una de las fortalezas clave que componían la línea de defensa sobre el Duero. Lo cierto es que poco queda de él, a excepción de un lienzo de muralla en el que pueden apreciarse restos de una puerta y otros restos de muros menores, además de un aljibe. Pero debido a su posición, es también un buen lugar para relajarse y recrearse con las vistas que ofrece.
De camino al castillo, en las rocas sobre las que se asienta, también podremos ver algunas de las antiguas bodegas. No se sabe con exactitud su fecha de creación, pero algunas de ellas están datadas del siglo XVII según varios documentos encontrados.
Hay más de 300 catalogadas, formando de esta manera el barrio de bodegas más numeroso de la D.O. Ribera del Duero. Lo más curioso es que todas ellas están comunicadas entre sí, formando una intrincada red de galerías.
Recomendaciones para la visita: qué ver cerca de San Esteban de Gormaz en una ruta por la provincia de Soria y alrededores
Que duda cabe que San Esteban de Gormaz es una villa con mucho que ver, pero también es un punto de partida ideal para conocer otros lugares de interés cercanos para configurar un viaje por Castilla y León inolvidable.
Y si te gusta la historia, el arte, la naturaleza y la gastronomía, te aseguramos que hay mucho y muy bueno para descubrir. Por ejemplo, a menos de media hora por carretera puedes visitar Calatañazor, uno de los pueblos medievales más encantadores y singulares de Castilla y León.
Y también a menos de media hora, pero hacia el Sur, podrás visitar la fascinante Tiermes, conocida como la Pompeya española. Muy cerca de San Esteban se encuentra también El Burgo de Osma, una ciudad histórica y cultural con mucho que ver, entre lo que se encuentra su catedral, su palacio episcopal y su universidad, que dan buena cuenta de su gran importancia en el pasado.
Un poco más alejados, pero a menos de una hora en coche, se encuentran lugares como la Ermita de San Saturio, uno de los símbolos más queridos por los sorianos o el Monasterio de San Juan de Duero, uno de los ejemplos más singulares del arte románico y gótico en España. Y de paso también podrás visitar la capital soriana, no tan famosa como otras ciudades, pero también con muchas cosas interesantes que ver.
Si te sobra tiempo tampoco deberías perderte lugares como el encantador pueblo de Yanguas o Medinaceli, una villa con una larga historia que se remonta a la época celtíbera. Desde luego, planes sobran para disfrutar de la provincia de Soria y sus alrededores. ¡Te aseguramos que te enamorarás de esta tierra!
Cómo llegar a San Esteban de Gormaz
San Esteban de Gormaz se encuentra al oeste de la provincia de Soria y se encuentra bien comunicado por carretera con las principales ciudades de España. La mejor forma de acceder a la villa es usando la Autovía del Duero A-11 y la carretera nacional N-122, que une la capital soriana con Valladolid y Zaragoza. Desde Soria el viaje lleva poco más de 45 minutos, desde Valladolid una hora y media y desde Zaragoza poco más de 2 horas y media.