Almansa: qué ver en la ciudad más histórica de Albacete

La señorial ciudad de Almansa ocupa un rincón de la provincia de Albacete y era en la antigüedad puerta a los Reinos de Levante y a la vieja taifa de Murcia. A lo lejos destaca por la majestuosidad de su castillo, pero tanto la ciudad como el resto del municipio esconden más razones para una interesante escapada a través de la historia.
No obstante, Almansa se ha ganado a pulso la condición de Conjunto Histórico-Artístico de su casco antiguo. Sus calles de aires árabes giran en torno al castillo e invitan al turista a recorrer la localidad deteniendo la mirada en sus principales monumentos. Quédate con nosotros porque hoy te vamos a descubrir todo lo qué ver en Almansa, uno de los lugares más bonitos de Albacete.
Índice
Una pincelada de historia sobre Almansa: donde cambió para siempre la historia de España
Aunque nada se sabe de forma segura, se cree que Almansa tiene sus orígenes en el antiguo asentamiento romano de Ad Aras sobre la que siglos más tarde se edificaría la localidad árabe de Almanzah («El mirador» en árabe).
No fue hasta el año 1241 durante el reino de Fernando III el Santo que, debido al empuje de la Reconquista, Almansa es entregada a los reinos cristianos. Por voluntad del rey Jaime I de Aragón quedó incluida en el reino de Murcia al trazarse en el año 1238 las demarcaciones con el Reino de Valencia. Posteriormente perteneció algún tiempo a la Orden del Temple y en 1310 quedó finalmente en manos de la Corona.
Como parte del Marquesado de Villena pasó de la Corona de Castilla a la Corona de Aragón hasta quedar finalmente bajo el dominio de Diego López Pacheco. Debido al apoyo de este último a Juana la Beltraneja en su lucha con los Reyes Católicos Almansa pasó a ser villa de realengo en 1476, aunque no dejó de estar bajo la influencia del marquesado de Villena hasta finales del siglo XVI.

Sin embargo, el acontecimiento más importante de la historia almanseña tuvo lugar el 25 de abril de 1707. Y es que, debido a su estratégica posición, en estas tierras tuvo lugar una de las batallas decisivas de la Guerra de Sucesión. Fue la Batalla de Almansa en la que el ejército de Felipe V derrotó al del Archiduque Carlos de Austria y se produjo el traspaso del trono español de los Austrias a los Borbones. Hoy en día esta efeméride se conmemora anualmente por la población en la Recreación Histórica de la Batalla de Almansa.
Qué ver en Almansa: ruta por una de las ciudades más bonitas de Albacete
Sin duda, la localidad albaceteña destaca por su patrimonio histórico con su castillo como estrella, pero son muchos más los reclamos que atraen aquí a los visitantes. Por esto te dejamos con una pequeña guía de Almansa para que no te pierdas nada.
Castillo de Almansa
Damos comienzo a la ruta por Almansa junto a su castillo, uno de los más emblemáticos de la comunidad castellanomanchega y uno de los más bonitos de toda la geografía española. La fortaleza se encuentra encaramada sobre el llamado Cerro del Águila, un escarpado peñascal que hace elevar su fascinante figura sobre la llanura almanseña.
Sus orígenes con toda probabilidad se remonten al siglo XI cuando era un punto de vigilancia de los almohades, pero no fue hasta que se reconquistó la zona cuando la fortaleza fue creciendo y ganando importancia. Tras unirse al Señorío de Villena en el siglo XIII su situación geográfica lo convirtió en un punto de control fronterizo entre los reinos de Aragón y Murcia. Posteriormente, en el siglo XIV, el marqués de Villena Juan Pacheco ordenó la construcción de la esbelta torre del homenaje, las torres semicirculares de las murallas y la barbacana defensiva que le confirieron su aspecto actual.

Hoy en día tras sucesivas remodelaciones y reconstrucciones el castillo de Almansa puede recorrerse de forma guiada. Durante la visita es posible recorrer las almenas o el patio de armas entre otras dependencias, además de subir a la terraza que da acceso a la torre del homenaje desde donde se pueden obtener unas espectaculares vistas de los alrededores.
Casco antiguo de Almansa
Tras la interesante visita al castillo seguimos la escapada por Almansa descubriendo su entramado urbano medieval. A los mismos pies de la fortaleza encontramos la plaza de Santa María y en uno de sus extremos el Palacio de los Condes de Cirat, uno de los principales símbolos de la ciudad hoy convertido en edificio del ayuntamiento. También conocido como «La Casa Grande», este impresionante palacio barroco fue en tiempos pasados residencia de varias de las familias nobles que dominaron estas tierras de paso y frontera.

