Campillo de Ranas: descubre una de las joyas de la arquitectura negra guadalajareña
Vigilado permanentemente por el siempre presente pico Ocejón, no cabe duda alguna de que Campillo de Ranas es uno de los pueblos más bonitos de la llamada arquitectura negra de la provincia de Guadalajara.
Y, si anteriormente ya te hablamos sobre Valverde de los Arroyos y su innegable belleza, hoy venimos dispuestos a descubrirte otro de los pueblos más bonitos de la zona. Quédate con nosotros y descubre todo lo que ver en Campillo de Ranas en tu visita.
Índice
Campillo de Ranas: qué ver en una ruta por Guadalajara
Que Guadalajara tiene muchos lugares bonitos por descubrir no es un secreto para nadie. Y una de las rutas imprescindibles para hacer es la de los Pueblos Negros basada en la tan abundante pizarra negra de la zona y de la cual forma parte Campillo de Ranas.
Pueblo de Campillo de Ranas
Campillo de Ranas ha sabido conservar con mimo un tipo de arquitectura que dota de un carácter especial a esta región del noroeste guadalajareño. Tanto ha sido así que estos pueblos se han convertido en un auténtico símbolo de Guadalajara.
Estas poblaciones, que se caracterizan por el empleo predominante de la pizarra en su arquitectura, se integran a la perfección en el extraordinario entorno natural de la Sierra Negra. Una sierra tradicionalmente pobre y aislada que ha preservado una extraordinaria riqueza etnográfica llena de matices y marcada por la flora, la fauna, la cultura y las tradiciones locales.
En este sentido Campillo de Ranas es uno de los ejemplos paradigmáticos de los Pueblos Negros. Localizado en las estribaciones de la sierra de Ayllón, a unos 1.100 metros de altitud, sus construcciones se fundamentan en el uso de lajas de pizarra negra combinadas con otros materiales de la zona como la madera (usada para el armazón) y el barro.
La mayoría de las viviendas tradicionales están compuestas de zaguán, una planta baja destinada a vivienda, corral y un piso superior que se utilizaba como pajar. Los tejados suelen ser a dos aguas y se completan con grandes chimeneas, también de pizarra como no podía ser de otra forma.
Iglesia de Santa María Magdalena
La mejor idea para un paseo por sus calles es dejarse llevar mientras descubrimos la particular arquitectura negra. Campillo no es muy grande por lo que paso a paso podrás ver sus edificios más emblemáticos y detenerte justo a ellos para contemplarlos.
En la plaza del pueblo está la Iglesia de Santa María Magdalena, evidentemente construida en pizarra y cuyas negras losas se mezclan con la piedra caliza blanca. De apariencia sencilla y estilo románico, en ella destacan principalmente su torre de varios cuerpos y su fachada principal.
También en la plaza, donde se celebran los festejos locales como el curioso juego de bolos (muy popular en la zona del Ocejón y en general en Guadalajara), se encuentra otro de los símbolos que ver en Campillo de Ranas: la Torre del Reloj Solar.
Mirador de la Fuente de las Ranas
Se trata de una conocida construcción del pueblo elaborada totalmente en pizarra. Desde el mirador es posible ver unas espectaculares vistas de la sierra de Ayllón y el pico Ocejón, este último casi siempre cubierto de nieve durante el invierno. Sin duda, un lugar ideal para exprimir al máximo la cámara de fotos o el smartphone y llevarse uno de los mejores recuerdos del viaje.
El Roble Hueco
Este es otro de los lugares más populares de Campillo de Ranas. Se trata del árbol más representativo de la localidad y cuya edad es una auténtica incógnita incluso para los campilleros más viejos que siempre lo han visto en su lugar con su actual aspecto. Debido al gran cariño que despierta este roble en Campillo y también en los alrededores no son pocos los negocios y alojamientos de la zona que fueron bautizados con su nombre.
Museo de Maquetas Roizo
Estamos sin duda ante uno de los lugares más curiosos del pueblo. En el interior de este particular museo se pueden ver diversas maquetas de algunos de los edificios de Campillo de Ranas. Todas ellas fueron hechas por Juan Andrés Roizo, un artista afincado en el pueblo capaz de reducir cualquier vivienda tradicional a la mínima expresión, pero con el máximo de los detalles ya que muchas de ellas tienen incluso piezas móviles.
