Hoces del Duratón: qué ver y hacer en el paraíso natural de Segovia
Hablar de las Hoces del Duratón es hacerlo de uno de los paisajes naturales más espectaculares de Segovia. Y es que el paso del río ha excavado en este paraje unas profundas hoces que poco (o nada) envidian a otros conocidos cañones fluviales de España como los cañones del Sil o los Arribes del Duero.
Aquí en el nordeste de Segovia el viajero puede contemplar los cañones mientras decenas de buitres leonados sobrevuelan sus cabezas, practicar piragüismo rodeado de impresionantes paredes verticales o hacer excursiones a templos encaramados a los acantilados.
Sin embargo, estas son solo algunas de las sorpresas que nos esperan en el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, un destino ideal para una escapada en familia. Por eso hoy os contaremos todos los planes que no os podéis perder en este precioso espacio natural. ¡Allá vamos!
Índice
¿Dónde están las Hoces del Río Duratón?
El Parque Natural de las Hoces del Río Duratón está situado al nordeste de la provincia de Segovia. El río Duratón, afluente del río Duero, discurre a lo largo de 25 kilómetros por los municipios segovianos de Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río dejando a su paso un alucinante paisaje de cañones, desfiladeros y meandros imposibles.
Una auténtica maravilla que sorprende a todo el mundo que se deja caer por aquí y que siempre debería tener un lugar preferente en el programa viajero de cualquier ruta por Castilla y León.
Qué ver y hacer en las Hoces del Duratón y alrededores: de ruta por el norte de Segovia
Al tratarse de un parque natural bastante extenso, existen muchas formas de visitar las Hoces del Duratón. En cualquier caso, nosotros te proponemos una pequeña ruta con la que podrás conocer los principales atractivos de la zona en un día. Y, si dispones de más tiempo, tener opciones para seguir descubriendo esta bella zona de la provincia.
Una de las opciones más interesantes para comenzar la excursión es hacerlo en Sepúlveda, una de las villas más bonitas situadas en la inmediaciones del río Duratón y declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1951.
Recorrer sus calles significa todo un viaje al pasado medieval descubriendo iglesias románicas, murallas, plazas y casas con escudos nobiliarios en sus fachadas, además de sus panorámicas a la ribera del río.
Además, aquí se encuentra la Casa del Parque cuyo interior alberga el centro de interpretación de las Hoces del Río Duratón, un lugar perfecto para descubrir de antemano todos los secretos de este espacio natural.
Desde Sepúlveda hay varios accesos para llegar a las Hoces. Uno de las más populares (y recomendados) es dirigirse hacia Villaseca para recorrer el sendero que lleva a la Ermita de San Frutos, una ruta de baja dificultad adecuada para personas de todas las edades.
El trayecto, de aproximadamente unos 10 minutos, lleva al mirador de San Frutos, un lugar ideal para disfrutar plenamente de la grandiosidad de las Hoces del Duratón que nos regala una panorámica con paredes de piedra caliza que alcanzan en algunos tramos hasta cien metros de altura.
Estos impresionantes cortados son el hábitat de una colonia de cientos de buitres leonados considerada la más grande de Europa. Por supuesto, es altamente recomendable llevar unos prismáticos para poder verlos aún más cerca además de una cámara para llevarse un recuerdo inolvidable de la excursión.
Pero no solo de los buitres, también de otras aves como alimoches, halcones peregrinos, águilas reales, cernícalos, búhos reales o azores que han hecho del Parque Natural de las Hoces del río Duratón su casa.
Asomada a uno de los acantilados se encuentra la ermita de San Frutos, un templo del siglo XII de estilo románico hoy en estado semirruinoso. Aunque antes de llegar a ella un puente de piedra del siglo XVIII nos permite salvar una grieta llamada La Cuchillada. Sobre ella la leyenda dice que fue abierta por el propio San Frutos con su bastón para mantener a raya a los musulmanes de un lugar tan sagrado.
Merece la pena pasear por los alrededores de la ermita y descubrir tesoros como una necrópolis con varias tumbas antropomorfas datadas de la Alta Edad Media y las ruinas de un antiguo monasterio benedictino. En la parte trasera de la ermita también podremos visitar un cementerio y una pequeña construcción con las tumbas de San Frutos y sus dos hermanos.
Pero no es el único monumento religioso existente en las Hoces del Duratón. Por una parte, tenemos la Cueva de los Siete Altares, un antiguo eremitorio visigodo del siglo VII donde también se conservan algunas pinturas rupestres. Esta cueva natural está considerada el templo cristiano más antiguo de la provincia.
