Wamba: qué ver en el pueblo con el osario más grande de España
Si te apetece hacer una escapada diferente y original visitando un pueblo con historia y cierto misterio entonces tienes que conocer Wamba. Y es que este pueblo vallisoletano te dejará de todo menos indiferente ya que tiene dos cosas únicas en España.
La primera, que es el único pueblo español que empieza por W debido al rey godo coronado en la localidad a finales del siglo VII. La segunda, y la que lo convierte en realmente especial, es el escalofriante secreto que esconde su iglesia de Santa María de la O: un osario con miles de huesos y calaveras, el más grande de España
Por eso en el artículo de hoy te vamos a contar todo lo más interesante qué ver en Wamba y cuál es la mejor forma de visitar este pueblo tan singular de la provincia de Valladolid. ¡Allá vamos!
Qué ver en Wamba: 3 buenas (y poderosas) razones para visitar uno de los pueblos más singulares de España
La singularidad de Wamba (cuya correcta pronunciación es Bamba) choca con lo desconocida que es incluso para la mayoría de castellanoleoneses esta sorprendente localidad situada junto a los Montes Torozos, a 17 kilómetros de la capital de Valladolid.
Sin embargo, aquí hay mucho que contar. Y a continuación vamos a enumerarte las razones por las que estamos seguros de que apuntarás en tu cuaderno de viaje esta población vallisoletana.
Visitar la iglesia de Santa María de la O y su osario
En un pequeño núcleo de población cruzado por las carreteras VP-5501 y VA-514 y Camino de Santiago a Madrid, se halla la iglesia de Santa María de la O, sin duda el principal atractivo de Wamba.
Y no es para menos. Estamos hablando de una iglesia mozárabe, es decir, construida por los cristianos que quedaron bajo el dominio musulmán en la península ibérica, algo que ya resulta por si mismo una auténtica rareza.
El templo mezcla de forma sorprendentemente armoniosa el estilo mozárabe y estilo hospitalario de la Orden de San Juan de Jerusalén. Su origen hay que buscarlo en el siglo X, si bien de la arquitectura mozárabe solo se conservan algunas partes ya que fue objeto de varias reformas posteriores siendo la más importante la del siglo XII.
Por fuera, lo que más llama la atención de la iglesia de Wamba es su extraordinario pórtico, una curiosa columna del siglo X en forma de palmera y un delicado artesonado de madera. Por no hablar de su imponente torre campanario, que se eleva con maestria sobre el resto del edificio.
Si bien no vamos a desmerecer la belleza exterior de la iglesia, una de las pocas mozárabes que quedan en España, desde luego lo que hace único a este templo es lo que se atesora en su interior: un osario con más de 3.000 esqueletos humanos.
Se cree que la mayoría de estos restos pertenecen a los monjes del hospital de peregrinos de la Orden de San Juan y a otros habitantes de Wamba que pasaron a mejor vida entre los siglos XII y XVIII y que fueron trasladados al osario al tener que ampliar el cementerio.
El osario está formado por miles de calaveras que cubren las paredes de una de las estancias del templo, la llamada capilla de Ánimas. En la actualidad llegan hasta poco más de la mitad de la pared aunque los historiadores aseguran que hace mucho tiempo llegaban al techo y recubrían por completo la bóveda.
Los más de 3000 cráneos parecen estar encajados a la perfección formando una suerte de rompecabezas que se completa con miles de huesos, principalmente, fémures y omóplatos.
El macabro espectáculo de calaveras con las cuencas de los ojos vacías de Wamba recuerda al viajero lo efímero de nuestro paso por este planeta. Pero si bien para algunos puede ser algo verdaderamente horripilante para otros esta especie de mosaico puede ser hasta arte.
En cualquier caso, un epitafio escrito en una de sus paredes se encarga de mantener nuestra mortalidad bien presente: «Como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás.»
