Muralla de Girona, una perfecta escapada de fin de semana por Cataluña

La muralla de Girona es una imponente fortaleza carolingia de las mejor conservadas de Europa y uno de los monumentos más antiguos de la ciudad.
En la actualidad, el recinto amurallado permite al visitante pasear a lo largo de su recorrido y observar algunas de las mejores vistas de la capital gerundense y sus alrededores.
Hoy te damos las claves para que descubras uno de los lugares más visitados de Girona.
La muralla romana de Girona, una fortaleza con mucha historia
Girona ha tenido desde siempre una posición estratégica como ciudad fronteriza, lo que hizo que estuviera fortificada desde sus inicios. La muralla de Girona tiene sus orígenes en tiempos romanos, cuando se construyó una fortaleza con un perímetro triangular que defendía la ciudad de los ejércitos invasores.
Esta ciudad, una especie de acrópolis llamada «Força Vella», estaba protegida por muros construidos con enormes sillares de piedra. Este primer recinto amurallado de la ciudad de Gerona se mantuvo sin cambios hasta el siglo X, cuando las murallas se ampliaron y se usaron como camino de ronda para que los soldados hiciesen la guardia y vigilasen a los enemigos.

Posteriormente, la muralla fue sufriendo cambios para seguir protegiendo a sus habitantes, siendo el más importante la reconstrucción realizada en el siglo XIV. Como consecuencia de ello tenemos la actual muralla de Girona, una construcción de 2 kilómetros de largo que se eleva hasta los 60 metros de altura y está construida con piedra arenisca.
La ampliación de la muralla romana en época medieval, permite pasear en la actualidad por el camino de ronda y recorrer los tramos de muralla carolingia más extensos de Europa. Durante el paseo es posible acceder a diferentes torres construidas que permiten contemplar unas privilegiadas vistas de Girona.
La ruta por las murallas de Girona
La ruta por la muralla de Girona ofrece al viajero la oportunidad de elevarse y tener una visión panorámica de la ciudad. Desde esta atalaya podremos ver desde las alturas lugares históricos como la catedral de Girona o la torre del campanario de la iglesia de Sant Félix. También es una excelente opción para ver de otra forma el siempre presente río Oñar.

Las murallas de Girona permiten divisar también la zona de la antigua ciudad romana, así como el entramado urbano del medievo a un lado del río y la expansión moderna de los siglos recientes. Las vistas son impresionantes, pudiendo divisar los Pirineos a lo lejos mientras a nuestros pies tenemos las estrechas calles del barrio judío.

La muralla de Girona es un excelente lugar para hacer fotos. Desde aquí podremos ver un extenso mar de tejados de antiguas casas, templos y palacios señoriales con hermosos jardines rodeados de altos muros. Una estampa perfecta para empezar a conocer la ciudad, por ello es uno de los puntos iniciales preferidos para pasar un fin de semana en la ciudad.
¿El mejor momento para visitar las murallas de Girona? Este lugar es bonito a cualquier hora, pero es muy recomendable hacerlo al amanecer o al atardecer, cuando durante la puesta de sol configura una idílica estampa alumbrando los edificios.

Si estás planeando una escapada la capital gerundense y vas a dormir en la ciudad, te recomendamos que mires los hoteles de Girona y reserves con antelación tu alojamiento para obtener los mejores precios, ya que es un destino bastante turístico. En tu escapada por la ciudad podrás disfrutar de esta histórica ciudad con lugares y monumentos tan conocidos como la catedral de Girona, el puente de las Peixateries Velles, el monasterio de Sant Pere de Galligants o los baños árabes. Sin duda, esta ciudad es una candidata ideal para una escapada inolvidable por Cataluña.
¿Cómo llegar a la muralla de Girona? Ruta para no perderte nada
Este recinto amurallado se encuentra en la propia ciudad de Girona, al este del centro histórico. Si queremos una visión panorámica de Girona, podemos hacerlo desde alguno de los cuatro puntos de acceso actuales. Nosotros te proponemos una ruta que comienza en el extremo norte de las murallas, junto al monasterio de Sant Pere de Galligants, un punto ideal para conocer el casco histórico.
En el monasterio podremos ver el Museo de Arqueología de Cataluña, con exposiciones sobre las antiguas civilizaciones que poblaron las tierras gerundenses. Después nos dirigiremos a unos curiosos jardines cercanos al río seco de Galligants donde veremos unas escalinatas que dan acceso a la muralla de Girona. Tras subir 230 peldaños llegaremos a la parte superior de la muralla, donde podremos dar un suave paseo de 2 kilómetros enlazado por 7 torres defensivas.