Zafra: que ver en esta preciosa ciudad de la Vía de la Plata
La blanca Zafra pasaría fácilmente por un típico pueblo andaluz y, en efecto, no tiene nada que envidiar a muchos de los pueblos y ciudades andaluzas más famosos. No es casual por tanto que sea conocida como «Sevilla la chica», ya que, aunque las comparaciones siempre son odiosas, la belleza aflora por cada uno de sus rincones.
Sus estrechas calles están escoltadas por preciosas iglesias barrocas, tiendas con siglos de historia y bonitas casas tradicionales con grandes galerías siempre engalanadas con flores.
Situada al lado de la A-66, la autovía de la Vía de la Plata que une Sevilla y Mérida, Zafra es siempre una excelente opción para una pequeña escapada o desvío en el camino en cualquier ruta por Extremadura que no deberías perderte. Hoy te descubrimos los mejores lugares para visitar en Zafra y te damos recomendaciones TOP para que sea un viaje que no olvides nunca. ¡Allá vamos!
Zafra, una ciudad histórica en la Vía de la Plata
Desconocida para muchos, Zafra es indudablemente una de las localidades más interesantes de la provincia de Badajoz gracias a sus rincones llenos de historia y sus interesantes monumentos. No en vano, este enclave ha estado habitado desde muy antiguo, pues se cree que hubo un poblado celta llamado Segeda, que después los romanos llamarían Restituta Iulia Imperial. El Imperio convertiría este lugar en un punto estratégico en las rutas comerciales de la Vía de la Plata.
Siglos después, como el resto de Extremadura, la zona estuvo ocupada por los musulmanes. Estos la rebautizaron como Safra y siguieron aprovechando su importancia estratégica, reforzada por estar justo en la zona fronteriza entre los reinos de taifas de Sevilla y Badajoz.
En el siglo XIII, tras la Reconquista, Zafra pasó a manos cristianas. Aunque no fue hasta 1394, cuando el rey Enrique III le concedió la jurisdicción a Gomes I Suárez de Figueroa, que la ciudad comienza a crecer de forma notable en torno al comercio, gracias a la importante comunidad judía asentada y su privilegiada posición en las rutas comerciales de la Edad Media.
Ya en 1460, con los condes de Feria como mecenas, la localidad comienza a vivir su época de mayor esplendor y prestigio. Además de desarrollar su urbanismo, se construye la muralla y también varios edificios monumentales que podemos ver hoy en día. Todos ellos responsables de que la ciudad fuese declarada Conjunto Histórico Nacional en el año 1965.
Qué ver en Zafra
Si tienes pensado hacer una escapada de turismo por Badajoz, siempre debes tener un hueco en tu ruta para visitar Zafra, ya que cuenta con lugares de imprescindible visita para sumergirse en la historia y la cultura extremeñas. A continuación, te dejamos con todo lo que debes ver para no perderte nada.
Plaza Chica: la vara de medidas y el antiguo Ayuntamiento de Zafra
La vida de Zafra gira alrededor de sus dos plazas más emblemáticas: la plaza Chica y la plaza Grande. La chica, como ya habrás imaginado, fue la primera plaza, digamos que la original. Situados en el centro, podremos contemplar una hermosa plazuela porticada, cuyos soportales aun dan buena cuenta de la intensa actividad comercial de su mercado en tiempos pasados.
De hecho, una muestra inequívoca de este pasado comercial es su «Vara de medir», algo casi exclusivo de Zafra y que en pocos más lugares existe. Este lugar tan curioso podremos verlo de camino a la Plaza Grande, atravesando por el conocido como Arquillo del Pan, donde se encuentra también la pequeña capilla barroca de la Esperancita.
Esta vara grabada en una de las columnas de los soportales de la plaza medía 83,53 centímetros, (la medida oficial de la vara castellana en la época) y era usada para asegurarse de que los mercaderes que aquí se daban cita no hacían trampas.
Los más observadores encontrarán fácilmente en ella varias muescas que coinciden con las diversas medidas de la época. Además de esta famosa vara, merece la pena detenerse también junto al precioso edificio del antiguo ayuntamiento, hoy sede de la Escuela Municipal de Música.
Plaza Grande, un lugar para entender la historia de Zafra y disfrutar de su magia
La visita a la Plaza Grande es una prolongación ideal de la ruta después de haber visitado la Plaza Chica, ya que permite entender un poco más el pasado de la ciudad. Y es que el tremendo éxito comercial de Zafra propició que en el siglo XV se comenzasen a construir edificios y soportales más allá de la Plaza Chica, ocupando el terreno del cementerio de una antigua iglesia, que acabó derribándose y sustituyéndose por la más moderna Iglesia de la Concepción.