Lo cierto es que, aunque pueda parecer mentira, en su momento, llegó a haber todavía muchos más restos. Y es que en la década de los años 50 del pasado siglo salieron dos camiones repletos de huesos para ser estudiados por el insigne doctor Gregorio Marañón y los estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid que concluyeron que se trataba de restos de la Edad Media de hombres, mujeres y niños.
Desde luego, la visita al osario de Wamba no es apta para los más aprensivos, pero sin duda se trata de una experiencia única que no deja indiferente a nadie. ¡No dejes de conocer un lugar único por miedo!
El osario se puede visitar los viernes de 17:00 a 19:30 y los sábados, domingos y festivos de 11:00 a 13:30. y de 17:00 a 19:30. El resto de la semana hay que concertar la visita con la Oficina de Turismo. La entrada cuesta 2 euros.
Disfrutar de su entorno natural
Wamba se encuentra al sur de la Tierra de Campos rodeado de amplios paisajes de campos de cultivo. Es sin duda alguna un lugar ideal para hacer turismo rural y disfrutar de la naturaleza haciendo rutas de senderismo o bicicleta por sus alrededores.
Los montes Torozos son una de las pocas ondulaciones que presenta esta región, una elevación de unos 200 metros sobre la gran meseta castellana al noroeste de la provincia de Valladolid. Aquí todavía sobreviven bosques de quejigos, encinas y sabinas que constituían hace siglos la mayor parte del territorio.
Además, históricamente esta fue una zona de frontera entre el Reino de León y el Reino de Castilla motivo por el que hay varios castillos e iglesias fortalezas que forman parte de la Ruta de los Castillos de Valladolid.
Disfrutar de la gastronomía de Wamba y la comarca de los Montes Torozos
No cabe duda de que después de visitar la iglesia y el osario de Wamba la mayoría de personas se acordarán de la famosa locución latina «Carpe diem», es decir, vive el momento.
Y no se nos ocurre mejor forma de celebrar la vida que comiendo. Por suerte, nos encontramos en una de las zonas de España donde mejor se come con un recetario basado en la cocina tradicional castellana con productos procedentes de la tierra y de la matanza del cerdo.
Algunos de los platos más típicos que podrás encontrar en los restaurantes de Wamba y alrededores son el lechazo asado, el cochinillo, las sopas de ajo, el queso de oveja, las morcillas, los chorizos, los torreznos, la tortilla de chorizo y las patatas a la importancia.
Y como es evidentemente, todo ello puede ser regado con algunos de los excelentes vinos que tiene la comunidad autónoma de Castilla y León como los Ribera del Duero, los Toro, los Cigales o los Rueda.
Recomendaciones para la visita: ruta por Valladolid
Como te habrás dado cuenta si has llegado hasta aquí, Wamba es un pueblo que tiene mucho que ofrecer a todos aquellos viajeros curiosos y aventureros. Y es que no solo podrás descubrir su historia y su cultura, sino también su naturaleza y su gastronomía.
Sin duda, un destino perfecto para una escapada rural pero con la ventaja de estar muy cerca de Valladolid, por lo que podrás combinar tu visita con la capital castellana y descubrir sus principales monumentos como la Catedral de Valladolid, la Plaza Mayor o el Museo Nacional de Escultura.
No te olvides tampoco de que haciendo el free tour por Valladolid podrás descubrir los anteriores monumentos y muchos más de la mano de un guía local experto en arte e historia que te contará todos los secretos.
Si dispones de tiempo de sobra te recomendamos completar tus vacaciones en Valladolid descubriendo más cosas sobre la apasionante historia de España haciendo una visita al castillo de Fuensaldaña y al Canal de Castilla. Ambos lugares se encuentran a menos de media hora por carretera de Wamba.
¿Cómo llegar a Wamba?
La población de Wamba se encuentra a unos 15 kilómetros de Valladolid capital. La forma más sencilla de llegar desde la ciudad pucelana es por la carretera VA-514 que lleva directamente al pueblo. Wamba no es un lugar demasiado turístico por lo que no suele haber problemas para estacionar a excepción de determinadas épocas de más afluencia.