El Tiemblo, una escapada repleta de naturaleza e historia
Nos adentramos en antigua tierra de vetones para descubrirte todo lo que ver en El Tiemblo, uno de los pueblos más interesantes de Ávila y una apuesta segura para los aficionados del turismo rural.
Situado a aproximadamente una hora de Madrid en las estribaciones de la Sierra de Gredos, este pintoresco pueblo serrano tiene además de un considerable patrimonio, un valioso entorno natural en el que se mezclan exuberantes valles que esconden parajes de película como El Castañar, un imán de viajeros que atrae cada otoño a miles y miles de personas.
Un rincón ideal para desconectar y usar como base de operaciones para explorar la gran riqueza natural de la provincia de Ávila. Y hoy te lo descubrimos para que puedas disfrutarlo al máximo. Bienvenido a El Tiemblo, la joya rural abulense.
Breve historia de El Tiemblo
Se sabe que por estas tierras estuvieron los vetones, un pueblo de origen celta asentado en las tierras del Alberche en torno al año 700 a. C. De ello da fe el famoso conjunto escultórico de los Toros de Guisando, del que daremos debida cuenta más abajo. De igual forma que en toda la Península Ibérica, los romanos también pasaron por aquí, como atestiguan las inscripciones en los propios Toros de Guisando y una calzada romana secundaria que unía Ávila y Toledo.
No fue hasta el siglo XI cuando apareció mencionado por primera vez en documentos El Tiemblo, en las crónicas de Sampiro. En ellas el cronista leonés registró la frase dicha por el rey García I de León tras una incursión por tierras msulmanas: «Venit in locum que dicitur a Tremulo», en español «llegando al lugar llamado El Trémulo», que derivaría después en El Tiemblo.
Al llegar el siglo XIII la zona adquiere gran importancia para la Corona que repuebla el Valle del Alberche y el Valle del Tiétar para aprovechar la fertilidad de sus tierras y la riqueza de sus montes. El impulso definitivo a la zona se dio a finales del mismo siglo con la creación por parte de Alfonso X el Sabio del «Honrado Concejo de la Mesta de Pastores», que revitalizó la Cañada Real abulense.
En 1447, el rey Juan II concede el título de villa a El Tiemblo, pocos años antes de que en su término municipal se produjese uno de los grandes acontecimientos de la historia de España. Fue el 19 de septiembre de 1468 y el escenario fueron los Toros de Guisando. En ese momento y lugar, el rey Enrique IV firmó el tratado que reconoció como legítima heredera de la Corona de Castilla a su hermana la princesa Isabel, conocida para la posteridad como Isabel la Católica.
¿Qué ver en El Tiemblo en Ávila?
Hoy en día, El Tiemblo es, principalmente, un destino turístico de referencia para los aficionados a las escapadas rurales gracias a su maravilloso entorno natural que ofrece múltiples posibilidades de actividades en contacto con la naturaleza, además de la visita a lugares de interés monumental y cultural.
Quédate con nosotros y sigue leyendo para descubrir todo lo que debes saber al viajar a este encantador rincón de Castilla y León.
Casco histórico de El Tiemblo
Comenzamos el recorrido por la villa justo detrás de la plaza de toros donde se encuentra la pequeña oficina de turismo, donde nos dan información sobre todo lo que ver en El Tiemblo. Siguiendo por el Paseo de Recoletos tomamos la calle San Pedro para alcanzar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un tesoro de estilo gótico-isabelino del siglo XV. Por fuera llama la atención la alta torre campanario del siglo XV, mientras que en el interior merece la pena entrar para contemplar el retablo mayor con una Virgen con el Niño del siglo XV y un Ecce Homo del siglo XVI.
A 2 minutos de la iglesia encontramos la Plaza de España a la que da lustre la presencia de la casa consistorial, un edificio de estilo neoclásico construido en el siglo XVIII y restaurado recientemente en el año 2000, además de la bonita fuente del centro. Una placa indica en su fachada frontal sus orígenes y reza: «Reinando Carlos III, se hizo esta obra a costa de los propios de esta Villa. Año 1773».
Seguimos subiendo por la villa y pasamos por la Plaza de San Antonio, antes de llegar a uno de los monumentos más interesantes que ver en El Tiemblo. Se trata de la Ermita de San Antonio de Padua, un templo que de ermita tiene solo el nombre ya que tiene aspecto monumental. Está dedicada al patrón de la ciudad y se construyó en el siglo XVIII.
Finalizamos la visita por la localidad tembleña en el Antiguo Horno de las Tinajas, el único que existe en la provincia. Fueron construidos a comienzos del siglo XIX debido a la gran demanda de tinajas en la época, que compraban viticultores locales y se exportaban a Ciudad Real y Toledo.
El Castañar de El Tiemblo
A 8 kilómetros de El Tiemblo, dentro de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, podemos visitar El Castañar, un espectacular paraje natural compuesto por vastos bosques de robles, pinos y castaños centenarios. Se trata de un destino clásico para muchos madrileños, principalmente los fines de semana de otoño, cuando el paisaje está más bonito.
Para enfilar el camino hacia este famoso castañar tan solo tenemos que tomar la carretera en dirección Madrid y al final del casco urbano, girar a la derecha por la calle del Potro y en la siguiente bifurcación coger de nuevo a la izquierda dejando a la derecha el camino del camping. A partir de aquí está todo bastante señalizado y llegamos sin pérdida en unos minutos.
