Palacio Real de Riofrío, descubre el capricho segoviano de Isabel de Farnesio
El Palacio Real de Riofrío, situado a escasos kilómetros de la ciudad de Segovia y en las estribaciones de la sierra del Guadarrama, es uno de los palacios reales más desconocidos de España.
Sin embargo, este edificio barroco de estilo italiano sorprende a todo el mundo con su exterior y sus lujosas estancias llenas de tapices. Sin duda, una atractiva combinación de historia y naturaleza que debes visitar en Segovia. Hoy te traemos las claves que necesitas para descubrirlo.
Palacio Real de Riofrío, descubre el impresionante capricho de Isabel de Farnesio
Situado en la provincia de Segovia, concretamente en el término municipal del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, el Palacio Real de Riofrío es uno de los varios palacios vinculados a la Familia Real Española de la red de Patrimonio Nacional.
Se trata de un palacio de estilo italiano, de planta cuadrada y tres pisos, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano Vigilio Rabaglio, que lo ideó a imagen y semejanza del Palacio Real de Madrid. Resultan de interés el Museo de la Caza, además del patio interior, la escalera de honor, la capilla y su colección de pinturas, tapices y muebles.
El edificio se encuentra localizado en un entorno natural de excepción, rodeado de un extenso bosque de más de 600 hectáreas, refugio de diversas especies como gamos y ciervos. Y es que cabe no olvidar que este enclave segoviano era uno de los lugares favoritos para cazar del rey Felipe V y su segunda esposa, Isabel de Farnesio, durante sus estancias en el cercano palacio real de La Granja.
El paraje, debido a las frías corrientes de la sierra del Guadarrama, alberga frondosos pastos y bosques repletos de especies cinegéticas, algo que siempre supieron aprovechar desde tiempos antiguos los reyes y nobles segovianos, que se escapaban a estas tierras en cuanto podían.
Sin duda, el impresionante Palacio Real de Riofrío y su entorno, configuran un excelente plan para hacer una pequeña escapada desde la ciudad de Segovia. Además, tiene detrás una curiosa historia que lo hace aún más atractivo. ¡Sigue leyendo!
Historia del Palacio Real de Riofrío
La finca donde se sitúa hoy el Palacio Real de Riofrío era un terreno propiedad del Marqués de Paredes que Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio alquilaban como coto de caza. Una vez fallecido el monarca en 1746, Fernando VI, hijastro de Isabel, fue proclamado rey, enviando de inmediato a su madrastra al descansadero de La Granja con intención de alejarla de la corte madrileña.
Fue en ese momento cuando la ex-reina puso en marcha su ambicioso proyecto: crear todo un Real Sitio que llegase a hacer sombra a La Granja de San Ildefonso. Un majestuoso palacio con el que dejar bien claro que, aun fuera de las esferas de poder, su persona continuaba siendo importante.
Entonces Isabel decidió comprar la antigua finca donde cazaba con su difunto esposo y edificar aquí un palacio para dotar a su hijo pequeño, don Luis, de una residencia campestre a la altura que ella consideraba.
La «reina» se dejó aconsejar por su secretario, el marqués Annibale Scotti quien, desencantado con el proyecto de Sachetti para el Palacio Real de Madrid, convenció a Isabel para crear aquí una versión reducida, pero con el aspecto que le hubiese gustado para el palacio madrileño.
El arquitecto encargado fue Vigilio Rabaglio y las obras se iniciaron en 1751, prolongándose durante 11 años, hasta 1762. Sin embargo, la subida al trono de España de Carlos III, hizo que Isabel de Farnesio se convirtiese en reina regente y regresase a la vida pública y a las esferas de poder, dejando de lado el recién construido palacio. De hecho, la propia Isabel nunca lo llegó a habitar y solo fue usado como pabellón de caza y residencia temporal del rey consorte Francisco de Asís de Borbón. Asimismo, cuando Alfonso XII enviudó, decidió pasar el luto en el Palacio Real de Riofrío, correspondiendo a estas épocas la mayor parte de la decoración interior y el mobiliario.
¿Qué ver en el Palacio Real de Riofrío?
La arquitectura exterior del palacio es bastante sobria, de clara inspiración italiana y con toques franceses. Pero una vez contemplado el exterior, que asombra por sus dimensiones, recomendamos acceder al interior, ya que es lo más interesante de la visita.
El Palacio Real de Riofrío es en la actualidad una buena muestra de cómo era la vida de reyes y nobles en los siglos XVIII y, principalmente, XIX. La escalera a través de la cual se accede a las estancias, de estilo barroco, simétrica, imperial e imponente es, sin duda, uno de los elementos arquitectónicos más sobresalientes de todo el edificio. También llaman la atención el patio porticado interior, construido en granito procedente de la sierra madrileña y algunas de las estancias de las que después daremos más detalles.
