Dura etapa entre Santander y Santillana del Mar del Camino del Norte, no tanto por la orografía, que no presenta desniveles acusados, sino por su longitud, ya que son alrededor de 40 kilómetros los que separan Santander y Santillana del Mar. Sin embargo, los peregrinos que así lo prefieran, podrán acortarla para dormir en alguno de los albergues intermedios recientemente abiertos. Además, es importante reseñar que en 2016 se cambió el itinerario y ya no es necesario pasar por Mogro y cruzar el río Pas por el puente ferroviario. Es más, ahora está prohibido por motivos de seguridad.
Etapa
13
Longitud
37 Km
Dificultad
Alta
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La etapa entre Santander y Santillana del Mar es uno de los tramos más largos de toda la ruta jacobea del norte. Es por ello que muchos peregrinos optan por hacer noche en alguna de las localidades intermedias, en las que han abierto varios alojamientos y albergues en los últimos años. Si deseas acortar la etapa puedes usar nuestro buscador de hoteles para encontrar alojamiento en alguno de los pueblos intermedios.
Por lo demás, la etapa no presenta desniveles acusados ni excesivas dificultades, ni para los bicigrinos, ni para las personas con movilidad reducida.
El recorrido entre Santander y Santillana del Mar nos llevará a una de las ciudades más interesantes del Camino del Norte. Santillana del Mar no es la ciudad más grande, pero en su pequeño y monumental casco antiguo y en su término municipal, alberga innumerables atractivos que hacen que merezca la pena quedarse un par de días a descubrirlos.
Recomendamos un paseo por su casco antiguo para descubrir su pintoresca Plaza Mayor, quizás una de las plazas rurales más bonitas de España y que alberga el edificio del ayuntamiento y casonas como la Casa del Aguila y la Parra o la Casa del Cura, objetivo de todas las fotos por sus balcones llenos de flores. También destacan el palacio renacentista de Velarde y las torres góticas del Merino y Don Borja. Y por supuesto, es de obligada visita la colegiata románica de Santa Juliana, con su extraordinario claustro excelentemente conservado.
En el término municipal también se encuentra la famosa Cueva de Altamira con pinturas paleolíticas, que en la actualidad podemos ver gracias a una espectacular réplica situada en el Museo de Altamira.
En cuanto al ámbito gastronómico, Santillana es una villa hecha para tapear y probar la gastronomía local. Te recomendamos comer el cocido montañés o el cocido lebaniego. El primero se elabora con alubias blancas, berza y carnes como costilla, tocino, chorizo, morcilla, etc. El cocido lebaniego está hecho con garbanzos, patata y carne. Cualquiera de los dos es una excelente opción, igual que otros platos típicos como el solomillo de añojo o pescados como el besugo y la merluza. También sobresalen derivados de la leche y dulces como las quesadas o los sobaos. Sin embargo, el postre tiene nombre propio: el bizcocho pasiego, muy típico de Santillana.
La etapa entre Santander y Santillana del Mar del Camino de Santiago es una etapa dura y larga. El Camino del Norte nos llevará en esta etapa casi siempre por terreno asfaltado desde la preciosa ciudad de Santander hasta Santillana del Mar, una de las villas más bonitas del norte de España. Dicen las malas lenguas que es la ciudad de las tres mentiras, pues ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, aunque eso no sea exactamente así. Sin embargo, este pueblo bien merece una parada sosegada para descubrir sus numerosos atractivos. Aprovecha para caminar por sus calles, todo un viaje a la época medieval.