Sin duda, lo más bonito del edificio está fuera a la vista de cualquiera y es la excepcional portada de estilo manierista que aúna de forma exquisita los títulos nobiliarios, escudos de armas y estirpes que por pasaron por estas tierras. En el interior el edificio se distribuye en torno a un luminoso patio de planta cuadrada al que se accede desde un zaguán con arco rebajado, una estructura típica de los palacios del siglo XVI.
Anexa al palacio se encuentra otro de los imprescindibles qué ver en Almansa, la hermosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Monumento Histórico Artístico. Se trata de un templo cuya construcción comenzó a principios del siglo XVI cuando a España comenzaban a llegar los primeros ecos del más refinado Renacimiento italiano pero que no se terminó finalmente hasta el siglo XIX.
De esta forma, fruto de su largo proceso de construcción, presenta una singular y delicada mezcla de varios estilos. Predomina el renacentista que alcanza su máxima expresión en la portada, a lo que se suman los toques maestros que le confieren su alta torre barroca y su interior neoclásico. Todo al completo crea una sólida apariencia de iglesia bien resuelta y armoniosa.
Dejamos atrás la plaza de Santa María no sin antes detenernos un momento en la Fuente los Patos. Situada en el centro de la plaza, es el lugar perfecto para llevarse a casa una última foto del conjunto arquitectónico del castillo, el palacio y la iglesia.

Muy cerca está el Convento de las Monjas Agustinas (siglo XVII) cuya iglesia con portada barroca de columnas salomónicas es uno de los ejemplos más significativos de este estilo en la provincia de Albacete. Justo al lado del edificio monástico está el Centro de Investigación y Documentación de la Batalla de Almansa donde se exhiben uniformes, documentos, maquetas y algunos objetos originales recuperados del campo de batalla.
Seguimos callejeando por la calle San Agustín maravillándonos con las fachadas de las casas solariegas de Almansa. Y entre todas ellas, una destaca sobremanera por su significado histórico. Es la de los Enríquez de Navarra, simbólico lugar ya que fue donde se firmó la capitulación de la batalla. Nos sorprenden también otras muestras de la pujante arquitectura civil de la localidad como la casa de los Marqueses de Montortal.

Para finalizar la visita por la localidad puede ser interesante visitar otros monumentos como la Ermita de San Blas (de gran significado para los habitantes de Almansa y actual sede de la D.O. Almansa) o la antigua lonja, datada del año 1800 y donde se ubicaba el antiguo ayuntamiento hasta 1996.
Museo de la Batalla de Almansa
Los apasionados de la historia tienen en el Museo Batalla de Almansa una excelente actividad para seguir conociendo más sobre la batalla. El museo está situado en la Oficina de Turismo y ofrece una interpretación de esta batalla que cambió la historia de España para siempre.

En ella se decidió el heredero de la Corona de España. Las tropas de Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia), coronado como Felipe V vencieron a las del archiduque Carlos de Austria, pasando los borbones al trono. La subida de los borbones supuso el comienzo de la modernización de España, pero también la pérdida de territorios como Gibraltar, la venta de Florida a los Estados Unidos y la decadencia del vasto imperio colonial heredado.
El espacio museístico abre de martes a domingo de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:00. Además, solicitando cita previa es posible hacer recorridos guiados por el propio Campo de Batalla Histórico.
Santuario de Belén
La visita al Santuario de Belén puede ser una opción ideal para los que quieran continuar empapándose de la cultura local. Situado a poco más de 10 kilómetros de la ciudad, este templo barroco del siglo XVII es un lugar de peregrinación para todos los almanseños dos veces al año. Durante los meses de verano su interior custodia la imagen de Nuestra Señora de Belén, trasladada en romería desde Almansa y devuelta a la ciudad en el mes de septiembre.

Pantano de Almansa
Los amantes de la naturaleza pueden completar la visita descubriendo el entorno del pantano de Almansa, una de las presas más antiguas de Europa que todavía se mantiene en funcionamiento. Este remanso natural cuenta con varias rutas y senderos ideales para pasear y disfrutar de la riqueza medioambiental de su característica flora y fauna.
Recomendaciones para la visita
La provincia albaceteña ofrece múltiples opciones para hacer una escapada de una semana descubriendo su naturaleza, su historia y sus tradiciones. Por eso si dispones de tiempo te recomendamos continuar la ruta por Albacete viajando hacia el noroeste donde podrás visitar el bellísimo conjunto arquitectónico de Alcalá del Júcar, posiblemente uno de los pueblos más bonitos que ver en Castilla-La Mancha e incluso en toda España. También puedes aprovechar para conocer el Parque Natural de la Hoz del Júcar y disfrutar de todas sus posibilidades en cuanto al turismo activo.
Hacia el sureste de la provincia, a poco más de 1 hora y cuarto en coche de Almansa, puede ser una excelente opción visitar el famoso pueblo de Aýna, lleno de historia y referente cinematográfico español debido a su aparición en la película «Amanece, que no es poco» de José Luis Cuerda. Además, es un pretexto perfecto para descubrir uno de los enclaves naturales más bonitos (y más desconocidos) de todo el país: el Parque Natural de Los Calares del Mundo y de la Sima y su gran atracción, el nacimiento del río Mundo. No pierdas tampoco la oportunidad de visitar Riópar y descubrir su historia ligada a las industrias del bronce y el latón.
¿Cómo llegar a Almansa?
La ciudad de Almansa se encuentra excelentemente comunicada con las principales ciudades españolas. Desde Madrid, situada a poco más de 300 kilómetros, es posible llegar por la A-31 y la A-3. Los que vengan de la costa levantina tienen la opción de llegar por la A-7 desde Valencia conduciendo unos 115 kilómetros y por la A-31 desde Alicante, ciudad situada a menos de 100 kilómetros.