El resultado fue la construcción de una plaza más regia y amplia, con majestuosos soportales, una fuente y hermosos edificios a los que hoy acompañan las palmeras. Lo cierto es que es un lugar que enamora y donde cuesta fijar la vista, ya que hay rincones especiales por todos lados.
Este lugar fue llamado durante mucho tiempo de diversas maneras. Plaza del Rey o Plaza de la Constitución fueron algunos de sus nombres oficiales, hasta que en el año 1986 el ayuntamiento decidió darle el nombre con el que era conocida por todos: Plaza Grande.
Ya sea en verano o en otoño, siempre que haya un día soleado, no pierdas la oportunidad de sentarte a tomar algo en alguna de sus terrazas. Y como no, también de entrar en alguno de sus restaurantes más emblemáticos, donde estamos seguros de que disfrutarás de la sabrosa gastronomía extremeña.
Palacio de los Duques de Feria, uno de los monumentos más célebres de Zafra
Seguimos la visita por Zafra con uno de sus monumentos más célebres, el Palacio de los Duques de Feria, hoy convertido en Parador de Turismo. Un espectacular edificio del siglo XIV a medio camino entre fortaleza defensiva y lujoso palacio que daba fe de la grandeza de sus dueños, los Duques de Feria.
Llaman la atención sus ocho grandes torreones en fantástico estado de conservación, principalmente los frontales de 24 metros de altura, pero también el espectacular y delicioso patio central de estilo renacentista alzado en mármol blanco. Este patio fue alzado en el siglo XVII, cuando los Feria llegaron a la categoría de duques y construyeron dos nuevas alas, varias galerías y un pasadizo que conecta con la iglesia de Santa María.
A lo largo de su dilatada historia este palacio ha tenido varios usos, entre ellos los de cárcel, cuartel, hospital, escuela de arte y hasta instituto de bachillerato. En la actualidad, sus puertas están siempre abiertas al público, por lo que podemos disfrutar de este espectacular edificio, incluida su emblemática Sala Dorada, en la que podremos maravillarnos con el artesonado original elaborado entre los siglos XVI y XVII.
Aunque nosotros también te recomendamos subir a la torre del homenaje, donde obtendrás unas fascinantes vistas de los alrededores. A unos 20 kilómetros divisarás la pequeña población de Feria, en lo alto y aislada, la misma que da nombre al ducado.
Plaza del Pilar Redondo, un lugar que te llevará a la edad contemporánea de Zafra
Ahora pasamos de la Edad Media a la Edad Contemporánea, a un lugar que atestigua la pujanza de la Zafra de finales del siglo XIX y XX, cuando la localidad era un importante centro ganadero. Así, en esta plaza encontraremos diversos edificios de arquitectura ecléctica con preciosas fachadas.
Aquí se encuentra también el actual ayuntamiento, emplazado en un antiguo convento del siglo XVI que pasó a manos del municipio en 1836 a consecuencia de la desamortización de Mendizábal. Aunque sin duda el edificio más llamativo es la conocida como «Casa azul», una construcción modernista digna de las grandes capitales y que es objetivo de las fotos de todos los visitantes que pasan por aquí.
Parroquia de la Candelaria, en dónde el estilo gótico sigue latiendo en Zafra
Muy próxima al ayuntamiento se encuentra la majestuosa iglesia de la Candelaria, conocida también como Colegiata de Zafra. Este espectacular templo de estilo gótico impresiona por sus dimensiones, además de por la belleza y armonía de sus líneas. Fue terminada de construir en 1546, aunque a lo largo de los siglos ha sido sometida a diversas remodelaciones que le han dado su actual aspecto.
En su interior custodia joyas tan valiosas como los lienzos de Zurbarán, maestro del Siglo de Oro español, situados en el retablo de su altar Mayor, además de varios retablos barrocos de gran belleza. Por último, sería un pecado irse sin contemplar su maravilloso órgano y las capillas de la Virgen de la Valvanera y de la Virgen del Carmen.
Tal despliegue de arte de este templo se debe principalmente a los prósperos comerciantes de Zafra, que se hicieron cargo de los gastos de muchas de las obras de arte aquí presentes. Y como no, mucho tuvieron que ver también los grandes mecenas de la ciudad, los Duques de Feria, que pusieron todo de su parte para que la iglesia llegase a ser finalmente colegiata en el siglo XVII.