En general, la decoración interior del palacio gira en torno a la caza. El mejor ejemplo de ello puede verse en la Sala de la Guardia, cuyo techo es el único pintado de todo el edificio y representa a la diosa romana Diana cazando.
Durante la visita interior podremos ver diversas salas en las que hay expuestas pinturas y mobiliario propio de la época. Algunos de estos objetos proceden de otros Reales Sitios o de la colección propiedad del organismo de Patrimonio Nacional. Y es que cabe no olvidarse de que Riofrío, era más un pabellón de caza que un edificio residencial, por eso no estaba tan decorado como otros palacios.
Sin embargo, pese a que algunas estancias como las superiores se encuentran vacías, aún sigue habiendo mucho que ver en el Palacio Real de Riofrío. Una de las estancias que más gusta a los turistas es la Sala de Billar, debido a que conserva su aspecto de la época isabelina. Igual que la Sala del Servicio de Comedor, vestida con manteles y con la vajilla, cubertería y cristalería usaron los ilustres habitantes del palacio. Aquí uno de los detalles más llamativos es el juego de llamadores del servicio, un novedoso sistema que después se aplicó en otros palacios reales y casas nobles españolas.
También merece la pena la visita a salas como el Despacho o las Cámaras de Francisco de Asís y Alfonso XII, estas dos últimas, estancias donde se nota bastante su huella en elementos como las sillas del despacho, las cortinas, las alfombras o las elegantísimas lámparas de cristal.
Finalmente, el Oratorio, una de las últimas salas a visitar, hará las delicias de los amantes del arte religioso, ya que cuenta con numerosas piezas del siglo XVIII que representan la vida de Cristo.
Museo de Caza en el Palacio de Riofrío
Sabiendo la historia cinegética del Palacio Real de Riofrío, tiene todo el sentido dedicar un apartado especial a su Museo de Caza. Abierto en la década de 1960, este museo temático es un auténtico recorrido por la historia. En el podremos ver diaporamas sobre cómo se cazaba primitivamente en las Cuevas de Altamira, pero también otras obras de arte modernas donde escopetas y armas portadas por reyes son las protagonistas. Asimismo, también tienen cabida en sus dependencias piezas, armas, cornamentas y trofeos que tratan de explicar la historia de la caza.
Pese a ser un museo temático, la visita resulta de lo más interesante ya que se ofrece completa información sobre las diferentes especies de fauna que habitan el bosque de Riofrío, muchas de las cuales resultan muy fáciles de ver en cualquier visita al palacio.
Recomendaciones para aprovechar la visita a Segovia
¿Tienes pensado visitar la capital segoviana? ¿No sabes que ver en la ciudad? Pues nosotros podemos darte unas buenas recomendaciones con las que aprovechar al máximo tu estancia en la ciudad.
Lo primero que tenemos que decirte es que reserves tu alojamiento cuanto antes en alguno de los hoteles de Segovia, puesto que es una ciudad turística que en temporada alta recibe muchos visitantes.
Una vez tengas donde dormir, ya estarás preparado para conocer un poco más todos los atractivos segovianos. Y es que Segovia es mucho más que su extraordinario acueducto y su impresionante alcázar. Aquí hay notables monumentos como la Catedral de Segovia, el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso o la Iglesia de la Veracruz.
Si estás varios días por la ciudad, no te pierdas tampoco la visita a la Casa de los Picos, con su bonita fachada o las murallas medievales de Segovia. ¡Ah! Y si lo que quieres es llevarte la mejor foto, acércate hasta el mirador de la Pradera de San Marcos, donde podrás ver las mejores vistas del castillo del alcázar. ¡No te arrepentirás!
Por último, te aconsejamos que valores hacer un free tour por Segovia, que te permitirá conocer los principales atractivos de la ciudad acompañado de un guía experto.
¿Cómo llegar al Palacio Real de Riofrío?
Aunque por su ubicación a los pies de la sierra parezca que el Palacio Real de Riofrío se encuentre apartado de las grandes urbes, lo cierto es que está a solo 11 kilómetros de Segovia ciudad.
Es por ello que para llegar a él la mejor opción es hacerlo en coche, puesto que el autobús, por ejemplo, tiene parada cerca, pero a más de un kilómetro de la ubicación del palacio.
Para llegar en coche lo mejor es hacerlo desde la capital segoviana simplemente hay que tomar la carretera de Villacastín/SG-724 y tras uno kilómetros, desviarse a la izquierda por la SG-V-7210, que nos llevará directamente a la finca donde se sitúa el palacio.