Cristo de los Faroles, descubre un icono de la ciudad de Córdoba
El Cristo de los Faroles, situado en la plaza de los Capuchinos, es uno de los rincones más emblemáticos del casco antiguo de Córdoba.
Hoy te descubrimos este singular conjunto escultórico y sus leyendas asociadas, que lo han convertido en la escultura más venerada por los cordobeses y uno de los lugares más visitados de la ciudad.
El Cristo de los Faroles, uno de los monumentos más carismáticos de Córdoba
El Cristo de los Desagravios y Misericordia, más conocido de forma popular como Cristo de los Faroles, es una escultura localizada al norte del centro histórico de Córdoba. Se encuentra situada en una de las zonas con más solera de la ciudad califal, la plaza de Capuchinos, rodeada por diferentes faroles que la iluminan y le dan su popular nombre.
El monumento fue realizado en 1794 por el escultor Juan Navarro León, siendo sus impulsores el fraile capuchino franciscano Fray Diego José de Cádiz y los Marqueses de Hariza, que aportaron limosnas a la obra.
Sin embargo, la actual forma del Cristo de los Faroles tiene un origen mucho más reciente. Concretamente, en los años 20 del siglo pasado, cuando se levantaron las verjas que lo rodean. Más recientemente, en el año 1984, sus viejos faroles fueron sustituidos por otros más modernos.
En la actualidad, la plaza de Capuchinos, con su escultura del Cristo de los Faroles descentrada en la misma, es uno de los lugares más transitados de Córdoba. La plaza aún mantiene intacto su empedrado original y su configuración del siglo XVII, en la que las paredes de cal son las grandes protagonistas.
Además, la visita a esta plaza esconde otros dos monumentos muy interesantes a los que merece la pena acercarse: la iglesia de los Dolores y la iglesia del Convento de los Capuchinos. La primera, que data de 1728, tiene una sobria fachada que encierra un hermoso interior de estilo barroco. La segunda es un pequeño templo que formó parte del antiguo Convento de los Capuchinos de 1638, del cual solo se conserva la citada iglesia, el claustro y el huerto.
Leyenda del Cristo de los Faroles
De igual forma que otros lugares de la ciudad, como la Torre de la Malmuerta, por ejemplo, el Cristo de los Faroles se encuentra asociado a múltiples leyendas. La tradición popular cuenta que cada noche a las doce en punto se oían unos pasos cerca de la Plaza de los Capuchinos, tras lo que aparecía un misterioso hombre encapuchado que susurraba unas palabras incomprensibles al Cristo, desapareciendo misteriosamente…
Nadie logró ver su cara ni identificarlo hasta que una noche tan misterioso hombre reveló su secreto a la comunidad que cuidaba el Cristo, tras lo que desapareció para siempre. La leyenda dice que se trataba de un soldado del Rey que fue robado por unos bandidos y, cuando estaba a punto de fallecer, se despertó desorientado frente al Cristo de los Faroles. Desde ese momento, cada noche el hombre se acercaba a la escultura a la misma hora de su salvación para agradecérselo eternamente.
Recomendaciones en tu visita por el centro histórico de Córdoba
El Cristo de los Faroles puede ser una excusa perfecta para hacer una escapada por Andalucía, sobre todo si complementas tu viaje visitando otros lugares de la capital cordobesa. No obstante, te recomendamos que no te demores en encontrar alojamiento y busques ya hoteles en Córdoba, ya que la ciudad de los califas es un sitio bastante turístico.
Una vez hayas encontrado donde dormir ya podrás planificar tu escapada. ¿Necesitas inspiración? Pues en esta histórica ciudad hay mucho que ver: Medina-Azahara, la mezquita de Córdoba, el alcázar, el Templo Romano, la sinagoga. Asimismo, te recomendamos hacer el free tour gratis por Córdoba, donde podrás conocer estos y otros importantes enclaves de la ciudad de la mano de un guía profesional.
¿Cómo llegar al Cristo de los Faroles?
El Cristo de los Faroles se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad de Córdoba, muy cerca de la Cuesta del Bailío y no demasiado lejos del precioso Palacio de Viana. Por su ubicación, solo podrás llegar hasta la escultura caminando, ya que la zona es peatonal. Por tanto, tienes la alternativa de llegar en coche y aparcar en alguno de los parkings cercanos o tomar las líneas 2, 4, 7, E, N o T, que pasan cerca. Como quiera que decidas ir, en el mapa inferior podrás ver cómo llegar a este lugar.