Convento y Museo de Santa Clara de Zafra
Además del espectacular palacio-alcázar, otro de los principales monumentos para visitar en Zafra es el Convento de Santa Clara, también impulsado por los Duques de Feria en su intensa labor de mecenazgo. Un lugar clave para entender la historia de la ciudad asociada a esta poderosa familia, que dejó su impronta en obras de gran belleza como este monasterio de estilo franciscano fundado en el año 1428.
En su interior cuenta con un museo que ofrece visitas guiadas con las que podremos descubrir de forma amena las historias y secretos del edificio y las piezas expuestas. Entre las más de 1000 piezas de arte sacro expuestas encontraremos rarezas y reliquias únicas como un Niño Jesús Pobre de 1723 traído de Palestina o un excepcional Lignum Crucis de la Duquesa Juana Dormer, datado del siglo XVII.
El Barrio Judío de Zafra y la capilla del Cristo del Pozo
Antes de que los Reyes Católicos expulsaran a los judíos en el año 1492, Zafra poseía una numerosa y próspera comunidad hebrea, asentada principalmente en lo que son las actuales calles de San José, Sor Ángela de la Cruz, Badajoz, Pozo y Alfonso XII. Los judíos se establecieron aquí gracias a la tolerancia de los duques de Feria que, sabedores de la riqueza que este pueblo producía con sus negocios, incluso les dejaron tener su propia sinagoga.
Hoy en día ese antiguo templo de rezo judío es la actual capilla de San José, también conocida como Capilla de Santa Catalina de Alejandría, la misma santa a la que fue consagrada tras la expulsión judía. En la actualidad, está desprovista de cualquier símbolo hebraico, pero sigue siendo un placer observar su sala de amplias proporciones articulada con sencillos arcos de lazo y su portada gótica con semicolumnas torsas.
Pero la judería o aljama de Zafra tiene aún más secretos, misterios y leyendas que bien podrían pasar desapercibidos al turista distraído. Uno de ellos se encuentra en el número nueve de la calle Pozo, que esconde la conocida como capilla «del Cristo del Pozo». Se trata de una minúscula capilla en el interior de una casa cuyo dintel de la entrada muestra el monograma del Ave María. Circulan varias leyendas sobre este lugar, aunque la más conocida es la que cuenta la historia de un judío converso que pretendía esconder su fe utilizando este pequeño templo como tapadera.
Arco del Cubo, el icono de la muralla medieval de Zafra
Para finalizar la visita por Zafra no existe mejor plan que descubrir las puertas más emblemáticas de su muralla medieval. Una de las mejor conservadas es el arco del Cubo, también conocido como puerta de Badajoz, situada al norte del recinto fortificado medieval.
Esta puerta fue construida entre 1426 y 1442, aunque lo que es el arco en sí es una obra más tardía, del siglo XVII. Y es que la antigua puerta en forma de arco estaba exactamente en el torreón contiguo al arco, donde aún se puede ver la figura ecuestre de Santiago Matamoros, prueba de la intensa relación de los Duques de Feria con la Orden de Santiago.
Puerta de Jerez, el acceso mejor conservado de la muralla medieval de Zafra
Saliendo del casco histórico zafrense hacia el oeste podremos ver la preciosa puerta de Jerez, el acceso de la muralla medieval que en mejor estado ha llegado a nuestros días.
Fue construida como el resto de los accesos entre 1426 y 1442 y debe su nombre a que era la salida hacia la vecina ciudad de Jerez de los Caballeros. La puerta cuenta con una capilla en honor a la virgen de la Caridad, una de las patronas del pueblo. Atención antes de salir por la propia puerta, ya que podremos maravillarnos con una coqueta y tranquila calle sin salida conocida como la callejita del Clavel.
¿Cómo llegar a Zafra?
Zafra es un bonito pueblo situado a lo largo de la autovía A-66 entre Sevilla y Mérida. Precisamente desde esta última ciudad, la localidad zafreña representa una escapada ideal, ya que el trayecto lleva poco más de 40 minutos. Para llegar desde la capital extremeña solo hay que tomar la citada A-66 en dirección Sevilla y unos 55 kilómetros después, desviarse por la salida 675 hacia Los Santos de Maimona/Zafra. Nos incorporaremos a la N-630 y tras poco más de 1 kilómetro giraremos a la derecha por la EX-101 que lleva directamente a Zafra.