El acceso al Castañar de El Tiemblo está regulado en otoño debido a la afluencia de visitantes, así que los que opten por ir en esa estación encontrarán poco después el control de acceso. En ese caso habrá que pagar 2 euros por visitante para poder subir y tendremos 2 opciones para llegar. La primera es dejar el coche en el aparcamiento del control y subir en el autobús lanzadera (incluido con la entrada) que pasa cada 20 minutos. La segunda es pagar 6 euros por coche y subirlo hasta el aparcamiento superior, ya en el castañar.
El resto del año el acceso no suele estar regulado y es posible estacionar el coche en la parte de arriba de forma gratuita y sin problema. Por lo tanto, como en todo este tipo de excursiones, madrugar nunca viene mal para evitar las colas que se forman y un posible cierre.
La ruta de senderismo por el Castañar de El Tiemblo tiene poco menos de 5 km y se puede hacer en unas 2 horas. El perfil es poco exigente y está bien señalizada, por lo que resulta ideal para todos los públicos. De hecho, lo más normal es encontrarse con familias enteras con perros y niños, además de excursionistas y gente joven.
El sendero comienza cerca del aparcamiento del merendero el Regajo, donde hay un panel con información de la ruta. Paso a paso nos introduciremos en un hermoso bosque de castaños, donde no solo destacan los altos ejemplares de esta especie, sino también de otros árboles y arbustos como acebos, robles, pinos, sauces, cerezos silvestres, majuelos, avellanos, olmos, brezos, helechos… Toda una diversidad de especies que en los meses de otoño crea una paleta de colores inigualable.
La primera parada del paseo es para visitar el Castaño El Abuelo, un ejemplar con 16 metros de perímetro y más de 800 años con el tronco seco y hueco, motivo por el que está protegido por una valla que de ningún modo se debe traspasar. Tenemos que conformarnos con fotografiarlo y admirar de lejos su copa que aún se llena de castañas en otoño.
Muy cerca de este emblemático castaño encontramos un pequeño arroyo que transcurre por la Garganta de la Yedra que da lugar a un paisaje de lo más hermoso. Siguiendo el sendero por el arroyo tomamos un desvío a la izquierda que nos lleva al Refugio de Majalavilla. Es una casa de piedra de unos 20 metros cuadrados donde montañeros y aventureros pueden resguardarse e incluso encender su chimenea para calentarse, excepto en los meses de calor. A partir de aquí iniciamos el descenso hasta el aparcamiento y damos por terminada la entretenida ruta al Castañar de El Tiemblo.
Los Toros de Guisando
Poco más de 20 minutos nos separan de la última parada en esta visita a El Tiemblo. A unos 9 kilómetros de la localidad, junto a la Cañada Real, se encuentra otro de los emblemas del municipio. Son los famosos Toros de Guisando, 4 esculturas de piedra de origen vetón datadas entre los siglos IV y III a.C. que impresionan por su envergadura. Alcanzan casi los 3 metros de largo y el metro y medio de alto.
Hasta hace poco tiempo, la visita era libre, pero tras haber acondicionado el acceso está regulado y solo se puede visitar los miércoles, viernes, sábados, domingos y festivos. La entrada cuesta 2€ por persona (es gratuita el primer viernes y los tres primeros miércoles de cada mes), pero merece la pena por poder visitar un lugar tan bonito y con tanta historia. Y es que este grupo de verracos vetones fue testigo del pacto entre Isabel y su hermano Enrique IV para la sucesión de la corona castellana. De ahí que El Tiemblo sea una parada esencial en la ruta Isabelina.
En frente de los toros, a menos de un kilómetro, se encuentran las ruinas del Monasterio de San Jerónimo de Guisando, construido a finales del siglo XIV y reconstruido al estilo renacentista en el siglo XVI después de un gran incendio. El abandono tras la desamortización de Mendizábal y otro incendio ocurrido en 1979, lo han dejado en ruinas, pero todavía puede conocerse en determinados días mediante visitas guiadas reservando plaza previamente en su página web.
¿Qué hacer en El Tiemblo?
Y para los que se hayan quedado con ganas de ver algo más, la visita a El Tiemblo ofrece aún más alternativas para una escapada de lo más completo, incluso algunas de lo más exclusivo. Desde el centro de la localidad en un agradable paseo de unos 10 minutos puede visitarse el Charco del Cura. Este pequeño embalse del río Alberche es una zona tranquila perfecta para pasar un agradable día durante los meses de primavera y verano.
Otra presa, en este caso la del Burguillo, esconde secretos inesperados. Y es que no todos se esperan encontrar en medio del embalse una isla amurallada con un castillo en su interior que incluso se puede alquilar para pernoctar o realizar celebraciones.
Esta exclusiva isla, a la que solo se puede llegar en barca desde una finca privada, dispone además de un hermoso entorno natural, un jardín botánico y hasta un par de playas de fina arena blanca. El castillo dispone de 4 dormitorios con vistas al pantano y hasta existe la posibilidad de ampliar la capacidad con tiendas de glamping. Sin duda, un plan de lo más encantador y sorprendente para hacer en Ávila rodeados de la excepcional naturaleza de El Tiemblo.
¿Cómo llegar a El Tiemblo?
El Tiemblo se encuentra a poco más de una hora de Madrid, motivo por el que se ha convertido en un destino turístico recurrente para los madrileños. Para llegar desde la capital solo hay que tomar la M-40 o M-50 y después tomar la carretera de los pantanos (M-501) en dirección Ávila hasta San Martín de Valdeiglesias. En esta localidad solo queda tomar la N-403 en dirección Ávila y tras poco más de 30 kilómetros llegamos a la localidad tembleña.
Por su parte, los que deseen hacer una visita a El Tiemblo desde la capital abulense, tan solo deben coger la carretera N-403 en dirección Toledo y conducir sin desviarse durante aproximadamente 45 kilómetros en un trayecto que se completa en menos de 40 minutos.