Pont de les Peixateries Velles, un imperdible rincón de cuento en Girona
El Pont de les Peixateries Velles, también conocido con otros diversos nombres como Pont de Ferro, Pont de Eiffel o Pont Palanques Vermelles, es el viaducto más llamativo que cruza el río Oñar en Girona.
Este puente es famoso principalmente por dos motivos: por su inconfundible estructura metálica de color rojo y por estar diseñado por Gustave Eiffel, antes de que acometiera el diseño de la torre que lo ha hecho tan famoso.
En la actualidad, este puente es una de las visitas imperdibles en un primer viaje a Girona, ya que comunica la ciudad antigua con la nueva. Hoy te dejamos con las claves para que descubras este maravilloso rincón de la capital gerundense.
Pont de les Peixateries Velles, el puente más bonito de Girona
Es como si fuese una pequeña Torre Eiffel tumbada. Eso es lo que casi siempre dicen los que contemplan esta invención de Gustave Eiffel, el mismo que diez años más tarde idearía la celebérrima Torre Eiffel de París. El Pont de les Peixateries Velles fue construido en 1876 y es uno de los once puentes que atraviesan Girona junto con el Puente de piedra (el más antiguo), el Pont de Sant Feliu o el Pont de Sant Agustí, entre otros.
El Pont de les Peixateries Velles actual fue construido por la empresa Eiffel et Cie. de París basándose en dos proyectos muy similares de los ingenieros Bergue y Almeda. La construcción se finalizó en febrero de 1877 y costó unas 22.500 pesetas de la época. A partir de este momento, recibió algunos cambios, como la nueva pavimentación puesta en 1906, obras de refuerzo en 1923, la sustitución de las maderas del suelo de la década de los 90 o las recientes obras de restauración de 2008.
Este puente cruza el río Oñar desde la zona del Mercadal hacia la Rambla de la Libertad, conectando la ciudad medieval y los nuevos barrios. A lo largo del tiempo, el puente ha recibido varios nombres. El más popular es el de «les peixateries velles», que hace referencia al hecho de que era la zona donde se encontraban la lonja de pescado y las principales pescaderías de la ciudad. La actual construcción se llamó en su momento Pont de Ferro (Puente de Hierro en español), un nombre que no cuajó entre los habitantes de Girona que prefirieron seguirlo llamando Pont de les Peixateries Velles.
¿Por qué merece la pena visitar este puente?
El Pont de les Peixateries Velles es hoy en día uno de los principales puntos de paso de la ciudad, ya que está situado en una zona estratégica. Desde el, y a pesar de estar más bajo, es posible ver unas maravillosas vistas de la catedral, a la vez que nos embobamos con su idílico reflejo rojizo sobre el río.
Pero este rincón nos depara además otra agradable sorpresa. Y es su estampa al atardecer, cuando los rayos del sol se reflejan en las fachadas de las casas colgantes del río Oñar, un momento perfecto para hacer la mejor fotografía del viaje. Con la llegada de la noche el pont de les Peixateries Velles enciende sus luces, en otra imagen de postal imperdible. Y si lo que buscas es la fotografía perfecta, te recomendamos visitar la ciudad en mayo durante el Temps de Flors (Festival de las Flores), pues el puente se engalana a juego con la festividad.
Si estás planificando tu escapada a la capital gerundense, una de las ciudades más bonitas y turísticas de Cataluña, te recomendamos reservar tu alojamiento con antelación en alguno de los hoteles de Girona. Organiza tu viaje y descubre una ciudad medieval encantadora en la que no te puedes perder monumentos como la catedral, el barrio judío, la muralla medieval o los baños árabes.
¿Cómo llegar al Pont de les Peixateries Velles?
El Puente de las Pescaderías Viejas se encuentra en el centro de Girona, uniendo el Barri Vell con los nuevos barrios. Es por ello que para llegar a él, la mejor opción es realizar un recorrido por la parte más antigua de la ciudad. Un excelente plan es empezar en las murallas carolingias de Girona, seguir la ruta viendo la catedral, muy cercana también a los museos de Arte e Historia, que también merecen la pena. Después podrás acercarte al barrio judío, donde siempre es un placer perderse, para finalmente llegar al Pont de les Peixateries Velles, donde poner el punto final perfecto a la jornada.