Los Cuatro Postes, un mirador con espectaculares vistas y mucha historia en Ávila

El mirador de Los Cuatro Postes, conocido también como Humilladero de San Sebastián, es un lugar tan representativo como simbólico desde donde poder contemplar una hermosa panorámica del casco histórico de Ávila y gran parte del trazado de su muralla medieval.
Ya tengas unos días para visitar Ávila o solo unas pocas horas, esta es una de las visitas imprescindibles que debes hacer en esta ciudad.
Los Cuatro Postes, las mejores vistas de Ávila
El monumento de Los Cuatro Postes es una construcción de granito formada por cuatro columnas dóricas arquitrabadas de unos 5 metros de altura. En el centro, sobre un pedestal, descansa una cruz, mientras los arquitrabes muestran orgullosamente el escudo de la ciudad abulense.
Se cree que se construyó sobre el año 1566 por el maestro cantero Francisco de Arellano a instancias del corregidor Rodrigo Dávila sobre un antiguo humilladero en el que hacían parada los abulenses en sus romerías.

Pero no es esta sencilla construcción en sí lo más destacable, sino las fantásticas vistas de la ciudad que ofrece y el significado que tiene histórica y legendariamente para los abulenses. Y es que la localización de Los Cuatro Postes ha sido asociada desde hace siglos y siglos a numerosas historias y leyendas.
Los Cuatro Postes: un lugar que es pura leyenda
Los Cuatro Postes es sin duda un lugar donde la tradición y la leyenda coinciden para explicar su origen. Cuenta la historia que, a mediados del siglo XII, una gran peste azotó duramente a Ávila. Pasada la epidemia, la mayoría de los abulenses quisieron agradecer el fin de esta y salieron en peregrinación a la ermita de San Leonardo, dejando la ciudad prácticamente desierta.
Aprovechando la situación, los sarracenos (siempre vigilantes desde el sur) entraron para saquear Ávila y llevarse todo lo que pudieron. Las autoridades, comandadas por los regidores Nuño Rabia y Gómez Acedo, no tardaron nada en reunir miles de hombres para iniciar la persecución de los malhechores.
Para abordar esta misión, decidieron dividirse en dos grupos. Sin embargo, la tropa que no estaba bajo su mando les traiciona y vuelve a Ávila haciéndose fuertes en la ciudad y encerrándose. Cuál fue la sorpresa del otro grupo, que llegaba con todo lo robado recuperado a los musulmanes y se encontró las puertas de la muralla cerradas. Los traidores, ahora autoproclamados alcaides de la ciudad, exigieron parte de lo incautado para liberarla.
El asunto fue de tal envergadura, que se necesitó de la intercesión del propio rey Sancho III de Castilla, que acudió a Ávila a echar a los miserables de la ciudad y les desterró para siempre a vivir fuera de la muralla. A partir de este momento, se decidió repetir cada año la romería y se construyeron Los Cuatro Postes para que este negro episodio no se olvidase nunca.

Hay más historias asociadas a Los Cuatro Postes, principalmente sobre Santa Teresa de Jesús, una de las grandes maestras de la vida espiritual de la Iglesia. Cuenta la leyenda que fue aquí también donde Francisco de Cepeda interceptó a Teresa y su hermano Rodrigo cuando eran niños y se dirigían al sur. ¿Cuál era su objetivo? Pues, influidos por los libros de caballerías, evangelizar a los moros infieles y morir como mártires a sus manos.
Se dice también que años después, cuando Teresa fue expulsada de Ávila por tener ideas propias sobre cómo vivir la fe y su relación con Dios, se detuvo allí mismo en Los Cuatro Postes, se quitó las sandalias, las sacudió y exclamó la famosa frase «De Ávila, ni el polvo».
Una historia que no convence ni gusta demasiado a los abulenses pero que, a fin de cuentas, es historia y ha llegado a nuestros días. Menos mal que años después se reconcilió con su ciudad, ya convertida en una fundadora de conventos y de una orden religiosa.
Qué ver en el mirador de Los Cuatro Postes
El mirador de Los Cuatro Postes es un mirador único para observar la ciudad de Ávila. Desde su ubicación se puede apreciar, por ejemplo, la monumentalidad de la Muralla de Ávila y también distinguir al fondo la Catedral de El Salvador, donde acaba el recinto amurallado.
Veremos también la basílica de San Vicente, una joya del patrimonio abulense, además de la espadaña y la Puerta del Carmen. Completan la estampa más símbolos de la ciudad como la iglesia de San Martín, la de San Segundo, el Centro de Exposiciones y Congresos Lienzo Norte y el río Adaja.
Pero si por el día la vista es espectacular, por la noche no se queda atrás. Y es que mientras apreciamos una puesta de sol única, con el sol tiñendo de amarillo la muralla, podemos ver cómo su iluminación artificial se enciende poco a poco creando una escena inolvidable. Sin duda, el mirador de Los Cuatro Postes es el mejor lugar para empezar una visita a la ciudad de Ávila. ¡No te lo pierdas!
¿Cómo llegar a Los Cuatro Postes en Ávila?
El monumento de Los Cuatro Postes de Ávila está situado en una colina al oeste de la ciudad, en el margen izquierdo del río Adaja. Se puede llegar ir en coche o andando. La ruta a pie es un agradable paseo de apenas 15 minutos en el que hay que cruzar el puente sobre el río Adaja.
Los que decidan ir en coche solo tienen que tomar la carretera N-110 en dirección a Salamanca y estacionar el vehículo en el amplio aparcamiento habilitado. También hay la opción de llegar al mirador de Los Cuatro Postes en Tuk-tuk, en el Tranvía Turístico y en la línea 7 de los autobuses urbanos.