Zumaia, descubre un precioso pueblo con un tesoro natural
Situada en una preciosa zona de la costa guipuzcoana, la villa de Zumaia es uno de los destinos más visitados de Gipuzkoa, enamorando al visitante con su naturaleza extrema que combina mar y montaña.
Pero esta localidad es mucho más que sus famosos flysch, formaciones geológicas de hace millones de años que fascinan a todo aquel que las visita. Zumaia también ofrece al visitante un notable casco histórico y algunas de las mejores playas de toda Gipuzkoa.
Hoy nos acercamos a este bello pueblo para que descubras todo lo que necesitas saber para planificar tu escapada.
Zumaia, una bonita villa marinera que enamora a sus visitantes
Entre la gran cantidad de destinos costeros que Euskadi ofrece a sus visitantes, la villa de Zumaia es uno de los más solicitados. Situada frente al mar Cantábrico y rodeada de verdes montañas, este encantador pueblo supone un amor a primera vista para todo aquel que lo visita.
Zumaia, también conocido como Zumaya en español, se localiza en una maravillosa bahía en la que desembocan los ríos Urola y Narrondo. Su pequeño y coqueto casco histórico mira al mar con valentía y forma en todo su conjunto una impresionante imagen de postal.
Aquí los amantes de la playa se ven recompensados con arenales como la playa de Izturun, situada entre impresionantes acantilados de pizarra o la playa de Santiago, una playa de suave arena a las afueras de la villa. Además, entre sus calles y sus paisajes también se esconden algunos secretos cinematográficos, ya que ha sido la localización de algunos escenarios de series como Juego de Tronos o de la película española Ocho Apellidos Vascos.
Esta villa de Gipuzkoa es también la puerta de entrada a los fabulosos acantilados del Geoparque de la Costa Vasca, una maravilla geológica que abarca 60 millones de años. Los amantes de la naturaleza tienen una cita ineludible para disfrutar de este entorno que se extiende, además de por Zumaia, por los términos municipales de Mutriku y Deba.
Qué ver y hacer en Zumaia
Un buen plan para comenzar la visita a Zumaia es detenernos en su acogedor casco antiguo, en el que todavía puede observarse su trazado medieval. En sus calles se localiza la Iglesia de San Pedro, del siglo XIII y estilo gótico, posiblemente levantada a la vez que la villa marinera, allá por 1347.
En la plaza encontraremos otros ilustres edificios como el palacio de Zumaia o el Palacio de Ubillos, además de las casas palacio de Goikotorre y Olazábal. Esta zona es perfecta para perderse por sus callejuelas y respirar el ambiente de la villa, tomar algo en alguna de sus varias terrazas o disfrutar de los pintxos y la gastronomía vasca.
Un buen plan para hacerte una idea de lo bonito que es este pueblo es visitar el faro de Zumaia, donde podrás ver la idílica estampa que forman las montañas verdes y el fiero mar Cantábrico en la desembocadura del río Urola.
Para continuar el paseo, muy cerca del faro, podremos ver dos playas muy diferentes. A un lado del río, la pequeña playa rocosa de Inpernupe, a la izquierda, y la playa de Santiago, a la derecha. Muy cerca de ambas playas también hay dos lugares que merece la pena visitar.
En primer lugar, la Cofradía de Mareantes de San Telmo, junto a Inpernupe. Al otro lado del río y junto a la playa de Santiago, se encuentra el museo Zuloaga. Se trata de una antigua hospedería de peregrinos del Camino de Santiago que fue propiedad de Ignacio Zuloaga. En el espacio se puede conocer, además de su obra, interesantes datos sobre Picasso o Miró, entre otros.
Por último, como es norma en el País Vasco, la mejor época para conocer Zumaia puede ser durante la celebración de alguna de sus fiestas patronales. Una de las más populares es San Telmo, un evento muy marinero, puesto que se trata del Patrón de los Marineros. Ese día los habitantes de la localidad se visten con los tradicionales trajes azules y tiene lugar una procesión a la Ermita de San Telmo. Además, durante las fiestas se organizan diferentes actividades como tamborradas, conciertos, verbenas, partidos de pelota vasca o regatas.
Las playas de Zumaia y su famoso flysch
Como bien hemos visto Zumaia ofrece varios arenales. El más cercano a la ciudad es la Playa de Itzurun, justo debajo del acantilado sobre el que se sitúa la Ermita de San Telmo. Su localización crea aquí una de las imágenes más fascinantes de la costa vasca. Cualquier momento es bueno para visitarla, pero si quieres un consejo, te recomendamos verla cuando baja la marea, ya que permite ver sus impresionantes acantilados. Todo un espectáculo que hace las delicias de los amantes de la fotografía.
La segunda playa de la villa es la de Santiago, llamada así porque por allí pasaba el Camino de Santiago. Se encuentra en la zona este del municipio, junto a las marismas del río Urola. Este arenal de apacibles aguas tiene más de 350 metros, a lo largo de los cuales se despliegan una larga lista de servicios e infraestructuras que la han convertido en una de las playas más populares de la zona.
Pero no nos engañemos. Casi todo el que llega hasta Zumaia lo hace atraído más que por sus playas, por sus increíbles acantilados, que esconden un secreto llamado flysch, declarado en 2015 Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este fenómeno geológico, que se extiende por más de 13 km entre Mutriku y Zumaia, es como un gran libro abierto con muchas cosas que contar. No en vano, esta maravilla geológica nos permite retroceder decenas de miles de millones de años y conocer la historia de la tierra, incluidos grandes eventos como la extinción de los dinosaurios. Increíble, ¿verdad?
Ahora que sabes que ver y hacer en esta zona de la costa de Gipuzkoa, quizás estés planificando ya tu escapada a estas fascinantes tierras. Nosotros te recomendamos alojarte en alguno de los hoteles de Zumaia, ya que dispone de una oferta de hospedaje más que variada, con propuestas para todas las necesidades. Además, es un buen punto de partida para visitar pueblos como Deba, Mutriku o Zarautz.
¿Cómo llegar a Zumaia?
Para llegar a Zumaia, ya vengas desde Bilbao o San Sebastián, deberás tomar la autopista AP-8 y en la salida 48 de Zumaia desviarte para continuar por la GI-631, que lleva directamente a la villa. Para los que prefieran conducir y descubrir la costa, otra opción ideal es la carretera nacional N-634, que pasa muy cerca de la villa y nos permite descubrir otros bonitos pueblos de la costa gipuzkoana.