Casa de las Mariposas, descubre una de las joyas de la arquitectura burguesa de Almería
Hay en ocasiones en las que un edificio es mucho más que una simple construcción. Es el caso de la Casa de las Mariposas de Almería, también conocida como Casa Rapallo Campos, es una de las joyas de la arquitectura burguesa de la capital almeriense.
Construida a principios del siglo XX, sus cuatro plantas tuvieron durante años el mérito de ser el edificio más grande de Almería. Sin duda, se trata de uno de los lugares más curiosos que ver en Almería que hoy venimos a descubrirte.
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La Casa de las Mariposas: uno de los iconos arquitectónicos de Almería
La Casa de las Mariposas, monumento declarado como Bien de Interés Cultural, se sitúa en el centro neurálgico de Almería, en la Puerta de Purchena, cruce de las principales calles del casco histórico. En el solar que hoy ocupa estaba situada antiguamente la posada El Álamo, un edificio casi en ruínas.
El desarrollo económico y el surgimiento de una nueva clase burguesa a principios del siglo XX hizo que el centro de la capital almeriense sufriera muchos cambios. Una de esas familias pudientes eran los Rapallo Campos que compraron el solar de la antigua posada y derribaron el edificio para construir su residencia familiar. Encargaron la obra al arquitecto Trinidad Cuartara, uno de los más prestigiosos de la zona.
Trinidad tenía varios encargos además de hacer un edificio bello para el centro de la ciudad, entre ellos el de dar a ver el creciente poder político y económico de la burguesía, por lo que optó por un diseño pomposo y sobrecargado de ornamentación.
Las obras terminaron finalmente en el año 1911 haciendo de la Casa de las Mariposas durante muchos años el edificio más alto y voluminoso de la capital. Para celebrar la inauguración los dueños de la nueva casa (Don Bernardo Campos y Don José Rapallo), los obreros y el arquitecto, bebieron vino y brindaron con el mismo vaso.
Dice la historia que, ayudado por los adultos, uno de los niños peones que trabajaban en la obra lo colocó boca abajo en lo alto de la cúpula del castillete para coronar la Casa de las Mariposas. Lo más curioso es que durante casi 100 años el vaso se mantuvo impertérrito ajeno a todo.
Ni los fuertes vientos y temporales, ni los terremotos ni los intensos bombardeos de la Guerra Civil de 1937 que destruyeron parte de la ciudad fueron capaces de moverlo de su posición original. En 2011, justo antes del centenario del edificio, Cajamar compró el edificio y lo rehabilitó, retirando el vaso temporalmente para evitar su deterioro y reponiéndolo nuevamente al finalizar las obras.
Así que ahora, cuando tengas la ocasión de pasear por el centro de Almería, mantente atento porque podrás divisar ese simbólico vaso de cristal que sigue coronando la cúspide de la Casa de las Mariposas.
¿Cómo es la Casa de las Mariposas?
Más de un siglo después, sin duda la Casa de las Mariposas es un edificio que impresiona. Toda la construcción llama la atención desde la base hasta la cima. Su apariencia sigue los cánones de los palacetes burgueses de la época y se divide en tres partes muy diferenciadas: zócalo, cuerpo central de viviendas con enormes ventanas y balcones y en la cima una cornisa con grandes aleros.
Una de las señas de la casa es el castillete, un elemento construido como guiño a la minería habida cuenta de la importancia económica de la actividad en la época. El castillete se encuentra dividido en dos con una cúpula en lo alto coronada por el famoso vaso de la inauguración.
En sus cuatro plantas se aprecia la decoración modernista muy popular en los inicios del siglo XX y profusa en elementos de acero y cristal que se inspiraban en cosas de la naturaleza. Algo que por otra parte también se puede apreciar en otros monumentos de la ciudad como el Mercado Central de Almería o la Estación de tren.
La ornamentación de las barandillas de los balcones o las 13 enormes y coloridas mariposas de hierro que decoran el castillete son buen ejemplo del modernismo que quiso plasmar Trinidad. Las mariposas pueden verse a pie de calle, aunque hoy en día es posible subir hasta el castillete y verlas de cerca para admirar toda su belleza.
Y subir a todo lo alto de la Casa de las Mariposas es algo que te recomendamos encarecidamente, ya que las vistas desde arriba son incomparables. Podrás ver la emblemática Puerta Purchena, el Paseo de Almería con su singular arboleda y la estatua de Nicolás Salmerón siempre con el mar Mediterráneo como telón de fondo. Toda una estampa que merece mucho la pena.
El resurgimiento de uno de los iconos de Almería
Pese a ser todo un símbolo para los almerienses, lo cierto es que la Casa de las Mariposas comenzó a degradarse, principalmente durante las décadas de los 70 y 80, cuando sus dueños la dejaron de lado y se dedicaron a alquilar las viviendas a bajo precio. Dos décadas después y tras muchas idas y venidas, proyectos urbanísticos que no cuajaron y mucha incerteza, el edificio fue finalmente comprado por Cajamar Caja Rural.
Poco tiempo pasó hasta que se decidió comenzar una profunda rehabilitación con el objetivo de devolver el esplendor perdido al edificio y convertirlo en sede de la Fundación Cajamar. En 2011, ya convertida en un centro institucional y cultural, la Casa de las Mariposas abrió sus puertas realizando visitas guiadas para que tanto los almerienses como los turistas tengan la oportunidad de disfrutar de la historia de Almería.
¿Cómo llegar a la Casa de las Mariposas de Almería?
La monumental Casa de las Mariposas se encuentra situada en el km 0 de la provincia en pleno centro de la capital almeriense. Sin duda, la mejor opción para visitarla es dar un paseo por el centro de la ciudad y descubrir todos sus encantos. De esta forma podrás conocer otros emblemas almerienses como la Catedral de Almería, la Alcazaba o la Iglesia de San Juan de Almedina edificada sobre la antigua mezquita musulmana.
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