Entre las maquetas que pueden verse se encuentran una chocolatería o una cordelería, donde el mecanismo para hacer soga funciona a la perfección. Desde luego el museo es una gran oportunidad de descubrir tanto por fuera como por dentro como son las casas de los pueblos negros y también sus oficios tradicionales representados fielmente en miniatura.
Asimismo, el museo es una especie de espacio etnográfico ya que en su interior también se exponen arados y útiles de campo tanto de la comunidad castellanomanchega como del resto de España. Sin duda, el museo es un claro ejemplo de que la pizarra típica de la arquitectura local, seña de identidad de la región, tiene cabida a cualquier escala.
Otras aldeas negras que ver en Campillo de Ranas
El municipio de Campillo de Ranas no sólo está formado por el propio pueblo, sino que engloba a otras pequeñas aldeas como Campillejo, El Espinar, Roblelacasa, Robleluengo, Matallana y La Vereda. Lugares encantadores para dar un agradable paseo y seguir el idilio con la belleza sencilla y embelesadora de una arquitectura hecha totalmente a la medida del entorno.
Todos ellos merecen la pena, aunque si no dispones de tiempo de sobra te recomendamos especialmente que visites al menos Campillejo (cuya iglesia es un precioso exponente del románico rural popular), Robleluengo (poseedor también de una iglesia con una bella espadaña) y La Vereda, esta última una aldea despoblada sin agua corriente ni luz eléctrica capaz de transportar al viajero en el tiempo.
Cascada del Aljibe
A unos 7 kilómetros del propio pueblo de Campillo de Ranas se encuentran estas cascadas, también conocidas con el nombre de Pozas de Matallana. Se trata de una de las cascadas más hermosas de España. Y no por su altura, ya que apenas supera los 10 metros, sino porque se trata de dos saltos de agua consecutivos que caen a dos pozas de agua formando una estampa sin parangón.
La ruta de senderismo no llega a los 3 kilómetros y parte de la aldea de Roblelacasa. Es una actividad ideal para hacer en cualquier época del año, aunque naturalmente es en primavera y otoño el mejor momento para disfrutar de la belleza serrana de estas tierras. También es una excelente idea hacer coincidir la visitar después de la época de lluvias y deshielo ya que tanto la cascada como las pozas están con su máximo caudal.
Recomendaciones para la visita por la provincia de Guadalajara
Si Campillo de Ranas te ha gustado y te has quedado con ganas de mucho más no deberías perderte la oportunidad de hacer la ruta de los Pueblos Negros al completo ya que es uno de los imprescindibles que ver en una escapada de turismo por Castilla-La Mancha. Lo mejor es que puede hacerse perfectamente en 2 días en los que además de pueblos con encanto podrás disfrutar de la preciosa naturaleza guadalajareña.
En este sentido los pueblos más representativos de la arquitectura negra son además de Campillo, Majaelrayo y Tamajón. Este último pueblo y municipio comprende también las bonitas aldeas de Almiruete y Palancares. Todos los núcleos están relativamente cercanos entre ellos y comunicados por carretera, aunque eso sí algunas son bastante estrechas.
Asimismo, merece la pena dejarse caer por Cogolludo, puerta de entrada a los pueblos negros y donde pese a no poder disfrutar de la arquitectura negra si podemos maravillarnos con el que está considerado el primer palacio renacentista de España: el palacio de los Duques de Medinaceli.
Por otra parte, los apasionados de la naturaleza y las actividades al aire libre tienen en esta zona de Guadalajara un auténtico paraíso por explorar. A poco más de 30 minutos por carretera se encuentran las Chorreras de Despeñalagua, un espectacular conjunto de cascadas que se despeñan desde uno 100 metros de altura y que se pueden visitar a través de una sencilla ruta de senderismo que parte de Valverde de los Arroyos.
A poco más de 1 hora en coche, pero hacia el norte, está el famoso Hayedo de Tejera Negra, uno de los bosques de hayas situados más al sur de Europa. Un rincón de fantasía que muestra su cara más bella y colorida durante el otoño. Es necesario reservar plaza para poder visitarlo, así que te aconsejamos planificar el viaje con tiempo.
¿Cómo llegar a Campillo de Ranas?
Campillo de Ranas está situado a menos de 2 horas de Madrid y a poco más de 1 hora de la capital provincial guadalajareña. Para llegar en coche tan solo hay que tomar la autovía A-2 y justo antes de Guadalajara capital desviarse por la CM-1008 en dirección a Humanes. A la altura de esta última población tomaremos la CM-1004 hasta Tamajón donde seguiremos por la GU-186 que lleva directamente a Campillo.