Puente de Requejo, belleza industrial en Arribes del Duero
En la zona norte del Parque Natural de Arribes de Duero entre los pueblos de Villadepera y Pino del Oro se encuentra el sorprendente Puente de Requejo. Conocido popularmente entre los locales como Puente Pino, este viaducto es una verdadera obra de ingeniería digna de ver, no solo por su arquitectura, sino por el espectacular entorno natural que la rodea.
Sin duda, se trata de uno de los muchos rincones desconocidos y sorprendentes para visitar en una escapada de turismo por Zamora. ¡Hoy te lo descubrimos!
Puente de Requejo, un prodigio de la ingeniería para salvar el cañón del Duero
En su travesía por tierras zamoranas el río Duero divide dos históricas comarcas: la comarca de Aliste, situada a la margen derecha del río y la comarca de Sayago, que engloba las tierras de su margen izquierda. Históricamente, la escarpada orografía de los arribes del Duero ha impedido la comunicación entre estas dos comarcas que solo podía llevarse a cabo usando un rudimentario sistema de barcazas con maromas.
El primer impulsor de un puente sobre el Duero fue Práxedes Mateo Sagasta, pero no fue hasta la llegada de Federico Requejo (ilustre sayagués nacido en Bermillo de Sayago) a la Dirección General de Obras Públicas cuando de verdad se tomó en serio la construcción del viaducto. Para poner solución a este crónico problema de incomunicación entre ambas comarcas, se emprendió la construcción de un grandioso puente metálico entre los pueblos de Villadepera y Pino del Oro.
La construcción del Puente de Requejo fue todo un reto para la época y fue asumida por la empresa asturiana Duro Felguera. Sin embargo, las obras no estuvieron exentas de complicaciones y retrasos debido a la complejidad del montaje, pasando a otra empresa y volviendo de nuevo a Duro Felguera, que finalizó con éxito la empresa utilizando mano de obra local, la mayoría de ellos labriegos formados por el capataz Robustiano Fernández.
El montaje se realizó elevando la estructura de los dos extremos hasta los estribos del arco, avanzando el tablero en voladizo, usando la técnica cantilever de voladizos sucesivos.
El resultado final y las cifras del Puente de Requejo son de admirar teniendo en cuenta el contexto. El tablero, de 150 metros de largo descansa sobre una estructura de acero que pesa en total unas 450 toneladas. El ancho de la calzada es de 4,70 metros con dos aceras voladas de 0,75 metros.
Sin embargo, lo que más destaca es que en su época se convirtió en el viaducto de toda España de mayor luz (120 metros) y mayor altura sobre el cauce del río (90 metros). Impresionante, ¿verdad? Igual que las 599.000 pesetas de la época que costó.
Aunque no son pocos los que vinculan el Puente de Requejo con la escuela de Eiffel, lo cierto es que más allá del empleo de acero, poco tienen que ver. Es más, José Eugenio Ribera, el ingeniero encargado de la construcción, eligió otro estilo constructivo diferente al del francés. Así, en vez de arco completo, decidió emplear un arco rebajado, una solución más barata e igualmente eficiente.
Puente de Requejo, una postal de película en Zamora
A pesar de su magnitud y de la hermosura del entorno que le rodea, el Puente de Requejo es un gran desconocido que apenas aparece en las guías de turismo. A fin de cuentas, aún con la construcción del viaducto, esta fue siempre (y sigue siendo) una de las zonas más recónditas de toda Castilla y León e incluso de toda la geografía española.
Sin embargo, su ubicación lo convierte en un excelente punto de partida para visitar los Arribes del Duero. Tras pasar Pino del Oro habrá que conducir por sus reviradas carreteras en dirección a Villadepera. Las condiciones del asfalto no son las mejores, pero el paisaje ayuda a conducir y olvidarse de todo. Y más cuando de repente asoma el Puente de Requejo, con sus casi 100 metros sobre el Duero.
Una panorámica que bien podría darse en otras latitudes y que recuerda en parte a las road movies americanas, solo que en esta somos nosotros mismos como protagonistas. Y es que este puente de acero sobre el tremendo cañón del Duero es muy zamorano y está más cerca de lo que se piensa.
Al Puente de Requejo no le falta nada para brillar por sí mismo, pero no cabe duda de que uno de los mejores momentos para visitarlo es al amanecer o al atardecer. En esas franjas del día se dan las condiciones de luz ideales para ver los mejores paisajes, pasear por la zona y como no, sacar las mejores fotos de este fascinante rincón de la provincia de Zamora.
Si no hay demasiada afluencia, resulta sencillo encontrar lugar para aparcar, ya que hay varias escapatorias donde caben varios vehículos bien aparcados. Viene muy bien para bajar con seguridad y disfrutar del paisaje con la tranquilidad que merece.
¿Cómo llegar al Puente de Requejo?
El Puente de Requejo se encuentra entre los municipios de Pino del Oro y Villadepera. Desde la capital zamorana el viaje lleva poco más de 35 minutos por la N-122 en dirección Fonfría/Alcañices. Tras poco más de 30 kilómetros, conviene estar atentos y girar a la izquierda por la carretera ZA-321 que lleva en unos 10 minutos hasta llegar al Puente de Pino. Conviene destacar que a partir de la localidad de Pino del Oro la carretera se revira, pero es parte del encanto de la ruta.