Por otra parte, otro de los imprescindibles que ver en las Hoces del Duratón es el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz. Construído por los franciscanos en 1231 sobre un meandro del río, este conjunto monástico en ruínas está colgado literalmente de las paredes del cañón. ¡Impresiona!
Hoy en día únicamente se puede acceder a él de forma sencilla por el agua, ya que los accesos por tierra quedaron prácticamente inutilizados al llenarse el embalse de Burgomillodo. Y es precisamente lo que hacen muchas de las personas que visitan las Hoces del Duratón, ya que existen muchas empresas que organizan excursiones en piragua para descubrir el entorno.
Para los que no se animen a realizar piragüismo en las Hoces del Duratón o no dispongan de tiempo suficiente, otra gran opción es seguir la ruta visitando la población de Fuentidueña, situada a poco más de 30 minutos por carretera.
Nos recibe una villa medieval declarada Bien de Interés Cultural de esas que conviene descubrir poco a poco saboreando cada uno de sus rincones. La mejor forma es a pie desde la zona baja hasta llegar a lo alto de sus murallas. Por el camino podemos conocer monumentos como las ruinas del Hospital de La Magdalena, el Castillo de Fuentidueña o la iglesia románica de San Miguel.
También podremos ver las curiosas bodegas horadadas en la roca en siglo XIX en la zona conocida como Cerro de Santa Lucía y que recuerdan a las casas de los hobbits de «El señor de los anillos». Arriba nos espera su muralla de la que todavía se conservan la mayoría de lienzos.
Y, por supuesto, también nos esperan las espectaculares vistas panorámicas tanto del pueblo como del valle. Sin duda, un escenario maravilloso para acabar la ruta por las Hoces del Duratón.
¿Cuándo visitar el Parque Natural de las Hoces del río Duratón?
Indudablemente, las Hoces del Duratón son un lugar muy bonito en cualquier estación del año ya que cada una de ellas tiene sus propios encantos.
Por ejemplo, en primavera y en otoño es una maravilla disfrutar de las flores y del espectáculo de colores que se forma en el bosque, mientras que el verano es el momento ideal para hacer actividades acuáticas ya que el agua está a una temperatura más agradable, aunque en contrapartida la zona está más frecuentada.
En invierno por su parte el caudal del río crece pero no hay que olvidarse de que las temperaturas también son bastante más bajas y de que hay pocas horas de luz.
Por tanto, si quieres vivir una experiencia más auténtica te recomendamos visitarlo en primavera u otoño, ya que cualquier día por la semana podrás descubrir casi en solitario este paraíso natural.
Recomendaciones para la visita
Si tienes pensado visitar las Hoces del Duratón y aún no has organizado el viaje podemos darte una serie de recomendaciones gracias a las que podrás aprovechar al máximo tu escapada por Castilla y León.
Lo primero que te diremos es que, si vas en temporada alta, reserves tu alojamiento lo antes posible ya que los pueblos de los alrededores no tienen una gran capacidad hotelera.
Una vez tengas donde dormir, ya estarás preparado para conocer a fondo la zona. Como ya te hemos comentado Sepúlveda es uno de los imprescindibles que ver en las Hoces del Duratón pero muy cerca también existen otros destinos que bien merecen una visita.
Siguiendo con pueblos bonitos, no puedes perderte la visita a Pedraza, considerado como uno de los pueblos más bonitos de toda España y situado a poco más de media hora en coche del parque natural. De igual forma, tampoco deberías pasar por alto Riaza, otro pueblo medieval precioso cuya Plaza Mayor te sorprenderá.
Por último, una excelente opción para completar la visita descubriendo la naturaleza segoviana es acercarse hasta las Lagunas de Cantalejo situadas en el municipio homónimo.
Este conjunto de humedales se encuentran a pocos minutos de las Hoces del Duratón y hacen las delicias de los amantes de la naturaleza ya que es el hábitat de una gran cantidad de aves, motivo por el que está catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). ¡No te pierdas el atardecer!
¿Cómo llegar a las Hoces del Duratón?
Las Hoces del Duratón se encuentran a poco más de dos horas de Madrid, por lo que son una escapada rural ideal para hacer en familia, en pareja o con amigos. Además, también se encuentran cerca de otras ciudades como la capital provincial Segovia, Ávila, Burgos o Soria.
Por ejemplo, para llegar desde Madrid tan solo hay que tomar la A1 hacia Segovia, pasar Somosierra y una vez a la altura de Castillejo de Mesleón desviarse por la SG-232 en dirección Sepúlveda que es la más popular entrada al Parque Natural de las Hoces del Duratón.